twenty

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Juanjo tiene veinte años cuando Martin le cuenta que el chico que le mola le ha pedido estar de lío. Se lo cuenta entusiasmado, nervioso. Pega saltos a su alrededor mientras las palabras salen de su boca en una verborrea desordenada.

— Y entonces va y me dice: Podemos recrear algunas escenas juntos. — le cuenta ilusionado.

— ¿Le dijiste que estabas viendo cincuenta sombras de Grey con tu madre y te respondió eso?

— ¡Sí! ¿Te lo puedes creer? — responde feliz. — Y hemos quedado mañana. Voy a ir a su casa. Pf, que nervios en verdad.

— ¿Habéis quedado para liaros? — pregunta, intentando esconder la amargura de su voz.

— Sí. ¿Por?

— ¿Qué poco romántico, no? — frunce el ceño, disgustado con la imagen mental que ha creado.

— No somos novios, solo estamos de lío. — se encoge de hombros. — ¿Crees que querrá acostarse conmigo? — Juanjo tose, sorprendido por las palabras de su amigo — Porqué yo nunca me he acostado con un chico. Imagínate que lo hago mal. O peor, que los dos queremos lo mismo.

— ¿Lo mismo? — Juanjo le mira confundido.

— Ya sabes... la misma posición. — aclara avergonzado. — Ni siquiera sé que quiero yo. ¿Tú cómo lo supiste?

— Oh, um. Bueno, yo... voy cambiando. — carraspea, notando los nervios en su estómago.

— Eso es bastante inteligente de tu parte, en realidad. Y cuando has hecho de pasivo... ¿Cómo has sabido que te iba a gustar? — sus ojos brillan con una curiosidad tan genuina que Juanjo solo puede responderle con sinceridad.

— Eso se sabe en el momento. Tu cuerpo lo nota. Sientes la necesidad, no sé. También puedes hablarlo con tu pareja, que los dos os sintáis cómodos y que haya comunicación es muy importante. — le aconseja, tragándose el dolor que siente en el pecho. Le sonríe falsamente.

— ¿Y si no surge? ¿Y si llega el momento y no sé lo que quiero? — pregunta preocupado.

— Quizá es que no estás con la persona correcta. — responde, serio.

Martin resopla frustrado.

— Qué agobio.

— De todas formas no puedes quedar con él y pum, ponerte a follar en plan aquí te pillo, aquí te mato. — habla Juanjo — Tienes que prepararte, poco a poco, si no te harás mucho daño.

— Uf, ¿y cómo hago eso? — pregunta vergonzoso.

— Martin, ¿por qué no le preguntas todas estas cosas a él? Si vais a empezar algo os irá bien romper un poco estas barreras. — le aconseja, intentando dejar el tema a un lado. No se siente cómodo explicándole al chico que ama lo que debe hacer para acostarse con otro.

— ¡No! Qué vergüenza. ¿Cómo voy a ir al tío con el que quiero follar a preguntarle cómo follar? — enfatiza el final de la pregunta. — Antes me hago monje.

Juanjo no puede evitar soltar una risita al verlo tan ofuscado.

— No puedes, te recuerdo que no eres virgen. — ríe.

— Mmm, al cincuenta por ciento. — responde.

— ¿Qué?

— Que se podría decir que soy un cincuenta por ciento virgen. Solo me he acostado con tías. — explica, como si tuviera todo el sentido del mundo. Se siente orgulloso de su respuesta al escuchar la sonora carcajada que suelta Juanjo.

— Eso no funciona así, corazón, y lo sabes.

— Tenía que intentarlo. — se encoge de hombros, inocente.

— Venga, no te ralles más, mañana quedas con Marcos, te lías con él y lo pasas bien. — le anima, muy a su pesar.

— Sí, tienes razón. — asiente, luciendo convencido. — Cuando salga de su casa te llamo para contarte, ¿eh?

— Por supuesto.

Meses más tarde, Juanjo está tirado en el sofá, cuando su teléfono suena. Le ha llegado un nuevo mensaje.

Martin
Lo he hecho.
Me he acostado con él.

Juanjo
¿Y qué tal?

Martin
Horrible
¿Puedo ir a tu casa ahora?

Juanjo
Tengo helado de oreo.
Voy cogiendo dos cucharas.

Hola!!!!
¿¿cómo estáis??
¿os va gustando?
la siguiente parte iba a ser el final pero me he alargado y creo que voy a tener que hacer un par de partes más, pero solo dos (espero)
de todas formas esto ya acabaaaa jeje os dije q era cortito.
nos vemos (leemos) mañana!!!

eighteen. || majosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora