Scary Love 《Dipper Pines y tú》©

15. Disolución.

Pov ____________.

—¡Dipper!

Inmediatamente la antigravedad acabó, ambos caímos de golpe, yo sobre él, miramos hacía la puerta, la cual estaba abierta debido al anterior forcejeo de Gleeful.

Mabel Gleeful nos miraba fijamente, con notaria rabia. Al percatarse de los ojos marrones de Dipper elevó una mano y nos apuntó.

—¡¿Dónde está mi hermano?!

Antes de que el poder de la castaña llegara a nosotros, cree un escudo enfrente, me puse de pie y ayude a Dipper a levantarse.

—Lo mismo quiero saber de mi hermana —espetó Dipper con molestia y Mabel Gleeful soltó una risa amarga.

—¿Muerta quizá? —se encogió de hombros.

—Entonces allí tienes tu respuesta sobre tu hermano —desafió Dipper haciendo enojar a Mabel.

—Deberías educar a tus sirvientes, Némesis —sus ojos azules se dirigieron a mí—. Seguiremos con el plan, no se preocupen.

Sonrió maliciosa, retrocedió bajando su mano y salió corriendo.

Desvanecí el escudo y exhalé. Dipper apoyó su mano sobre mi espalda con suavidad.

—Tú ve con Stanford —mire al castaño y él a mí—, yo iré a por ella.

—¿Segura? —titubeó.

—Traeré a Mabel de regreso —sonreí y Dipper sonrió de vuelta.

Besó mi mejilla y se fue corriendo, saliendo por la misma puerta que Stanford había usado. Yo salí corriendo por la misma puerta que Mabel Gleeful.

Analice el interior de la cabaña, todo estaba sumido en un silencio total, camine lentamente escuchando la madera crujir bajo mis pies.

Con Dipper y Stanford fuera de la Cabaña, estaba segura de que todo esto sería más fácil. Los cuatro puntos cardinales estaban activos dentro de la misma, por tanto, los Gleeful no podrían salir de aquí.

Me gire un poco y lo vi a unos metros de mí, entre la oscuridad del pasillo que conducía a la cocina.

Vi como desataba el nudo de su corbata, desabotonó un par de botones de sus mangas y me miro.

—Aún no acabas con dos —Dipper Gleeful apareció—, salvaste a esos dos, pero no a Mabel y a Stanley.

—Lo sé, a veces los menos inofensivos resultan ser los más astutos —me encogí de hombros—. Tengo a dos fuera de esto, ¿no te dolió el regreso?

Reí, Gleeful me miro con desdén.

—Había una probabilidad de que sucediera, pero lo intenté —afirmó, caminando a mi—. Tenía un plan de contingencia.

—¿Ah, sí? —se detuvo a unos pasos, pero no lo suficiente.

—Soy un Gleeful, nunca cederé ante las adversidades llamadas Némesis —su sonrisa se amplió.

Me gire un poco y vi a los demás integrantes de la familia Gleeful: Mabel, Stanley y el verdadero Stanford Gleeful.

Los cuatro me rodeaban como los cuatro puntos cardinales, los cuatro a una distancia prudente. Exhalé.

—¿Sabes que es lo mejor de este plan? —inquirió Dipper con ironía—. Que todos los símbolos del zodiaco nos pertenecen.

Vi como varios soldados llevaban a la fuerza solo a tres personas, las demás caminaban voluntariamente: Wendy, Soos, el viejo McGucket —claramente los de Reverse Falls—.