CAPÍTULO 37

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-¿Cómo sabes tanto de mí?

-Eso no es importante. Lo que debe importarte es que tengo información valiosa y estoy dispuesta a dártela.

-¿A cambio de qué?

-A cambio de la agenda de tus contactos que tu papá tenía en su poder.

-Tu fuente te falló. Mi padre no tenía posesión de esa agenda.

-Claro que sí, pero prefería morir antes de entregarla. Y prueba de eso, pues ya sabemos dónde está.

-¿Estás diciendo que lo mataron por eso? No fue un accidente.

-Claro que no. Los únicos que creen eso son la estúpida policía, pero no fue un accidente. Y si quieres nombres que te lleven a la verdad, entrégame la agenda.

-Te lo dije, no sé dónde está esa maldita agenda. Créeme que si supiera, la iría a quemar ahora mismo.

-Sería la peor estupidez. Ni te atrevas a ponerle un dedo encima. -Ella se alteró.

-¿Quién eres? ¿Y por qué te interesa?

-Ya te dije quién soy.

-Sí, pero no por qué la buscas.

-La única información que te daré será si me entregas la agenda. -Ella dijo, poniéndose de pie.- ¿Sabes qué? Porque me caíste bien, te dejaré un regalito. Cuídate mucho; ve a tu alrededor, podrías estar compartiendo tu cama con un traidor. Toma mi tarjeta y tranquila, hermosa, no será la última vez que nos veamos. No me perdería volver a ver a una mujer como tú una segunda vez. -Ella me lanzó un beso.

¿Compartir cama con un traidor?

-¿Todo bien? -Vladislav cuestionó, entrando al despacho.

-¿Sabes qué? Siéntate y tómate una botella de whisky conmigo, no quiero pensar ahorita. Siento que todo pasa en un segundo. -Dije. -¿Fumas?

-Sí, widow. -Él respondió, y le entregué un cigarrillo.

-¿Sabes que no fumaba ni tomaba así hace un año? Nunca había probado un cigarrillo y no tomaba más que vino blanco, como toda una señorita decente según mis padres, pero ahora siento que el cigarrillo me da paz y el alcohol que entra a mi sistema me pone feliz.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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