Libertad sobre carbón

Malva

Tomando el cuello de la botella, bajo la presión social de una mujerzuela, calle abajo, a distancia del farol donde un hombre corrupto se congrega, para dar un trago a la botella de veneno que dice "100,000,000".

La oveja del pastor se retira a donde los matorrales de espinas cubren un sendero. Un lobo hambriento muere por tristeza de un hijo muerto, y la oveja entrega su carne para que este lobo la coma y no muera.

La ladrona se entrega a una chica igual que ella, parece africana, pero cual arrogancia de un político, no hay piedad, y está insensible es condecorada por entregar a un hambriento de su mismo sexo.

Ella se disipa con la bruma, como la de un amado que alguna vez fue, en el muelle.

Ella es como la madre que un huérfano ha soñado, bella, apacible y tierna.

Terrible hambre que busca en el suelo, caballero que cubre el mal, en la soledad cuando nadie está, el terrible ambiente deja escapar la corrupción, y ve cómo lo hacen las rocas.

Hoy sabe el error que cometió, donde la manzana deja al gusano comer la pulpa, la oveja del pastor ha entregado su cabeza, y él sabe que no habrá otra como aquella oveja.

Se trata de usar la cabeza cuando la libertad está en todo deseo, que está dispuesto a entregar a cualquiera, aún sea su madre o su tiempo.

Este es el resultado que se halla en el cuello de la botella, usado como telescopio para ver el brillo de un triste farol.

Trata de sonreír cuando el cielo haya sido vendido por los rojos. Solo eres un pequeño intentando proteger algo que nunca has conocido y jamás lo harás... porque tus pensamientos ya han sido comprados mucho antes de que nacieras.

Trata de reír cuando tu cara aparezca en los diarios de los desaparecidos.

No eres alguien más que un perdido, buscando tus compradores, pero las reses nunca conocen a sus amos, menos a sus verdugos.