Ella se cree dueña de la verdad,
Mas no ve más allá de su propio rostro,
Pues la vanidad la ha cegado.
Ella habla de redención,
Mas solo siembra discordia,
Porque ignora el clamor del pueblo.
Ella no sabe que el mundo se tambalea
Por la desunión que ella fomenta.
Ella no sabe que el destino se desvía
De su curso, pues su mirada es estrecha.
Ella se ha apartado del sendero antiguo,
Y el amor que sentía por ella se ha extinguido,
No es más que una entre las muchas.
Ella cree que la adulación la engrandece,
Mas no conoce el engaño de la falsedad,
Que la expone al escarnio de los incrédulos.
Ella se encuentra lejos de su morada,
No puede hallar refugio entre los justos,
Pues su camino la conduce a la burla.
Ella no comprende que la libertad que ansía,
Que promete y jura poseer,
Se encuentra a años luz de su alcance.
¿No es hora, oh, hija mía, de callar y buscar la guía del sabio?¿No es hora de rechazar la adulación
Y escuchar la verdad en la voz de tu madre?¿No es hora de abandonar la mentira
Y cuidar el jardín que te ha sido entregado,
Oh, pequeña hada del bosque?
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Libertad sobre carbón
Poesíapuedes creer lo que quieras, puedes imaginar que es tu realidad, incluso invitar a otros a que crean lo mismo... pero la libertad que tanto pregonas te ha vuelto su prisionero ¿qué hay de quienes desean ser libres? ¿qué hay de los que se sienten pri...