Libertad sobre carbón

Rojo

Vamos a donde el humano nunca ha llegado, donde los sentidos y la pureza se acompañan de crepúsculos eternos. La esperanza de un buen porvenir ha llegado a la puerta, y tú y yo, nos disfrutamos, nos besamos, mientras vivimos para siempre.

¿Dónde se ha ido la muerte?
¿Dónde están las enfermedades? ¿Dónde está el llanto? Se han ido, nunca volverán, todo gracias al amor y la esperanza, amor mío.

Nunca más nos separarán, lo prometo. Los monstruos se irán para nunca volver, juro protegerte desde hoy y para siempre. Nunca más nos volveremos a separar… aún cuando las fuerzas de la naturaleza intenten hacerlo.

Desde que te vi, eras tan gracioso y delicado. Cambias en esta mano, vi tus primeros pasos, escuché tu primera carcajada, sentí tu amor cuando tocaste mi rostro.

¿Cómo no amarte?
¿Cómo no velar por ti?
¿Cómo no amar tu hermoso tiempo?

No hay monstruos cuando estoy de tu lado, y yo soy fuerte e invencible cuando estás de mi lado. Nos admiramos mutuamente. Por hoy la esperanza es la mejor arma que tenemos.
Tal vez hoy no, tal vez mañana esté contigo, o que te separen de mí mientras estás en estas malas circunstancias. Tal vez la ley diga que no debes estar conmigo y yo contigo, pero el amor no tiene fronteras, tampoco tiempo. Por eso nos amaremos hoy, mañana y siempre… mi amado retoñito.