Un beso será el detonante a la curiosidad, la tentación y el deseo de dos inexpertos amigos...
*Ship: JinMin (Jin X Jimin)
*Mención de otros idols.
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Jimin miró su habitación por quinta vez, la cama estaba bien tendida y las luces que decoraban su pared habían sido reacomodadas. Paso toda la tarde limpiando su habitación y para cuando terminó ya casi era la hora en que Seokjin debía llegar.
El sonido del timbre hizo que Jimin saliera rápido de la cocina, cuando abrió la puerta Seokjin miraba con él ceño fruncido su celular.
— ¿Todo en orden? — preguntó, haciéndose a un lado para que el castaño entrará.
— Si, solo es mi madre asegurándose de que llegará bien — dijo, miro la sala y el pequeño comedor, tan acogedor como siempre — ¿Y tu abuela?
— Salió con sus amigas a un juego de bingo, supongo que llegará un poco tarde — Jimin se apresuró a la cocina y abrió el microondas —. Pero no te preocupes — dijo sonriente —, compre Tteokbokki para cenar.
Jin miró la comida y soltó una carcajada divertida.
— ¡Que alivio! Temía tener que comer comida hecha por tí.
— No seas grosero — reprochó, cruzándose de brazos.
— Ya, ya. Déjame ser el dramático de la relación, se me da más natural.
Jimin recalentó la comida y sirvió dos platos para cenar.
(***)
Jimin cerró sus ojos con fuerza, sintiendo como la lengua de Seokjin delineaba sus labios hasta humedecerlos por completo, su labio inferior fue apresado por los dientes del castaño, para luego besarlo.
La abuela de Jimin aún no llegaba, pero eso no importaba demasiado, porque el rubio había cerrado su puerta con el seguro. Y allí estaban, ambos amigos acostados sobre la cama, besandose sin tomar en cuenta la intensidad o lo vulgar que se escuchaban sus pequeños jadeos.
— Jin — se separó apenas.
— ¿Uhm?
— Quiero intentar algo, ¿Podemos?
El castaño asintió lentamente, Jimin se incorporó y con un movimiento rápido se subió de horcajadas sobre su regazo.
— Abre la boca... — musitó — y saca tu lengua, por favor.
No fue una orden, pero Seokjin reaccionó como si fuera una. Abrió su boca y sacó su lengua mientras miraba expectante los movimientos del rubio en cuál se acercó apoyando sus manos en sus hombros para inclinarse hasta pegar sus pechos. Jimin comenzó a succionar en un suave Vaivén la lengua ajena mientras emitía pequeños ruiditos de jadeos, Jin bajó sus manos a los glúteos de su amigo y se atrevió a estrujarlos, sintiendo cierta curiosidad por su buena forma.
