El color miel de los ojos de Jimin parecía brillar con más intensidad mientras miraba fijamente a Seokjin. Sus expresiones detonaban a la perfección las mil emociones y sensaciones que estaban sintiendo. Las grandes manos de Seokjin ayudaron a Jimin a desvestirse con lentitud, disfrutando de como se estremecía con cada roce.
Jimin se aproximó al rostro de Seokjin y estampó su boca con la ajena.
Las luces de la habitación estaban apagadas, pero las pequeñas lucecitas decorativas les daban claridad para disfrutar de su desnudes. Jimin deslizó sus manos y comenzó a despojar a Jin de su ropa, despegó su boca para deslizarla por el pecho pálido de su amigo hasta llegar a sus pezones y los mordisqueo con fuerza.
— Ahg — chilló.
Jimin estrujó sus nalgas y lo hizo retroceder hasta quedar al filo de la cama, con un pequeño empujón lo hizo caer de espaldas sobre la cama. Sus pechos subían y bajaban a un ritmo casi sincronizado, y el cuerpo de Jin se estremeció ante la acción de Jimin, porque esté lo tomó de sus piernas y las separó dejándolo totalmente expuesto, con un movimiento rápido se posicionó a la altura de la pelvis ajena y besó con suavidad el vientre de Jin, deslizó sus labios hasta llegar al glande y lo lamió hasta la base de su extensión, siguió por sus testículos hasta que se detuvo en la apretada entrada.
Sus pensamientos iban a mil por hora, Jin mordió su labio con fuerza y abrió sus ojos en cuanto sintió la lengua intrusa acariciando su entrada, un pequeño gemido salió de su boca abierta y arqueó los dedos de sus pies aferrándose. Jimin se atrevió a meter su lengua con ímpetu, con ambas manos separó las nalgas ajenas y se dió el placer de disgustar del sabor natural del castaño, alternaba su lengua con movimientos circulares.
— J-Jimin~ ¡Ah! — gimió el castaño, bajó su mano y agarró su miembro para dar comienzo a un suave Vaivén —¡Se siente increíble!
Jimin sonrió medianamente, enterró más su lengua y disfrutó de ser él quien hacía gemir a Seokjin, acercó su mano y metió dos de sus dedos para darle más placer a su amigo. De manera gustosa, Jimin comenzó a mover sus dedos en forma de tijeras al mismo tiempo que metía y sacaba su lengua logrando que las piernas de Jin temblarán por la descarga tan abrumadora de excitación que estaba experimentando.
Los gemidos afeminados del castaño comenzaron a ser más ruidosos, Jimin se atrevió a meter un tercer digito y aumento el ritmo del Vaivén.
— Ah... ¡Mierda! ¡Uhg~!
El cerebro de Jin estaba al borde del colapso. Jimin alejó su rostro y sus dedos para incorporarse en medio del cuerpo tendido. Sus ojos miel se oscurecieron, las yemas de sus dedos se deslizaron por el vientre ajeno haciéndolo contraer con cada caricia. Se sentía ansioso, netamente desesperado porque la sola idea de que Seokjin estuviera con alguien más lo había hecho entender sus sentimientos, y un fuerte deseo de posesividad se apoderó de él porque no permitiría que nadie más tocará la piel que se erizaba bajó su tacto y esos labios hinchados que dejaban escapar gemidos necesitados.
Bajó la fija mirada de Seokjin, Jimin dejó caer saliva sobre sus dedos y los direccionó a su propio miembro, lo humedeció y lo alineó a la entrada ajena. Con un movimiento suave se adentró por las estrechas paredes, y sintió la calidez abrazar su miembro de una manera delirante.
Jin respiró profundamente, sintió como el miembro de Jimin llegaba hasta su tope y bajó sus manos para sujetar sus piernas con fuerza.
— Estar dentro de tí... Es la cosa más exquisita de este planeta — le dijo, mientras alejaba sus caderas para volver a enterrarse en él poco a poco — deseo... deseo ser el único que pueda besarte — confesó, una fuerte estocada hizo gemir a Jin —, el único que puede tocarte y hacerte gemir así... — salió y entró con fuerza — y que en tu mente no haya nada más que yo.
Jin arqueó su espalda, sintiendo cada roce en su próstata una descarga que recorría toda su columna hasta llegar a su cerebro. Sus manos descendieron del agarré de su pierna a sus glúteos y los separó dejando aún más expuesto su agujero para que la dureza del rubio se profundizara más.
— ¡Dios! — siseó el castaño — ¡Me encanta! — gimió excitado — Jimin...eres el único... Quiero que seas el único... ¡Uhmg!
Sonrieron en complicidad. Jimin enterró sus dedos en la cintura ajena tomando el impulso necesario para mover sus caderas a un ritmo fascinante, casi experto, logrando que Jin se volviera un desastre de gemidos.
Jimin se inclinó hasta rozar los labios de Seokjin, y sin esperar más, ambos dieron riendas sueltas a devorarse sin pudor, sus lenguas disfrutaban de cada roce, sus labios se movían a un ritmo rápido, vulgar y obsceno, siendo ellos absorbidos por la descarga de sensaciones que se daban.
— Eres perfecto... — gimió Jimin, mordiendo suavemente el labio ajeno.
Jin sonrió, su corazón se aceleró furiosamente. Jimin se alejó y salió de él, luego se subió a su regazo y alineó al miembro del castaño a su entrada.
Jin agarró sus muslos, echó su cabeza hacia atrás casi delirando por la sensación que abrazaba su pene, era estrecho y jodidamente cálido. Jimin soltó un chillido agudo cuando se llenó por completo con la dureza de Jin, mordió su labio y apoyó ambas manos en el pecho impropio para iniciar movimientos lentos, casi pausados hasta poder adaptarse al dolor.
— Te ves hermoso — exclamó Jin, admirando casi hipnotizado la vista del rubio cabalgando sobre él.
Jimin comenzó a mover sus caderas de adelante hacia atrás, el dolor pronto fue remplazado por placer y sus gemidos se esparcieron por toda la habitación.
— Ah~... ¡Uhmg! Eres... Eres la gloria, Jimin — Jin apretó con fuerza los muslos, podía sentir como el culo de Jimin se restregaba con notable necesidad sobre su pelvis buscando una mayor profundidad.
Jimin sonrió y se inclinó hasta rozar sus narices, sus ojos brillaban, y se aferró a las hebras castañas sintiendo su cuerpo siendo impulsado con las bestiales embestidas que Jin le propinaba, haciéndolo gemir alto; las grandes manos de Jin estrujaban con fuerza las nalgas de Jimin.
Sus pieles sudadas creaban un roce casi electrizante, sus gemidos se ahogaban en sus labios.
— Yo... Ya casi... ¡Aaah! —
El fuerte gemido que escapó de la boca de Seokjin fue un detonante para que Jimin moviera sus caderas con más fuerza logrando que ambos alcanzaran un exquisito orgasmo.
Sus cuerpos se estremecieron ante los espasmos, Jimin soltó un suspiro y se dejó caer.
— Me encantó.
Jimin sonrió —. A mí también.
— Tú me gustas.
Una enorme sonrisa se formó en los labios gruesos del rubio, respiró profundamente, alejando todas sus inseguridades y el miedo de no ser correspondido, alzó su rostro y besó con suavidad la comisura de los labios ajenos.
— Tú también me gustas— musitó bajito, casi como si fuera un secreto revelado al fin.
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Entre Amigos (JinMin)
FanficUn beso será el detonante a la curiosidad, la tentación y el deseo de dos inexpertos amigos... *Ship: JinMin (Jin X Jimin) *Mención de otros idols. 🚫 PROHIBIDO LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN DE ESTA HISTORIA 🚫