Secretos y Celos.

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Tres meses habían pasado desde aquella noche decisiva en la que Carre e Iván se abrieron el corazón. A pesar de la cercanía que habían cultivado, la tensión y la incertidumbre comenzaron a gestarse entre ellos. Iván, que al principio había sentido una euforia desbordante, empezó a experimentar un torrente de celos cada vez que Carre interactuaba con otros amigos en sus directos.

Una tarde, mientras revisaba las redes sociales, Iván se topó con una foto que lo golpeó con fuerza: Carre riendo con un grupo de amigos, sus ojos brillantes de alegría. Una sensación de inseguridad se apoderó de él; ¿dónde quedaba su lugar en la vida de Carre? Mientras veía esa imagen, se dio cuenta de que no solo estaba preocupado por su amistad, sino que estaba profundamente enamorado. La revelación lo dejó en un torbellino de emociones.

Con la determinación renovada, Iván decidió que tenía que hablar con Carre.

Dos semanas después, en un café tranquilo, Iván se preparó para la conversación que podría cambiarlo todo. El lugar estaba animado, pero él solo podía concentrarse en el sonido de su propio corazón. Cuando Carre finalmente llegó, una sonrisa amplia iluminó su rostro. Sin embargo, la inseguridad en el pecho de Iván era palpable.

—¡Hola! —saludó Carre, sentándose frente a Iván—. ¿Todo bien? Te veo algo serio.

—Sí, en realidad, no. Hay algo de lo que necesito hablar contigo —dijo Iván, sintiendo que su voz temblaba.

Carre frunció el ceño, notando la gravedad en el rostro de Iván. —Dime, ¿qué pasa?

Iván tomó un profundo respiro. —He estado sintiendo cosas por vos, Carre. No solo amistad. Estoy enamorado de vos.

El silencio se instaló como un muro entre ellos. Carre se quedó boquiabierto, y su risa nerviosa rompió la tensión. —Wow, no esperaba eso...

—Lo sé. No quería poner presión, pero es la verdad —Iván apretó los puños, sintiendo la ansiedad.

—Iván, estoy muy feliz de que me digas esto —respondió Carre, su sonrisa se fue ensanchando—. Yo también tengo sentimientos por vos. Nunca supe cómo decírtelo.

La tensión en el aire comenzó a desvanecerse, pero no por completo. Iván sentía que el momento era perfecto, pero la ansiedad aún persistía. —¿Entonces... querés ser novios? —preguntó, sintiendo que su corazón se aceleraba.

Carre vaciló un momento, sintiendo el peso de lo que significaba. —Sí, claro, pero... —su voz se tornó seria—. Tal vez deberíamos mantenerlo en secreto por ahora. No quiero que esto afecte nuestro trabajo o nuestra comunidad.

Iván asintió, pero una sombra de duda cruzó su rostro. —Está bien, si eso es lo que querés. Pero, ¿será suficiente? ¿No te preocupa que esto cree más distancia entre nosotros?

—No quiero que se sienta así. La conexión que tenemos es especial, y estoy dispuesto a luchar por ello —dijo Carre, buscando los ojos de Iván con sinceridad.

Ambos compartieron una sonrisa cómplice, un entendimiento que iluminó el ambiente. Sin embargo, la preocupación de Iván seguía ahí, como una espina en su pecho. La idea de ocultar su relación le parecía cada vez más difícil de soportar.

La Primera Prueba

La primera semana como "novios secretos" transcurrió entre miradas furtivas y mensajes ocultos. Sin embargo, la ansiedad y los celos comenzaron a aflorar. Un día, mientras Carre transmitía en vivo, Iván vio cómo un grupo de amigos se unió a la conversación, riendo y bromeando. Él se sintió desplazado, como si su lugar en la vida de Carre se estuviera desvaneciendo.

Esa noche, Iván no pudo contenerse. Llamó a Carre, su voz tensa al otro lado de la línea. —¿Por qué te dejás llevar tanto por ellos? ¿No ves que estoy acá?

Carre respiró hondo, sintiendo que la discusión era inevitable. —Iván, son mis amigos. No puedo ignorarlos solo porque vos sientes celos.

—No es solo celos. Es que parece que ellos importan más que yo —replicó Iván, sintiendo que la rabia y la frustración lo inundaban.

—¡Eso no es cierto! —exclamó Carre, tratando de mantener la calma—. Estoy intentando equilibrar todo esto, pero vos también necesitás entender que no puedo dejar a la gente que quiero de lado.

Un silencio tenso llenó el espacio entre ellos, cada uno sintiendo el peso de la conversación. Iván finalmente susurró, su voz temblando. —Me asusta perderte.

—No me perderás —respondió Carre, su tono suavizándose—. Pero necesitamos confianza. Si vamos a hacer esto, debemos apoyarnos el uno al otro.

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⏰ Última actualización: Oct 22 ⏰

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Entre las Sombras del Stream.(rodrivan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora