Made in Gold [YoonSeok]

21.

Advertencias: Yoongi!Alfa x Hoseok!Omega. Temática de mafia. Smut. Narración de prostitución. Angst, drama y un montón de otras cosas.

Comisionado por BySu_583, ¡gracias por todo!

Este capítulo salió MUY rápido, porque seré sincera: este fic existe hace como 5 años, y toda esta parte ya la tenía pensada desde hacía mucho jejeje

... En el espejo de la habitación, poniéndome perfume, bebiendo coñac, el aroma a lila,

Dice que se siente como el cielo para él...

—Mañana es un día muy importante —estaba diciendo la hermana Kim a la clase, mirando a los niños de trece años con claro gesto descontento y de desprecio. Al inicio, todos se preguntaban si habían hecho algo mal para que la hermana siempre los mirara así, pero luego de tantos años, se habían acostumbrado a su cara antipática—, vendrá el arzobispo Kang y les ofrecerá llevárselos a la arquidiócesis, para que trabajen allí y lleven una vida de penitencia. Si ustedes...

Hoseok miró hacia al lado, donde su compañero y mejor amigo, Choi Junhong, tenía el ceño fruncido hacia la hermana Kim. Pocos, en realidad, le estaban prestando atención a la mujer, que parloteaba sobre la necesidad de que ellos fueran con el padre Kang, pues era la única forma de ir al cielo.

¿Cielo? ¿Había cielo para ellos, en primer lugar?

—Para mí que nos quiere allí sólo para violarnos a gusto propio —habló uno de los chicos más problemáticos, Park Kangsun, que todas las semanas recibía un castigo nuevo—, debe ser un viejo pedófilo, como el señor Jae.

Casi todos se tensaron ante la mención del anciano conserje que trabajaba en el orfanato, un viejo verde que no dudaba en correr mano cuando los veía pasar. Algunos, incluso, murmuraban por las noches que antes de entrar al baño, había que fijarse que el señor Jae no estuviera rondando por allí, pues si veía que estaban solos, se aprovecharía de ellos. Lo peor es que a las monjas no les interesaban sus reclamos, lo ignoraban y decían que era culpa de ellos por provocar al hombre.

—¡¿Qué faltas de respeto son esas?! —exclamó la hermana Kim, yendo hacia Kangsun para abofetearlo. Hoseok y Junhong miraron hacia otro lado, sin querer que la mujer se fijara en ellos—. ¡¿Cómo te atreves a hablar así del arzobispo Kang, perra insolente?!

Mientras escuchaba como golpeaba al pobre niño, Hoseok se preguntó qué clase de Dios aceptaba a esas personas a su servicio, personas que destrozaban a los niños y los trataban peor que la basura misma. Se dijo que él jamás serviría a ese Dios, entonces, ¿por qué servir a alguien que decía odiarte? No tenía sentido, ningún sentido.

Tuvieron que mandar a Kangsun a la enfermería cuando la hermana Kim le rompió la nariz. Por debajo de la mesa, Junhong tomó la mano de Hoseok, y ambos se dieron un apretón en señal de apoyo.