Fairy Harem [Nanatsu no Taizai]

VI

"Hermanos y Hermanas"

No tuvieron que decir absolutamente nada para que todos dentro del bosque del rey hada supieran que, finalmente el rey Gloxinia y la hija de la luna, Cyra, habían formalizado su relación, sus acciones y comportamiento mutuo dejaron bastante clara la situación.

Meliodas estaba ciertamente ... desconcertado, si es que se le podia llamar asi, nunca habia visto esa faceta en su hermana, la de una idiota enamorada, claro que tampoco antes había tenido pareja, pero de alguien tan estúpidamente romántico y consentidor como lo era Gloxinia se lo veía venir, pero su hermana, la mujer más fuerte e independiente, la diva más grande que nunca antes hubiera conocido, se comportaba como un gatito concentido con el hada, y eso era la clase de cosas que debes ver para creer.

— Amor deja de verlos así — regañó con una sonrisa Elizabeth mientras tomaba a su pareja del mentón y lo obligaba a apartar la mirada.

— ¿Es que lo has visto? — cuestionó mirándola incrédulo para regresar la vista a la pareja que ya hacía en el trono, con Gloxinia sentado en él y Cyra en su regazo un tanto ladeada consintiendo al monarca con suaves caricias en su torso como si admirara la más bella y pura obra de arte, y a su vez se daban de comer mutuamente las frescas cosechas de uvas y cerezas. — Yo digo  que algo le hizo, esa no puede ser mi hermanita, de seguro la drogo con alguna extraña planta. 

Su respuesta hizo reír a la diosa — Eso se llama estar enamorado, Meliodas.

— Nosotros no nos comportamos asi — reclamo en un puchero que la diosa beso.

— Cada pareja es diferente, amor, además recuerda que Cyra no es un demonio, ella puede percibir las cosas de manera diferente a cualquiera de nosotros, es la hija de un Astro Celestial .  

Meliodas suspiro derrotado y acercó su tarro a sus labios — Supongo que tienes razón...— murmuró antes de beber de su cerveza. 

Elizabeth solo se limitó a sonreír y miró de reojo a la pareja que se consentía entre sí, le daba ternura que hacía cerca de seis meses despues de lo que supuso que fue el inicio de la relación de ambos, Cyra la busco por medio bosque para hablar de las hermosas cosa que Gloxinia le había declarado, de lo hermosamente amada que se sintió por alguien de esa manera, de la curiosa conexión que sentía junto al él, y así fueron horas y horas donde la diosa solo se limitó a escuchar las maravillosas y nuevas sensaciones que estaba descubriendo junto al hada.

Le hacía muy feliz que la hermana de su novio le tuviera esa clase de confianza, ella sabía lo importante que era Cyra para Meliodas, lo mucho que la amaba, y saber que la azabache la recibía con los brazos abiertos y la miraba como una hermana mayor en la cual guiarse y apoyarse le alegraba en demasía.