VII

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" Inseguridad "


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Gloxinia y Meliodas observaban a Cyra ajetrearse de un lado a otro, su semblante aparentemente tranquilo pero revelando una tensión palpable. Intercambiaron una mirada entre ellos tratando de decidir quién iría a calmarla, conscientes de la angustia que subyacía tras esa fachada.

— Tú eres su novio — sugirió Meliodas, intentando evadir la situación. 

— Lo soy — asintió Gloxinia, con claro orgullo pintando sus facciones. — Sin embargo, recuerdo haber pasado la noche consolándola,  y creo que necesita algo más. Como el hermano mayor que eres, ¿por qué no le dedicas unas palabras de aliento más significativas? Recuerdo que hace unas horas dijiste algo sobre que temías ser reemplazado. Creo que unas palabras más reconfortantes serían más apropiadas.

Meliodas lo miró con una mueca, sintiendo un nudo en el estómago. El tema de su hermana era un punto sensible. A pesar de haberlo dicho en tono de broma, la idea de que Cyra conociera a su hermana biológica le causaba una profunda incomodidad. Él había construido un vínculo especial con Cyra, asumiendo el papel de hermano mayor durante años. Ahora, la aparición de su hermana amenazaba con desestabilizar esa dinámica familiar que tanto había cuidado. Ignoraba cómo Cyra lo percibiría, pero para él, la situación era frustrante y llena de incertidumbre.

— No lo sé... — su voz se apagó, sus ojos se perdieron en la distancia. El pelirrojo, inquieto por su silencio, insistió.

— ¿Hay algo más que te preocupe? — preguntó, su tono suave pero firme. El demonio lo miró a los ojos, una sombra de duda cruzando su rostro. 

— Creo que sí... Además de que no se si lo que yo le diga podrá aliviar sus preocupaciones. 

— Quizás — respondió el pelirrojo, pero su expresión no revelaba su verdadero pensamiento. — Sin embargo, creo que debes intentarlo, es tu hermanita despues de todo.

Soltando el aire contenido Meliodas se acerco a su hermana con una suave sonrisa bajo la atenta mirada de su cuñado.

— Hola, hermana — la interrumpió mientras revisaba el inventario. — ¿Te sientes más tranquila ahora?

— ¿Cómo crees? — respondió con ironía, mostrándole la interminable lista. — ¿Por qué se demorarán tanto? — murmuró, comenzando a caminar con Meliodas a su lado. — Se suponía que los arcángeles y Elizabeth llegarían al amanecer, pero ya es mediodía y nada.

— No te preocupes tanto, seguro que tuvieron un pequeño contratiempo — intentó tranquilizarla en vano.

— ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? ¡Elizabeth es parte del grupo de seguridad de Kyra! — exclamó, mirándolo con reproche.

Fairy Harem [Nanatsu no Taizai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora