La manada Zahar era una de las más grandes que existían en aquel espeso bosque, todos sus líderes se habían encargado de sobre guardar y proteger a sus miembros de la crueldad humana.
Hacía más de 200 años que los cambiaformas vivían escondidos, lo habían decidido de ese modo al ver como los humanos los trataban mal o querían experimentar con ellos, razón por la que huyeron formando algunas manadas alejados del ojo humano.
Jungkook tenía algunas décadas como el líder de su manada, estos lo habían decidido de esa manera después de la muerte del ex líder pues a pesar de ser su padre, el joven alfa tuvo que enfrentarse a otros lobos para ganar dicho título.
Actualmente se le conocía como el líder más joven en ostentar dicho título.
Para todos los miembros de la manada su líder era alguien digno, fuerte e inteligente que siempre los protegía y cuidaba, no había nadie ahí que no lo quisiera y respetara pues sabían lo justo que solía ser con todos.
Por años muchos de los habitantes esperaban el momento en que esté por fin encontrara a su otra mitad para que su felicidad estuviera completa con muchos cachorros, sin embargo al pasar los años aquellas esperanzas comenzaron a morir.
Jungkook era un alfa solitario aferrado a la idea de conseguir a su mate, noche tras noche le pedía a la diosa luna al fin poder encontrarlo.
Recordaba muy bien aquella vez que conoció a Jimin, el Omega eran tan bonito y olía delicioso que rápidamente creyó que era él su persona indicada, pero al acercarse y conocerlo mejor supo que no era así, no sintió aquella chispa que esperaba experimentar al verlo.
El rubio le agradaba mucho, todos esperaban el momento en que al fin se enlazaran y es que para nadie era un secreto lo cotizado que era ese pequeño Omega.
Justo ahora el ver como su hermano Yoongi se casaba con su lindo Omega Hoseok es que consideraba realmente darse una oportunidad con Jimin, por lo que poniéndose de pie se dirigió hasta donde este estaba.
- Hola kookie - le sonrió apenas lo vio llegar. Para nadie era un secreto lo enamorado que estaba el rubio del líder, Jimin no despistaba para nada sus sentimientos.
- Hola Jimin, quería hablar contigo de algo importante, crees que podrías acompañarme - el menor aceptó gustoso mientras seguía al pelinegro.
Jungkook era unos años mayor que Jimin pero para este no importaba en absoluto la edad.
-¿De qué quieres hablar kookie? - dijo después de que llegaran al lago, el escenario era perfecto para una declaración de amor por lo que Jimin estaba ansioso, sabía que el momento al fin había llegado.
- Jimin yo....- pero sus palabras quedaron interrumpidas en cuanto vieron como un enorme avión caía a muchos kilómetros de distancia de dónde ellos estaban. - Tenemos que regresar.
En cuanto lo hicieron Jungkook notó como mucha de su gente estaba asustada, era obvio lo que temían aunque era muy baja la probabilidad de que humanos sobrevivieran a esa caída después de ver la fuerza en que la enorme nave caía.
- Jungkook enviaré a los lobos para que investiguen si hay sobrevivientes - dijo Seokjin su mano derecha - yo mismo iré también para que puedas disfrutar de la fiesta de tu hermano.
Yoongi estaba abrazando a su pequeño Omega pues jamás esperaron que una cosa así pasara en su día especial.
- Gracias Jin y por favor tengan cuidado.
Cuando el mayor iba a salir fue que Jungkook prefirió hablar primero con la manada explicándoles que irían a averiguar que pasó pero que no se asustaran que todo estaría bien - La fiesta debe continuar les prometo que todo está bien ahora por favor.....