Yoongi estaba con un enorme dolor de cabeza mientras su querido Omega le daba un masaje en su cuello, varios integrantes de la manada habían asistido temprano para buscarlo pues querían que este hiciera entrar en razón a su hermano el líder.
- Cálmate alfa verás que Jungkook hará lo mejor para todos - le decía mientras le daba tiernos besitos en sus mejillas.
Para la manada fue muy extraño cuando esos dos se reconocieron como pareja destinada, eran tan opuestos el uno con el otro, pues mientras Hoseok era como el sol que iluminaba sus días con alegría, carisma y bondad, Yoongi era lo contrario, serio, sarcástico y amargado, nada le interesaba pues incluso jamás quiso ser líder de su manada, esos asuntos lo aburrían.
Así que cuando la pareja anuncio su romance muchos se sorprendieron, incluso algunos alfas y omegas hablaron con Hoseok pues pensaban que estaba equivocado, más el pequeño Omega siempre les aseguro que su sentir era sincero y que sabía que el de Yoongi también.
- Mi amor eso lo sé, solo que jamás espere que tuviéramos este tipo de problemas y menos cuando acabamos de casarnos, quería llevarte a un lugar especial.
- Contigo a mi lado todos los lugares son especiales, así que mejor ayudemos a kookie y después podremos irnos.
Después de eso la pareja se despidió con un tiendo beso, para luego Yoongi salir y atender a todos aquellos inconformes con la pareja de su hermano.
Para el alfa era difícil aceptar que Jungkook tuviera como mate a un humano, él siempre se había mostrado reacio a ellos, los odiaba por todo lo que habían hecho pero al recordar la forma en que lo tomó y cuidó supo que aquello iba enserio.
- Queremos que esa basura se largue- fue lo primero que escuchó al ir junto a su hermano.
Varios alfas y betas estaban en la puerta de su hermano exigiendo que esté saliera y les entregará al humano.
- Debemos calmarnos por favor - dijo Yoongi a los otros en cuanto llegó - Estoy seguro que Jungkook hará que ese humano se vaya hoy mismo.
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- Por supuesto que no te irás, eres mío - dijo el pelinegro quien continuaba encima del moreno.
- Pero me acabas de decir que hay muchos lobos exigiendo que me vaya, logro oírlos y se oyen furiosos, además no soy tuyo, ni siquiera te conozco, sigo pensando que esto es una pesadilla, ahora por favor quítate de encima me asfixigias.- le gritó.
- Claro que lo eres, así que no te irás.- dijo mientras sus ojos cambiaban a un rojo un poco más intenso en el iris.
-¿Qué es este lugar? ¿Quiénes son ustedes? Todo es muy confuso, yo no entiendo nada, solo quiero irme a casa- aquella quebrada voz alteró más a Jungkook pues su lobo le exigía calmar al menor.
- Estás en mi manada, se que para ti todo esto es muy extraño pero debes saber que nadie aquí te dañara lo prometo yo te cuidare.
-¿Manada? ¿Eso aún existe? ¿Son caníbales cierto? Lo que quieren es comerme - la mirada del pelinegro lo barrio de pies a cabeza.
-Sinceramente me encantaría comerte - Nam debía tener miedo ante esas palabras pero la forma en que ese sujeto loco lo había dicho le dio otro tipo de escalofríos.- Debo salir hablar con mi gente, ellos no están de acuerdo en que estés aquí.
-¿Y tú si lo estás?- preguntó temiendo lo peor.
- Lo que yo piense no importa, siempre velamos por el bienestar de la manada sin importar nada.