Namjoon quería seguir descansando pero había algo que se encajaba en sus glúteos que le molestaba mucho pues era muy duro.
Quería alejarse pero tenía los brazos del alfa encima suyo por lo que con algo de fuerza comenzó a moverse más se arrepintió al instante pues un gruñido escapó de los labios del alfa a la vez que lo apretaba más.
- Deja de moverte - aquel tono ronco y adormilado del alfa lo puso nervioso pero claro que no lo obedecería por lo que nuevamente se movió causando que sus glúteos rozaran aquel objeto duro que le molestaba.
- Aaaahhh- un fuerte gemido salió de los labios de Jungkook haciendo que Nam se detuviera al entender que era aquello que lo molestaba.
- Sueltame eres un depravado - escuchar al menor asustado lo hizo sonreír en grande por lo que lo soltó y este se puso de pie pero se arrepintió al ver como Jungkook lo escaneaaba de pies a cabeza, deteniéndose en cierta parte específica.
- Creo que ya somos dos los depravados - dijo con coquetería al ver como el miembro de Nam también estaba erguido.
- E-es algo natural- quería golpearse mentalmente al haber tartamudeando, no debía lucir nervioso frente aquel gigante hombre.
- Puedo decir lo mismo, pero contrario a ti, yo puedo ayudarte a bajar eso- el alfa comenzó a ponerse de pie mientras arrinconaba al menor hasta la pared, llevando su nariz hasta el cuello de este - Me encanta como hueles, no sabes lo mucho que me provocas Namjoon y más cuando estás así tan nervioso- con calma fue acariciando su cuello con aquella nariz.
Nam se sentía extraño pues no le desagradaba del todo las caricias que estaba recibiendo, aunque nadie podía culparlo, tenía días que no se descargaba sexualmente y para él aquello era una tortura pues anteriormente cada noche tenía una linda chica sudando bajo su cuerpo.
- Déjame complacerte Namjoon, se que lo quieres, puede olerte- un escalofrío recorrió toda su columna en cuanto aquella traviesa lengua lamió su cuello.
- Aaahh - lo único que podía experimentar era vergüenza pues había jadeando por lo que otro hombre la hacia.
La mirada del mayor cambió de un momento a otro, ahora ambos se veían con aquel toque de lujuria.
Nam no quería sentir aquello pero su hombria casi dura le hacía ver que estaba disfrutando de las caricias de otro hombre.
- Dime que es lo que prefieres- su voz ronca seguía adormeciendo los sentidos de Nam - Mi pene o mi boca.
Al terminar de preguntar giró su vista hacia el humano, podía notar en aquellos ojos la indecisión, como si estuviera mal lo que sentía.
- No pienses, déjate llevar - sin pena alguna el alfa fue bajando sus labios hasta donde estaban los del menor, se moría de ganas de besarlo y al ver como este no se quitaba lo tomó como un permiso para poder hacerlo.
Justo cuando sus labios quedaban a pocos centímetros escucharon que la puerta de su cabaña fue tocada.
- Kookie podrías abrirme - Aquella voz de Jimin sacó del trance a Namjoon el cual se alejó de inmediato de Jungkook.
Sus mejillas se pusieron muy rojas al darse cuenta de lo que estuvieron a punto de hacer.
El alfa iba tan molesto había perdido una gran oportunidad pero no quería ser grosero.
- ¿Qué pasa Jimin?- preguntó apenas abrió la puerta viendo como el Omega se mareaba un poco por las fuertes feromonas que el alfa había soltado.
- Hoy es día de cacería y quise traerte esto- en las manos llevaba un a gran bandeja con comida - Debes ir fuerte así que prepare todo esto para ti para que comas antes de irte.
