Mientras mamá sostenía la piedra mágica sobre su oreja, por mi mente pasaron mil cosas. Era imposible que ella sintiera algo, ¿no? Si es un humano normal.
"Me pareció escuchar algo... No importa... Debo estar imaginando cosas, esta es solo una piedra", dijo, para luego lanzarla contra la última piedra con partículas incrustada en una esquina del santuario.
Di un suspiro de alivio antes de ir a recoger la piedrita que brillaba con mucha potencia, pero parecía que no se había llenado de partículas como para liberar al ser que estaba atrapado dentro.
Por ahora, había esquivado la bala, pero el susto no se me pasaba. Esa fue una advertencia clara: debía ser más cuidadoso en el futuro... Cualquier pequeño desliz podría ponerlo todo en riesgo.
"¿Ahora a qué le tengo que apuntar?"
"Creo... que ya está, tienes muy buena puntería, mamá".
"Bueno, me quedaré esperando a que venga tu padre", dijo y se fue hacia la salida del santuario que conectaba con la gran cueva.
Me hice el distraído cuando Tarún se fue junto a Rundia y escondí la piedra debajo de unas hojas que había sueltas en el piso. Todavía no tengo pensado decírselo a Aya, aunque seguro que se va a dar cuenta sola.
Luego de un tiempo, llegaron todos los demás con bastante comida entre sus manos.
Todo transcurrió normal hasta que a la noche desperté a Mirella.
"Psk, psk, Mirella".
Toqué su pequeño cuerpo que reposaba sobre el mío."¿Sí?"
Sorprendentemente ella parecía estar despierta.
"Ya sé, me vas a decir sobre lo que escondes bajo esas hojas... Puedo ver algo brillante y creo que son partículas"."¿Ehhh?" Exclamé en un susurro intenso.
"Bueno, sí... No pensé que ya te habías dado cuenta. No podemos hablar mucho, así que voy a ser breve, vos apareciste desde una piedra como esas, y ahora acabo de juntar todas las piedras que había en este lugar, pero parece que todavía faltan más para liberar al ser mágico que está dentro. Comunícale esto a Aya cuando estén a solas, yo no puedo. Gracias".
Inmediatamente me hice el dormido."¡Hey!" Ella subió uno de mis párpados con sus diminutas manos, mirándome desde cerca.
"¿Cómo es eso de que hay otro ser mágico?""Habla más despacio... Es como te dije, si ves más piedras con partículas entonces me avisas. Chau, me voy a dormir".
"¡T-Tonto!", dijo y sentí que se acomodaba bruscamente sobre mi panza.
Mirella se quedó en silencio por un momento, seguramente procesando la información. Finalmente dejó escapar un suspiro.
"¿Otro ser mágico? ¿Y si es un hada?" Murmuró para sí misma.***
Me desperté en medio de la noche sintiendo un cosquilleo en los pies. Cuando abrí los ojos, estaba Mirella investigando mi pie izquierdo.
"Uhm... Algo no está bien", murmuró, comparando con su vista ambos pies, mirándolos desde todos los ángulos.
"Es como si faltara algo".Intenté no mostrar preocupación y le respondí en voz baja,
"No te preocupés, Mirella. Es algo que ha estado así por mucho tiempo".Ella se sorprendió, sin darse cuenta que ya me había despertado.
"¡H-Hola! ¿Te desperté? ¡Lo siento!" Miró frenéticamente hacia los costados e infló los cachetes cuando detuvo su mirada en mí. Parecía no poder aguantar el decir algo.
"¡No me digas que la otra hada te hizo esto!"El grito hizo despertar a varios de los demás en el santuario.
"¿¡Q-Qué!? ¿¡De qué otra hada estás hablando!?" Mi voz salió como un chirrido.
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El pibe isekai
FantasyEn un espacio inter dimensional, Luciano, tras fallecer en un accidente, es reclamado como alma por la diosa Sariah para tener una segunda oportunidad de vida en un mundo primitivo lleno de magia y peligros. Él es enviado principalmente con el objet...