Luego de aproximadamente seis meses desde que nací, contando de a 30 días, empecé a movilizarme gateando. No debo descuidarme mucho o podría lastimarme, además de que todavía estoy desnudo.
Mi familia me observaba desde la entrada a la cueva,
"¡Mira cómo se mueve Luciano!", gritó mamá con una sonrisa de oreja a oreja mientras me miraba movilizarme lentamente por la cueva.
"Está creciendo tan rápido..." Agregó.Pasado todo este tiempo, ya había comenzado a agarrarles algo de cariño a mis nuevos padres. Ellos se comportan muy bien conmigo y son gente muy sacrificada por la forma que les toca vivir.
"Pronto estará explorando este mundo por su cuenta", comentó Rin.
"Pero por ahora, asegurémonos de que esté seguro y protegido"."¡Debemos mostrárselo a los chicos de la otra cueva!"
Sobreexcitada, mamá me agarro y me llevó corriendo hacia otra cueva cercana.Rin nos perseguía gritando desde atrás mientras esquivábamos los árboles.
"¡Si sabes que su niño es mayor que Luciano y todavía no sabe moverse! ¡No quiero que presumas demasiado!"Al llegar a la entrada de la cueva cercana, mamá me sostuvo con orgullo, respirando muy agitadamente por la carrera.
La cueva vecina estaba aproximadamente a unos doscientos metros de la nuestra. Dentro estaba habitada por una mujer que estaba sentada sobre el suelo y un niño que, como dijo papá, parecía a simple vista mayor que yo.La que supongo era la madre del niño, tenía su torso descubierto. Era una mujer tan joven como mi mamá, su cabello era largo y oscuro, con un suave flequillo cubriendo su frente. Ella salió se levantó del suelo al escuchar el alboroto.
"Rundia, ¿qué pasa? Se te ve emocionada".
Mientras más la seguía mirando, más hermosa se me hacía. Tenía unos ojazos negros que contrastaban con su piel blanca y llevaba puesta una prenda inferior parecida a las de todos los demás, una especie de falda hecha de pelajes negros y blancos. Por más que sea algo primitivo, todo combinaba a la perfección con su esbelto cuerpoRundia, sin poder contener su entusiasmo, me bajó al suelo y me animó a gatear.
"¡Mira, Anya! ¡Luciano ya puede moverse por sí solo!"Así que esta es la mujer llamada Anya... ¿Entonces como se llama la mujer que estuvo el día en el que nací?
Esta es la primera vez que me encuentro en el territorio de otros humanos, y al parecer todos son humanos 'modernos' por así decirlo. No son como las personas de la era prehistórica que habitaban en el planeta tierra. Como, por ejemplo, los... homo erectus o neandertales. Es como si tuvieran su entorno y conocimiento, pero en el cuerpo de un homo sapiens desarrollado en su plenitud.
Lo que sí parece ser cierto, es que las mujeres tienen hijos a muy temprana edad.
Bueno, vamos a presumir un poquito, ¿no? Je.Anya observó mientras yo me desplazaba con algo de supuesta torpeza por el suelo de la cueva. Luego fingí mejorar un poco.
"Así que este es tu hijito. Se ve que está creciendo tan rápido".
Aunque su voz era amable, había una sombra de preocupación que cruzó su rostro al pensar en su propio hijo, que aún no había alcanzado ese hito. Eso es lo que dijo Rin.Ellos tienen en su cueva a un animal extraño, se le pueden ver los ojos brillantes en el fondo de la cueva. ¿Será como su guardia? ¿O será inofensivo? Mmm... También me acuerdo que la otra vez vi a un ser con orejas largas que nos observaba desde lo lejos, pero no parecía ir a cuatro patas como este.
Es más raro este mundo...Y así conocí al pequeño, que dijeron que se llamaba Tarún, y a la señorita Anya. Al niño no lo quise mirar mucho porque estaba completamente desnudo, pero pude ver que tenía el pelo negro y la piel más morena que la de su madre. Ver a las personas desnudas es algo de lo que aún no me acostumbro.
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El pibe isekai
FantasíaEn un espacio inter dimensional, Luciano, tras fallecer en un accidente, es reclamado como alma por la diosa Sariah para tener una segunda oportunidad de vida en un mundo primitivo lleno de magia y peligros. Él es enviado principalmente con el objet...