Capítulo 14: El día más largo de Luciano.

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"Entonces vamos al santuario, ahí es el lugar más seguro y en el que hemos estado este último tiempo".

El que hablaba no era yo. Era Mirella. Ella se mantuvo volando en el centro de todos y tomó el mando momentáneamente hasta que yo me recompusiera.
Básicamente, Mirella acababa de decir que íbamos a ir al santuario de Aya, pero nunca le consultó a ella para saber si le parecía bien la idea.

"¿Qué es un santuario?" Preguntó Anya, casi que hablando por todos los demás.

Aya rápidamente tomó la palabra, después de todo, era su lugar más importante en el mundo.
"Es un lugar sagrado para aquellos que lo habitan y lo protegen. Los requisitos para entrar son simples en apariencia, pero profundos en significado. Deben tener respeto por la naturaleza y la magia, así como una intención pura y noble".

Eso es algo que ya había oído antes, dijo lo mismo que nos había dicho a Mirella y a mí. Lo dice de una manera tan convencida que pareciera que hubiese estado practicando esas palabras por muchos años.
'Santuario' lo hacía llamar, pero realmente no se veneraba a ningún santo o cosa en especial. No sé de dónde sacó la palabra. Solo hay un pictograma del supuesto rey demonio, la verdad es que todo era medio confuso.

La cueva, aunque familiar y reconfortante, se sentía ahora solo como un refugio temporal, cargado de tensiones y miradas que reflejaban una mezcla de cansancio, preocupación y frustración. El ambiente dentro estaba cargado de la adrenalina de la huida y la tensión del conflicto recién vivido. La calma llegaba gradualmente a medida que la noche se asentaba y todavía no nos atacaba nadie, pero la sensación de amenaza seguía palpable.
Eso es lo que pude observar los minutos que estuve esperando fuera de la cueva. Si bien no quería perder tiempo, la situación ameritaba esperar un rato hasta calmar las aguas. Más que todo por Rin.

Cuando Aya terminó de hablar con los demás, me uní a Mirella en un punto central. Ahora no solo se trataba de sobrevivir, sino de establecer un nuevo camino para todos nosotros.
"Hemos logrado salir de una situación crítica, pero no podemos quedarnos aquí. Ya que hemos pensado en un lugar más seguro para todos, necesito saber quiénes están preparados para cualquier cosa que venga.
Lo que necesito es que me digan quiénes nos seguirán. Yo lo que sí puedo asegurarles es que, junto a Mirella y Aya, vamos a dar lo mejor de nosotros para protegerlos".

Solo dije esas palabras para sonar más confiable, pero en realidad, a todos se les notaba en la cara que íbamos a seguir siendo un grupo unido.

Por cierto, terminé de meter a Aya en nuestros problemas... Eh... Bueno, qué le vamos a hacer, ¿no? Al fin y al cabo, ella quiso seguirme.

Anya tomó la palabra, como lo hacía regularmente.
"Estamos todos en esto, Luciano. ¿Recuerdas que nos habías invitado a unirnos a tu familia?
Ya hace un tiempo que tenemos claro que debemos seguir con ustedes. Además, si mi hijo y yo nos quedamos, nos vamos a aburrir mucho en este lugar, ¿no es cierto?"

"Sí, mamá. Yo también quiero quedarme con ellos".

"Supongo que no tenemos otra opción que seguirlo a él..."

"¡H-Hermana! No seas tan dura con Luciano, si antes me dijiste que..."

La gemela malvada le tapó la boca y se tiró sobre ella para que no hablara. Eso siempre le pasa por querer ocultar sus pensamientos.

Aya observó el intercambio entre las gemelas con una leve sonrisa, su serena presencia ayudaba a calmar un poco el ambiente tenso.
"Bueno, parece que la decisión está tomada", dijo, girando su mirada hacia todos los presentes.
"El camino hacia el santuario es siguiendo el agua en la que estuvimos antes, avísennos cuando estén listos".

El pibe isekaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora