Una Vida Entre Universos

Capitulo Ocho

Una tarde tranquila, Elsa estaba en su habitación cuando su padre entró, sosteniendo un libro antiguo y gastado, con una tapa de cuero que se le hizo conocido.

-Mira, Melisa, lo que dejaste -dijo él, ofreciéndole el libro.

Elsa lo tomó, sus ojos brillando de emoción.

-¡A caray! Justo estaba pensando en ese libro -exclamó, pasando suavemente las manos por las páginas.

-Cuida siempre tus cosas -respondió su padre.

Elsa, se sentó junto a su padre mientras el miraba la televisión y ella observaba el libro esperando ver algo nuevo en sus páginas pues ya había pasado tiempo desde la última actualización que este le había dado. Pronto, comenzaron a aparecer textos dónde describía la trágica muerte de dos personajes, Elsa sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo al ver que la historia hablaba de los reyes, de sus padres.

-¿Qué...? -dijo, sus ojos clavados en el libro, incrédula.

Su padre que estaba viendo el televisor notó su expresión pálida y la miró con preocupación.

-¿Pasa algo?

Su madre, quien acababa de entrar, también la observó.

-Hija, estás pálida. ¿Te encuentras bien?

Elsa tragó saliva, fingiendo una sonrisa.

-Sí... sólo... sólo necesito ir al baño.

-Ve con cuidado -le advirtió su padre-. Recuerda que tu operación fue reciente.

Ella asintió, asegurándoles que estaba bien, y se levantó con torpeza. Mientras caminaba hacia la puerta, lanzó una última mirada al libro, como si dudara de lo que acababa de leer. Sin embargo, antes de salir, sintió que el mundo giraba a su alrededor, y estuvo a punto de caerse.

-¡Hija! -exclamó su padre, sosteniéndola antes de que perdiera el equilibrio-. ¿Estás segura de que estás bien?

-Sí, sí, sólo me tropecé -mintió la chica.

Su madre se acercó para ayudarla.

-Ven, te llevaré.

La acompañó hasta la puerta del baño, donde Elsa cerró la puerta y se apoyó contra la pared, su mente desbordándose de preguntas.

—¿Cómo es posible? —murmuró Elsa para sí misma—. ¿Este libro me muestra lo que sucedió... o lo que va a suceder?

Dudaba, pues no tenía cómo comprobarlo. No había comprado el resto de las historias y Jack no tenía toda la información. Además, no había visto a ninguno de sus amigos o familiares para corroborar lo que el libro insinuaba.

Mientras se recuperaba, Elsa comenzó a entender que aquel libro podría ser más que una simple colección de relatos. Tal vez le estaba revelando su propio destino, o el destino de aquellos que amaba. A medida que avanzaba en la lectura, las similitudes entre la historia y su propia vida se volvían inquietantes.

En el relato, los padres de Elsa emprendían un viaje peligroso, y en una parte, relataba una historia de como su hermana emprendió una búsqueda para encontrar a Elsa, ya que al revelar sus poderes el reino cayo en desgracia, pero en este aparecía una versión mas grande de ella. La cual la confundía más, pero una pregunta la atormentaba "¿Y si mis padres están...?" La duda la asaltó, llenando su mente de preguntas, y un profundo miedo comenzó a brotar en su interior.

Subió a su habitación y se dejó caer en la cama, su mirada perdida en el vacío. De repente, un suave frío llenó el aire. Elsa levantó la vista y, como salido de un sueño, allí estaba Jack.