La luz sigue ahi

558 90 8
                                    

El bus por fin llegó a su destino. Izuku, junto con sus alumnos, descendieron en silencio. Los estudiantes observaban el lugar con asombro y temor, impresionados por el tamaño intimidante del sitio, que parecía una prisión de máxima seguridad.

-De acuerdo, aún no les he dicho de qué tratará el entrenamiento de hoy -comenzó Izuku con voz firme, atrayendo la atención de todos-. El ejercicio consistirá en aprender a usar sus dones en espacios reducidos, como edificios. Algunos de ustedes tienen poderes capaces de destruir una ciudad entera, pero... ¿qué pasaría si ese poder se libera en un lugar pequeño, lleno de gente inocente? ¿Cómo enfrentarían esa situación? ¿Cómo pelearían contra un villano sin destruirlo todo ni herir a alguien? Mejor aún, ¿cómo controlarían su don para pelear en un lugar repleto de personas... sin causar una catástrofe?

Las preguntas de Izuku sembraron una tormenta de pensamientos en la mente de cada estudiante, cada uno buscando la respuesta adecuada en medio del silencio abrumador.

-No necesito que me respondan ahora -añadió Izuku con autoridad-. Quiero que me lo demuestren.

Con esa frase, el aire se tornó pesado. Los estudiantes intercambiaron miradas nerviosas antes de seguir a su profesor hacia el imponente edificio.

Sin embargo, la más joven de los Todoroki permanecía en silencio, su mente atrapada en una vorágine de emociones. Sentía su corazón latir violentamente cada vez que sus ojos se posaban en Izuku. Sus mejillas se ruborizaban con fuerza, y su respiración se aceleraba, apenas capaz de mantener la calma.

Izuku, notando su estado, se acercó con una expresión preocupada.

-Oye, ¿estás bien? -preguntó, su voz teñida de genuina inquietud.

-S-Sí, solo tengo un poco de calor... -respondió Todoroki, intentando ocultar los nervios que le provocaba estar tan cerca de él.

-Si no te sientes bien, podemos dejar el ejercicio para otro día. No quiero que te esfuerces demasiado -insistió Izuku, acercándose un poco más.

El corazón de Todoroki parecía a punto de explotar. "¡Por favor, para! ¡No ves que tú eres la maldita razón de todo esto!", pensaba ella, llena de ansiedad.

-No es necesario, solo... necesito un poco de agua -dijo al final, intentando cambiar de tema.

Cuando intentó levantarse, Izuku la detuvo suavemente.

-Espera aquí. Yo te traeré el agua. Descansa, ¿sí? -le dedicó una pequeña sonrisa, como si no notara el caos emocional que desataba en ella.

-De verdad, no hace falta. Yo puedo ir por el agua -protestó Todoroki, cada vez más nerviosa por la cercanía de Izuku.

-Lo hago porque me preocupo por ti. Y no quiero escuchar más excusas -respondió Izuku con firmeza-. Quédate aquí. Yo iré por el agua.

Sin darle más opción, Izuku se dio la vuelta y caminó hacia la fuente de agua. Sin embargo, antes de que pudiera dar unos pasos, un estruendo resonó en el aire. De repente, sintió un dolor punzante en su hombro.

-¿Eh...? ¿Qué es este dolor...? -murmuró, llevando una mano a su hombro. Al tocarlo, sintió el cálido líquido que empapaba su ropa-. Sangre... ¿en qué momento...? ¿Ya nos atacaron...? Ni siquiera entramos al edificio... ¿dónde están mis alumnos?

Su visión comenzó a nublarse. La pérdida de sangre le estaba afectando más rápido de lo que esperaba.

Todoroki, al ver cómo Izuku recibía el disparo, actuó de inmediato. Con un grito ahogado, levantó un muro de hielo frente a él, intentando protegerlo. Pero las balas eran implacables. Las capas gruesas de hielo no bastaban; las balas seguían perforándolas con facilidad.

-¡Izuku! -gritó desesperada, observando cómo él recibía un segundo disparo, esta vez en la pierna.

Izuku se desplomó al suelo, inmóvil. Adolorido y desorientado, miraba a su alrededor con creciente terror.

-¿Qué... qué está pasando? ¿Dónde están mis alumnos? -intentaba gritar, pero su voz apenas era un susurro, apagado por el miedo.

Todoroki, sin dejar de gritar su nombre, corrió hacia él, intentando detener la hemorragia con lo que tenía a mano. Pero Izuku ya no la escuchaba. Su cuerpo comenzaba a ceder al cansancio, los párpados le pesaban como si llevaran toneladas. Todo a su alrededor comenzaba a desvanecerse en una oscuridad abrumadora.

Con un último esfuerzo, levantó el brazo y, con una sonrisa débil, le susurró a Todoroki:

-Lo siento... fallé otra vez...

Y con esas palabras, Izuku cayó inconsciente.

-¡Izuku! -gritaba Todoroki, desesperada-. ¡Levántate! ¡Tus alumnos te necesitan... yo te necesito! ¡No me dejes!

La desesperación la consumía. Sus emociones explotaron, y su don reaccionó. Las llamas y el hielo se desataron a su alrededor, congelando y quemando todo a su paso. Las balas que habían sido como lluvia momentos antes, ahora se detenían en el aire, incapaces de atravesar la furia desatada de Todoroki.

Pov Izuku:

-¿Dónde estoy...? ¿Por qué escucho a Todoroki gritar...?

-Vamos, Izuku, ¿acaso no quieres salvarla? -Una voz resonó en su mente, cruel pero tentadora.

-No creo que pueda... No tengo fuerzas para hacerlo... soy una carga para ella... Es mejor que me quede aquí y muera.

-¿De verdad crees eso? Si eso fuera cierto, ¿por qué sigue protegiéndote? ¿Por qué no te deja morir?

-No lo sé... nada tiene sentido. Ella debería dejarme...

-¡Eres un tonto! Ella jamás haría eso. ¡Te quiere, está luchando por ti! Y tú... tú menosprecias su esfuerzo.

-Pero... ¿qué puedo hacer...? No tengo con qué luchar...

-¿De verdad crees que no tienes nada?

-No...

-¿Y esa absurda fuerza que posees? ¿De dónde crees que viene?

-No lo sé... solo es la fuerza que tengo por entrenar.

-No seas estúpido. Esa llama aún arde en ti. Solo está cubierta por cenizas. Mira dentro de ti, Izuku. Tú quieres ser un héroe, ¿no es así?

-Sí.

-¿Quieres salvarla, verdad?

-Quiero salvarla...

-Entonces, ¿qué te detiene?

-Tengo miedo...

-Convierte ese miedo en emoción, Izuku. Deja que esa emoción sea tu combustible. Llora si es necesario. Tiembla si debes hacerlo. Pero no dejes que nadie más muera. Sé un héroe. Porque eso es lo que eres, tu siempre seras un heroe, no importa el don que tengas, sino las acciones que haces, esa es la esencia de un heroe

Fin del capítulo

Tardo mucho, y lamento si es mediocre este capitulo, como dije ya varias veces, solo hago esto para matar el tiempo, pero no se como mierdas esta llegando a tanta gente, me alegro y me da ansiedad a la vez, porque no le meto tantas ganas como para que la gente lea esto

Un simple profesor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora