La nube gris antes de la tormenta

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El autobús avanzaba mientras que en su interior los alumnos conversaban entre ellos, animados. Sin embargo, nuestro protagonista, como siempre, estaba perdido en sus propios pensamientos.

—Tal vez podría abrir un restaurante… No, soy pésimo atendiendo al cliente. —se decía a sí mismo con una media sonrisa—. ¿Y si contrato a alguien que atienda mientras yo cocino? Podría funcionar. O… podría abrir una cafetería o una heladería. ¡Ya sé! Una cafetería donde solo vendan café frío, y ya tengo de dónde sacar el hielo gratis... —murmuró, echando una rápida mirada de reojo a Todoroki.

Dejó escapar un suspiro mientras volvía a sumirse en sus pensamientos.

—Dejando de lado estas ideas absurdas, debería concentrarme... La USJ… Aunque hayan reforzado la seguridad, sigue teniendo muchos puntos débiles. Es el lugar perfecto para un ataque sorpresa… Por más que haya hablado con el director, aún me siento inseguro. Esa rata... nunca parece tomarse las cosas en serio.

Hace unas horas atras:

—Al menos podría llevarme a otro héroe conmigo, ¿no, Director? —reclamó Izuku, cruzando los brazos.

—No creo que sea necesario, Midoriya —respondió el director con autoridad—. Con ustedes dos es suficiente. Además, Todoroki está entre los mejores. ¿Para qué necesitar a alguien más cuando tienes a la número dos de tu lado? Hoy en día la tasa de criminalidad es muy baja. Las probabilidades de que ocurra algo son prácticamente inexistentes.

Izuku soltó un leve suspiro, visiblemente frustrado.

—Usted sabe lo que ocurrió la última vez, Director. Y en esa época, la criminalidad también era baja gracias a All Might, pero al final… de todos modos pasó lo que pasó.

El director, con una mirada seria, lo interrumpió:

—Ya no estamos en el pasado, Midoriya. Las cosas han cambiado.

—El pasado es historia. Los seres humanos vivimos de la historia. Aprendemos de nuestros errores. Es necesario recordar y comparar el pasado para no cometer los mismos errores. —Izuku se levantó de su asiento con una mirada sombría—. Usted, más que nadie, debería saber eso, siendo una de las personas más inteligentes de este país. Pero está bien… Si algo sucede, la culpa será solo suya. Se lo advierto.

El silencio se hizo pesado en la oficina. El director se quedó inmóvil, sin responder.

—Supongo que ese silencio es tu respuesta… —murmuró Izuku, antes de girarse y salir del despacho.

Al salir, se encontró con Todoroki esperando justo detrás de la puerta.

—¿Me estabas esperando o me estabas espiando? —le preguntó con una ligera sonrisa en los labios.

—Solo te estaba esperando… —respondió ella, con una leve nota de pena en su voz.

El aire entre ellos se tornó denso. Izuku se perdió en sus propios pensamientos mientras caminaban.

—Es agradable hablar con alguien tranquilamente de vez en cuando... Se siente reconfortante. A veces, me pregunto si todavía existo para alguien. No quiero volver a abrir mi corazón... La última vez que lo hice, todo salió mal. Ellos siguieron con su vida, pero yo... yo todavía no lo supero. Todavía duele... demasiado. Me siento tan solo... A veces me cuesta respirar. —Su voz en su mente temblaba con cada pensamiento, pero el exterior de su rostro no revelaba nada.

—¿Y si ella es diferente? —se preguntó fugazmente, antes de sacudir la cabeza—. No… no quiero ilusionarme otra vez. Yo solo quiero vivir... A veces digo que quiero morir, pero sé que no es verdad. Sé que, en el fondo, hay algo en mí que se aferra a la vida. A la esperanza de encontrar un camino más limpio, sin piedras afiladas, sin agujeros que me hundan. Solo un camino lleno de luz. ¿Es mucho pedir? ¿Está mal querer vivir algo hermoso, solo una vez? ¿No soy lo suficientemente bueno? ¿No lo merezco?

El peso de sus pensamientos se volvió insoportable, y no pudo contener más las lágrimas. Una gota cayó silenciosa por su mejilla, seguida por otra.

Todoroki, alarmada, lo miró.

—¡Izuku! ¿Qué te pasa?

—no...no es nada—decia intentando esconder su dolor

—Por favor, dime... Yo solo quiero ayudarte. Déjame ayudarte... Solo una vez, me gustaría ser yo quien te salve a ti, no al revés... —dijo, mientras lo tomaba del brazo, aferrándose con fuerza.

Izuku, conmovido, la abrazó con suavidad. Se inclinó hacia su oído y, con voz temblorosa, susurró:

—No te preocupes por mí, tonta... Solo preocúpate por los demás. Perdón si te hice sentir mal.

Todoroki, con el corazón agitado, lo abrazó aún más fuerte.

—No me importan los demás... Eres tú a quien quiero proteger. Solo a ti... —murmuró, aferrándose a él con desesperación.

Izuku cortó el abrazo con delicadeza.

—Tenemos que ir a clase, Todoroki. Yo me adelanto —dijo, alejándose.

Todoroki se quedó inmóvil, mirando al vacío. Apoyó su frente en la pared.

—Era cálido… y olía tan bien. Me hubiese gustado quedarme así un poco más... Supongo que sigo enamorada de él —susurró para sí misma, mientras su rostro se teñía de un intenso rubor.

Izuku, mientras tanto, caminaba hacia la azotea. Su mente era un torbellino.

—¿De verdad le importo tanto? —se preguntaba—. ¿De verdad soy tan importante para ella como para dejar de lado a los demás? No quiero ilusionarme otra vez… No puedo…

Ya en la azotea, encendió un cigarrillo, intentando calmar sus pensamientos. Observó el cielo, como siempre.

—Cuando estás solo... empiezas a notar lo hermoso que puede ser el cielo o los árboles. Me gusta ver las nubes al atardecer, teñidas por el sol casi escondido, con colores tan hermosos... Incluso los días grises me parecen lindos. No entiendo por qué a la gente no le gustan… El cielo gris, acompañado por un viento fuerte, me hace sentir algo... algo hermoso.

De pronto, escuchó la puerta abrirse. Era All Might.

—Perdón si te molesto nuevamente Midoriya —dijo, con una voz suave.

—¿El símbolo de la paz? ¿Qué te trae por aquí? —respondió Izuku, casi sin ganas de hablar.

—Sé que no tienes ganas de hablar conmigo… Solo vine a entregarte esto. —Le mostró un maletín.

—¿Qué es? —preguntó Izuku, con una leve curiosidad.

—Es algo que te hará un héroe.

FIN DEL CAPÍTULO

Se que es un capitulo de mierda, pero bueno, no esperen mucho de mi, solo soy un novato en esto de la escritura, porque ya nadie comenta nada? Pipipi, ya no les está gustando? Ahh y gracias por los 1k de visitas

Un simple profesor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora