pequeña humillacion

486 41 6
                                    


El director tosió levemente.

—Todoroki, creo que este no es el mejor lugar para hacer estas cosas. Sé que extraña a su compañero, pero ahora mismo estamos en una clase...

—Lo siento, director. Yo solo extrañé mucho a Midoriya —dijo la bicolor, aferrándose más fuerte al peliverde, para luego finalmente soltarlo.

—Mi corazón no puede con tanto, denme un respiro, apenas es mi primer día —pensaba Izuku, ya cansado.

—Bueno, dejando de lado lo que acaba de pasar, ¿podrían presentarse, por favor? —dijo el profesor Aizawa, que estaba al lado del director.

Suspirando un poco, Izuku se presenta:

—Mi nombre es Izuku Midoriya, es un placer conocerlos, jóvenes. Tengo 25 años y, al igual que ustedes, también fui alumno de esta academia. Desde hoy seré su nuevo profesor. ¿Alguna pregunta que quieran hacerme? —decía Izuku, un poco serio.

Una alumna levantó la mano en señal de querer hacer una pregunta.

—¿Cuál es tu pregunta, jovencita? —dijo Izuku con una pequeña sonrisa.

—¿Usted y la señorita Todoroki son pareja? —preguntó la alumna de manera inocente.

Izuku, un poco sonrojado, le respondió:

—N-no, no somos pareja, solo fuimos compañeros alguna vez. ¿Alguna otra pregunta que no tenga relación con eso?

—¿Usted extraña ser un héroe? —dijo un alumno, de manera fría.

Izuku, un poco desconcertado por la pregunta, se quedó helado, sin saber qué responder.

—Yo... la verdad me dejaste un poco descolocado... Claro que extraño ser un héroe —dijo Izuku, mirando hacia abajo, melancólico—. Amaba salvar a las personas, sentir el agradecimiento y la sonrisa que me daban aquellas personas a las que salvaba. Valía cada hueso roto, encendía en mí una emoción cálida, una emoción embriagante de la que uno no se cansa de sentir... Pero no todo tiene un final feliz —culminó su respuesta con una sonrisa forzada.

—Midoriya... —dijo la bicolor.

El ambiente se volvió un poco pesado luego de aquella declaración. Todos se sentían un poco mal por haberle hecho recordar malos momentos a su nuevo profesor, pero en ese instante, el director intervino para calmar las aguas.

—Excelente presentación, joven Midoriya. Ahora te toca a ti, Todoroki —dijo el director, con un semblante tranquilo.

—Bueno, no sé cómo hacer estas cosas. Nunca fui buena dando presentaciones. Supongo que me llamo Shoto Todoroki, soy una heroína, como ya todos saben... Tengo 25 años también, y mi don es lanzar hielo y fuego. Creo que eso es todo.

—Qué simple —pensaban al unísono los alumnos.

—Señorita Todoroki, ¿usted también será profesora en esta academia? —preguntó una alumna, curiosa.

—Sí, pero solo serán algunos días. Debido a mi trabajo, no podré asistir a muchas clases, pero junto con Midoriya seremos profesores de esta clase, los dos juntos —dijo la bicolor, con una pequeña sonrisa.

—Escuché mal, ¿cierto? ¿Yo y Todoroki? ¿Esto es un sueño, verdad? Maldita sea, primero Bakugo, luego esta chica... Solo falta que aparezca ella... —pensaba Izuku, molesto—. Y ¿por qué decidiste ser profesora de un momento para otro, Todoroki? Digo, eres una heroína exitosa, ¿cuál es el punto de ser profesora?

Acariciándose la mandíbula, Todoroki pensó en su respuesta:

—Lo soy por ti.

—¿Eh?

Luego de aquella respuesta, se escuchó un pequeño grito al unísono de toda la clase:

—¡KYAAA!

—En serio, paren de hacer ese grito, es raro y molesto —pensaba Izuku.

—¿O sea que usted gusta del profesor, señorita Todoroki? —preguntó una alumna.

La bicolor se sonrojó de sobremanera ante tal pregunta.

—¿¡Y tú por qué te sonrojas!? Solo niégalo y ya, antes de que se esparzan rumores sobre nosotros —pensaba Izuku—. Creo que ya fueron suficientes preguntas, director —dijo el peliverde, intentando calmar la situación.

Mientras tanto, Todoroki estaba tan sonrojada que parecía echar humo.

—¿Todavía me gusta Midoriya? Creo que sí... Él sigue siendo importante para mí después de todo. Pero, ¿es amor de verdad lo que siento? ¿Habrá cambiado? ¿Seguirá siendo la persona de la cual me enamoré? Supongo que solo me toca ver y descubrir.

—Cinco minutos, cinco malditos minutos, y ya me siento cansado. Esto es demasiado para mi cabeza... pero apenas es el primer día. ¿Podré aguantar hasta fin de mes? —pensaba Izuku.

Luego de todo lo ocurrido, el director y el profesor Aizawa explicaron hasta cuándo Midoriya y Todoroki serían sus profesores. Tras aquella explicación, Izuku, Todoroki y toda la clase estaban en el patio de la academia. Los estudiantes se preguntaban qué hacían afuera.

—¿Por qué tienen esa cara de duda? ¿El profesor Aizawa no los saca afuera de la clase o qué? —dijo Izuku.

—Sí nos hace salir, pero usted nos está pidiendo que lo ataquemos entre todos. ¿No es eso una locura, profesor? Usted no tiene un don, no creo que pueda contra todos nosotros —respondió una alumna.

—Oh, no te preocupes por mí, ustedes son demasiado débiles. No me van a hacer ningún rasguño —dijo Izuku, con soberbia en sus palabras.

Esas palabras enfurecieron rápidamente a los alumnos, que dejaron subir la rabia y adrenalina a sus cabezas. Los estudiantes empezaron a atacar al unísono.

—Ven, les dije que eran débiles —dijo Izuku, sacudiendo un poco su ropa, mientras sus alumnos estaban en el suelo, derrotados.

—¿Cómo carajos lo hizo? —dijo un alumno, enojado.

—Atacaron sin estrategia. Todos atacaron a la vez, lo que me permitió usar eso a mi favor, haciendo que ustedes se lastimaran entre sí. Si siguen atacando sin una estrategia y de manera desorganizada, en una batalla de verdad morirán. Por cómo están ahora, son basura sin potencial. No puedo creer que Aizawa los haya aceptado; se volvió muy blando con el pasar del tiempo —dijo Izuku, sin una pizca de empatía.

Toda la clase estaba cabizbaja. No podían creer que alguien sin un don les hubiera ganado. No solo les ganó, los humilló él solo, sin un don. Toda la clase estaba enojada consigo misma.

Izuku suspiró antes de decir:

—Bueno, para la próxima clase mejoraremos las cosas que hacen mal. Esta solo era una clase de retroalimentación para ver cómo estaban. Ahora la señorita Todoroki seguirá por mí la clase; yo tengo algo que hacer, volveré enseguida —dijo Izuku, marchándose y alzando el brazo en señal de despedida.

—Espera, yo no sé qué hacer —dijo Todoroki, un poco asustada por no saber qué hacer.

Pero Izuku ya se había ido del lugar, dejando a Todoroki sola y sin opciones.

—Bueno, ¿quieren pelear contra mí también? —preguntó la bicolor, de manera inocente.

Mientras tanto, Izuku estaba en el techo de la academia, fumando un pequeño cigarro y mirando tranquilamente el paisaje que le regalaba la ciudad. El fresco viento acompañaba el ambiente de manera acogedora.

—Quisiera quedarme un poco más aquí y no hacer nada —decía Izuku, mirando la nada—. ¿Se puede saber qué quieres de mí, All Might?

—¿Cómo supiste que era yo? —respondió All Might.

Fin del capítulo

Perdón si es muy aburrido el capítulo, no le metite tantos ánimos la verdad

Un simple profesor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora