*Más tarde...*
Mar había regresado acompañada por Merlín. Sasha pudo presenciar el pequeño instante en el que sus padres cruzaron miradas nuevamente y percibió cómo ambos se contuvieron, sin saber muy bien qué decirse ni qué hacer. Santino notó que su papá no le quitaba los ojos de encima a Mar y que estaba a punto de lanzarse y abrazarla, aunque sabía que ella no lo iba a apreciar. Mientras que Mar le esquivaba la mirada, nerviosa. El momento fue interrumpido cuando la pesada de Única se acercó a Mar y le dió un abrazo cargado de falsedad.
Sasha no podía entender qué veía su papá en una persona tan vana. Incluso cuando él mismo había presenciado la parte más negativa de Juan, este último realmente se había esforzado por dejar atrás esos aspectos negativos de su personalidad. En cambio Única cada día era más manipuladora. Sasha se daba cuenta cómo estaba enroscando a su papá en su jueguito. A ella lo único que le importaba era la popularidad que le podía dar un shippeo, sobre todo si ese shippeo iba en contra de la popularidad de Marrey.
A pesar de todo, Sasha estaba feliz de ver a Mar nuevamente con ellos. Si bien esta versión de su mamá era mucho más jovencita que la que él recordaba, no dejaba de sentirse contenido en su presencia. Le hubiera gustado poder compartir muchos más momentos con ella, pero tenía miedo que su intuición le indicara que él estaba ocultándole algo.
Después de que Mar saludó al resto de los chicos y a Zeki, él se acercó a ella sin saber muy bien cómo encararla.
-Hola Ma... Mar. Me alegra que estés de vuelta acá.
-¡Holaaa Sashiii! dijo ella con mucha efusividad y lo tironeo en un abrazo-. ¡Ay... no sé qué me pasó, pero me dieron unas ganas así grandotas de abrazarte! -confesó acelerada, cacheteando la cara del chico y tironéandole un cachete-.
-Está bien, yo ya sé que soy irresistible -lanzó el menor con su característica arrogancia y humor y guiñándole un ojo-.
-Oiga, eh... qué atrevido, chiquito. Me parece que usted se está juntando demasiado con el narciso mayor...
-¿El narciso mayor?
-Rey -respondió ella con un suspiro cargado de melancolía-. No sé por qué pero me hiciste acordar a él -añadió mirándolo firmemente a los ojos-.
Sasha la observó por unos instantes mientras ella estaba perdida en sus pensamientos. Entendía que las haditas le habían advertido que tratara de no intervenir, pero no podía evitar verlos así. Algo, aunque sea chiquito, tenía que hacer.
-Ahhh, sí. Ufff, no te imaginas lo que anduvo ese estos días que vos no anduviste por acá, con los ánimos por el sopi. Igual, en un momento se puso un poco denso con el videoclip triste, viste cómo es él de emocional.
-Ah... ah ¿Tan mal así?
-Uf, no te imaginas, andaba con cara de perrito mojado arrastrándose por los rincones. No dejaba de ver los noticieros de Krikoragán, aunque algunos fueran transmitidos en Krikon.
Mar asintió tratando de procesar la información que su hijo le estaba dando. Sasha pudo notar cómo los ojos de su mamá se humedecian con lágrimas sin derramar y la mente se le nublaba con pensamientos difíciles de encauzar.
Él ya no tenía dudas que todavía quedaba una llamita de amor viva en ese corazón, y por eso mismo haría lo necesario para reavivar ese fuego que sus padres sentían el uno por el otro.
-Bueno, Marcita. Me encanta que estés de vuelta por acá. No te vuelvas a ir sin avisar que TODOS la pasamos mal cuando vos estás lejos -dijo el joven, acercándose de sopetón y le dió un beso tierno en la mejilla-.
-Mar lo miró de reojo, aún confundida, y pasó su mano por el lugar en donde había impactado el beso. Había algo en ese gesto de Sasha que le daba unos fliquitis rarísimos. Como si no fuese la primera vez que el chico la saludaba así aunque, literalmente, Sasha nunca había tenido tanta cercanía como para saludarla así. No obstante, ella sentía que ese era un hábito para ellos, lo más común y natural del mundo. Había un rastro de ternura y un remolino de emociones que no podía entender ni nombrar alborotadas en su pecho.
Mar sintió que algo faltaba en su corazón y en sus brazos. Como si de pronto se hubiese despertado de un sueño extremadamente realista y hubiese soñado toda una vida que ahora le era arrebatada. Su alma sentía saudade de algo que todavía no conocía, pero que era tan concreto como el suelo bajo de sus botas.
Sasha no escuchó cuando Mar miró al cielo y le imploró a sus haditas:
-Ay, haditas. ¿Qué está pasando acá? ¿Qué son estos fliquitis maternalientos que me dieron? ¿Qué mensaje me quieren transmitir?

ESTÁS LEYENDO
A tempo
FanfictionAU Marrey en el cual Sasha, por intermedio de la magia de las haditas, es enviado desde el futuro al pasado para reunir a sus padres, Mar y Rey, y así evitar una catástrofe. [CRACKFIC, pero si quieren es en serio 👀]. Publico también en tiempo real...