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—Déjame...

—Suéltalo. —Una figura se alzaba detrás de su agresor. El dueño. El que se hacía llamar Señor. 

Jimin abrió los puños mientras el alivio lo llenaba.

—Consensual es la palabra operativa aquí, y él no lo está consintiendo, —dijo el Amo con esa voz profunda y suave.

El idiota se dio la vuelta, todavía sosteniéndolo por el pelo.

—Él lo hizo. Deberías haberlo visto observando los azotes. Él quiere eso.

—En realidad, no. No tiene ningún interés en ser azotado y no tiene interés en ti.

La mano del Amo J se cerró alrededor de los dedos que envolvían su pelo, y luego de un segundo, estaba libre.

Sus piernas estaban temblando demasiado como para poder levantarse. Abrazándose a sí mismo, se acurrucó en el lugar. Otro hombre apareció, este con una insignia amarilla sobre su chaleco de cuero.

—¿Hay problemas aquí?

El idiota señaló al Amo.

—Él interrumpió mi escena.

—¿Acabas de acusar al Amo J de interrumpir una escena? —El portero parecía sorprendido.

—¿El Amo J?

—Él no quería. 

El Amo J, le extendió una mano a Jimin, y él la cogió. Su mano era dura y fuerte, y el Amo tiró de él para ponerlo de pie con tanta facilidad que le dio miedo.

—¿Estás bien, pequeño?

Jimin tomó un aliento y asintió con la cabeza. Si tratara de hablar, su voz saldría miedosa, por lo que sólo mantuvo la boca cerrada.

—Ven aquí. Lo envolvió con un brazo a su alrededor, metiéndolo en su costado.

Era tan grande que Jimin se sentía pequeño a su lado. Pequeño y delicado.

El intento de agarrar a Jimin del idiota fue interceptado por el Amo J, y luego el portero lo agarró por el cuello.

—Aplícale un mes de suspensión y que repita la clase entera de entrenamiento si desea regresar después de eso, —Le dijo al portero. —Al parecer, no estuvo prestando atención.

—Él ni siquiera habló con J... él no... —el idiota protestó. Arrastrándolo lejos, el portero le dijo con voz molesta.

—El Amo J no sólo es el dueño de este lugar, imbécil, sino que siempre sabe lo que quieren los subs. Siempre.

Jimin se estremeció. 

El hombre le había llamado sub, ese sería el término entonces, para el que estaba siendo adiestrado. 

¿Por qué estaba pensando acerca de la terminología ahora? Se las arregló para inhalar, comenzando a respirar de nuevo. Él lo llamó sub. No había manera de que fuera un sub. Mierda, tenía que irse a casa.

El Amo J se rió entre dientes.

—Mal día, ¿eh? —Envolvió sus brazos alrededor de Jimin sosteniéndolo firmemente. Su mano le apretó la cabeza en el hueco de su hombro. 

Reconfortante y Seguro.

Jimin soltó una media carcajada y tuvo un estremecimiento.

—Él iba a a-azotarme. Y nadie nunca se habría dado cuenta... —Jimin niveló su voz. — Gracias.

—Fue un placer. —El Amo J, se quedó allí, sosteniéndolo, dejando que la gente circule entre ellos como el agua alrededor de una roca. Indiferente. Nada parecía molestar a este hombre.

MAESTROS DE EUFORIA 1 ⛓️ EL AMO JDonde viven las historias. Descúbrelo ahora