En el norte de la Patagonia, la reducción de los montes frutales ha llevado a los pequeños productores a buscar alternativas que les permitan mantener la rentabilidad y la estabilidad de sus tierras. Es aquí donde entra en juego la agroforestería, una técnica que combina árboles con cultivos y ganadería para diversificar las actividades productivas.
Los sistemas agroforestales desarrollados por el INTA Alto Valle incluyen plantaciones de álamos y sauces, junto con cultivos agrícolas en las primeras etapas y ganadería en las posteriores. Estos sistemas permiten a los productores obtener ingresos de diversas fuentes, aprovechando al máximo los recursos disponibles.
A través de este enfoque, no solo se optimiza la producción, sino que también se cuida el medio ambiente, generando un equilibrio entre la actividad económica y la sostenibilidad. La agroforestería ofrece un futuro prometedor para el campo, donde la diversificación es la clave del éxito.
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Agroforestería: un futuro sostenible para el campo
Kurgu OlmayanEl INTA desarrolla sistemas que combinan árboles y cultivos para mejorar la productividad y estabilidad en zonas rurales. La agroforestería permite diversificar ingresos y cuidar el medio ambiente. 🌱🌳
