AbrAzAndO a mí Omega [ABO]

Capítulo 1: Déjame morir con dignidad

El sótano del Edificio de la Administración Imperial está decorado completamente en blanco y cada habitación está equipada con vidrio unidireccional.

En ese momento, dos personas estaban sentadas una frente a la otra en la habitación.

La mirada de Han Zhanchuan se posó en la daga con la hoja abierta que había sobre la mesa, mientras podía sentir que An Mu le había estado mirando fijamente.

El hombre llamado An Mu era tan delgado que estaba fuera de forma, y la talla más pequeña de ropa parecía vacía en él.

Las pesadas ojeras bajo sus ojos, y sus labios resecos, agrietados y despellejados dejaban ver que su estado mental estaba al borde del colapso, pero la forma en que miraba a Han Zhanchuan aún contenía una ternura inquebrantable.

"No tengo elección". Justo cuando las palabras de Han Zhanchuan cayeron, An Mu respondió: "Lo sé".

An Mu arrebató la daga y la levantó para clavársela en el corazón, pero Han Zhanchuan le apretó instintivamente la muñeca, e incluso el propio Han Zhanchuan no entendía por qué lo hacía.

An Mu, que había estado mudo todo este tiempo, finalmente reveló una sonrisa, y gradualmente abrió la mano de Han Zhanchuan en su muñeca, con una fuerza tan grande que ni siquiera parecía la fuerza que debería tener alguien tan débil.

"Lo sé, lo sé todo". La voz de An Mu era suave: "Mátame para que el rey te deje ir".

La afilada hoja se clavó en su pecho, la sangre manchó al instante las blancas mangas cortas, floreciendo brillantemente frente a su pecho.

An Mu cayó sin fuerzas, y la silla se estrelló contra el suelo con un desgarrador sonido.

En ese instante, Han Zhanchuan sintió que un sudor frío le recorría todo el cuerpo.

El omega que le había acompañado durante diez años acababa de derrumbarse ante sus ojos y, por un momento, no supo qué tipo de emoción emplear para enfrentarse a él.

La puerta se abrió y dos hombres con uniforme de combate venían a llevarse a rastras al moribundo An Mu.

Han Zhanchuan sabía adónde llevaban a An Mu y lo que iban a hacer.

Era a la torre de vigilancia.

Para mostrar a la gente del Planeta Kesheng que An Mu, el joven príncipe favorito de su patriarca, estaba siendo ahorcado.

En el momento en que los soldados se encontraron con An Mu, Han Zhanchuan, que había estado sentado firmemente en su silla, de repente se levantó y se dirigió directamente hacia An Mu, tomándolos con la guardia baja.

Levantó a An Mu y salió corriendo, era claramente un gran general del imperio, alguien que nunca había temido enfrentarse a millones de acorazados.

Ahora que sujetaba a un An Mu tan ligero, sus manos fisiológicamente no podían dejar de temblar.

An Mu entrecerró los ojos y la mano que sostenía la ropa de Han Zhanchuan sobre su pecho se deslizó débilmente y dijo enojado: "Bájame, no, no puedes hacer esto".

"Ríndete, Han Zhanchuan. Después de diez años, estoy cansado. Esto es lo único que puedo hacer al final".

"Déjame morir con dignidad, por favor."

La alarma sonó en el edificio y los superiores inmediatamente emitieron una orden de arresto contra Han Zhanchuan bajo el cargo de rebelión.

El número de personas que acudieron a rodear el edificio era tan grande que Han Zhanchuan no pudo escapar con An Mu en brazos, y fue presionado paso a paso, hasta llegar a la torre de vigilancia.