5: Comprador aterrador

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Hoy se hizo el día, en que antes la falta de acuerdos se dio inicio a la subasta para ver quien se lleva el premio mayor, era inevitable cuando literalmente esa gente loca parecía gastar sus ahorros como locos solo para obtenerlo, digo, tiene la autoestima alta, pero tampoco tan alta para entender el porqué gastarían tanto dinero en su persona, ¿Acaso creen que tiene el culo de oro?, ¿Normalmente los fetichistas gastan tanto?, no lo sabía y no lo quería entender.

Para su desgracia era el único que había quedado en el estado de competencia a comparación de juliana y Francis, una siendo comprada por una inhumana anciana que tal parecía que le iba a regalar a su nieto una "esposa", lo poco que sabían es que juliana era más alta que su dueño por lo que, a no ser que el chico tenga un fetiche muy específico con las grandotas, pues, la tendría difícil, por otro lado, Francis fue comprado por el campo de crianza siendo un macho, no le lograron crear un útero y pese a eso el otro órgano estaba nuevamente produciendo esperma así que será un macho reproductor, fue una fortuna para él y pese a eso Francis se mostraba incómodo con el título comparándolo con ganado.

La despedida no fue como le hubiera gustado más allá de un mensaje explicando la situación y tal vez una promesa de verse algún día, era una promesa un tanto vacía, ya que iban a tener sus vidas controladas después de eso así que, bueno, fue lindo mientras duro.

Sus ojos recorrieron al público que miraban su caja de cristal con ojos hambrientos, ya apenas estaba cubierto por una sabana roja que le dejaron por el miedo de que explotara las luces de la sala con tal de que no lo vean desnudo, después de tantos intentos por fin entendieron que no era buena idea en ningún sentido desnudarlo ante el público y no, no había nada en su chip que le diera a entender que tenía un virus que explotara aparatos o luces solo por ver su cuerpo ante mucha gente.

Tenso un poco la espalda para reacomodarse en su lugar luego de estar en esa posición por tanto tiempo, sentía las nalgas ya planas y estaba seguro de que se le había dormido una pierna por la presión que le había ejercido con la otra, mucho le arreglaron para verse bonito, pero no le arreglaron la mala circulación en la pierna.

—¡Bienvenido todos a la gala del rey!— saludo el presentado parándose en medio del escenario con voz estridente por el micrófono —este día subastaremos bastantes bellezas que nos han proporcionado, pero claro, ¡Ustedes vienen por un objetivo en común!, ¡La joya de la corona!—.

Las luces apuntando a su persona cegándolo momentáneamente y que apartara la vista del público para intentar recuperar la visión, está gente tenía una fea manía de cegarlo poniéndole luces en la cara, sí, sí, se ve muy bonito a la luz, pero no cuando le dejan ciego.

—¡Tan hermoso!, ¡Tan violento!, ¡Justo como cualquier serpiente venenosa!—.

¿Gracias...?.

Frunció el ceño al ser comparado con una serpiente, son bonitas algunas y si gracias por recordarle que es peligroso a su manera, pero....agh.

—¡¿Listos!?, ¡Resistan hasta el final!—.

Yupiiiii....si, va a ser una noche muy larga...

....

Lo decía de broma, no esperaba que durar tanto tiempo entre porquería a porquería siendo expuesta por esa gente, es ridículo, ya ha visto como suspiran extasiados por ver las cafeteras de sus años, es una cafetera.

Una cafetera, repito, ¡Cafetera!.

Se quería arrancar los pelos de las pestañas de la ira que le producía ver como gastaban esa cantidad de dinero absurda por una cafetera y en especial una tan pequeña con el cristal del vaso roto, no, no, estaba rodeado de idiotas.

Somnifero rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora