Dijo que intentaría acostumbrarse, que lo haría y estaría bien, pero fue una absoluta mentira asquerosa.
Paso unas dos semanas enteras intentando convivir con sus vecinos, al inicio sus acercamientos intentaron ser de forma improvista calculando el horario de cada uno, quedándose en la zona de las plantas ayudando a Maizon, incluso dejo invitaciones para que fueran a comer a su departamento, pero nada funcionó, parecía que estaban haciendo hasta lo imposible por evitarlo como la sarna en un perro, se sentía miserable por cada minuto que pasaba dentro de ese agujero siendo evitado por todos y era obvio que el señor Maizon no podía estar a su lado constantemente, al androide no le servía tener a los demás encerrados solo por una persona así que el mismo se reclutó en su apartamento y solo salió brevemente en las noches para ver que tal iban las cosas.
Recientemente y bajo la petición de Maizon se había dedicado a cuidar a los cazadores aún dormidos asegurándose de que estén en buenas condiciones, uno de ellos según Maizon estaba dando señales de despertar y que seguramente la cirugía no le hizo efecto, no le quedo muy clara la explicación, no obstante, cuando reviso la cicatriz que debería estar justo en el vientre se dio cuenta de que esta se encontraba morada y con las marcas de quemadura a lo largo seguramente para retirar lo que hubieran puesto adentro, tal vez fue lo mejor, luego de eso la persona había recuperado un color más rojizo en las mejillas y más movimiento en la cama.
Estás dos personas dormidas eran n-12 de nombre Qiu y n-26 marco, eran los más cercanos a su edad a comparación de los demás y con quiénes había hablado demasiado incluso si no estaba seguro de que lo escucharan, tenía conversaciones enteras hablando de sus memorias y como se sentía en ese lugar, lo que hacía a su día a día y en sus noches, en ocasiones muy específicas donde su ánimo estaba en los suelos, tomaba la mano de una de estas personas y comenzaba a llorar contra esta buscando algún tipo de consuelo aun si sabía que no lo obtendría, era asqueroso, pero necesitaba desahogarse con alguien.
Terminada su jornada de trabajo se encerraba en su departamento y escuchaba música en completo silencio, lo mejor es hacerles creer que no existe y así poder escuchar como hacen vida a su alrededor.
Al final el título de cazador resultaba ser peor de lo que esperaba, ¿Siquiera es normal que entre cazadores se teman?, ¿Qué clase de enfermo sádico era antes?, joder.
Esa mañana fue diferente a las otras.
Maizon les ordeno ponerse sus mejores prendas para recibir al doctor Shian, era su primera vez teniendo que estar en el mismo lugar de forma obligatoria con sus compañeros, así que viendo está como una oportunidad se vistió con la ropa que demostrará que tenía seguridad de sobra y que lo hiciera verse atractivo a los ojos ajenos, por suerte tenía una enorme cantidad de esa ropa por lo que se tomó su tiempo escogiendo las combinaciones, se sentía como un niño pequeño sacando camisa tras camisa buscando combinarla con un pantalón vinotinto oscuro, era terriblemente difícil encontrar un tono marfil como aquel que tanto deseaba.
Tras varios intentos por fin encontró la muda de ropa que iba a usar y salió de su departamento comprobando si todos ya estaban abajo, hablaban muy relajados entre ellos y vestían ropas que esperarías ver en una oficina, era curioso como el tiempo no elimino en su totalidad esos aspectos de la vida diaria, ¿Es normal sentirse nervioso?.
Tomando bastante aire y eliminando cualquier pensamiento inquietante bajo por las escaleras hasta el último piso, una de sus manos jugando con la manga de la otra abrochándola y desabrochándola varias veces, su corazón latía enloquecido y su cuello caliente por los nervios, debía comportarse como una persona normal incluso si estaba al borde de desmayarse por la tensión.

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Somnifero rojo
Ciencia FicciónEl cuerpo de un cazador es hermoso, siempre habrá el deseo por quienes enfrentan el peligro y salen ilesos del desastre, pero a quienes tienen en ese foco son capaces de devorar la carne de sus víctimas y aun así ser adorado porque... Adoras a un ca...