Un arrepentimiento insoportable

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—Señor! ¡Necesitamos estabilizarlo primero! —Héctor que no escuchó la voz de absolutamente nadie, se encerró en la habitación de Ethan inmediatamente después de llegar. —¡Señor! —

Kyle no supo cuánto tiempo estuvo inconsciente, no obstante, un desagradable y fuerte aroma lo hizo despertar prácticamente por la fuerza. Sentía que todo le daba vueltas y las nauseas se hacían cada vez más fuertes, debía salir inmediatamente de ese lugar.

—¡Ethan! —se levantó con un gran esfuerzo y mientras se tambaleaba buscó en la habitación a Ethan para salir de ahí, no obstante.

—¡Ah! ¡Si! ¡Siento que…! ¡Ah! —completamente en shock, Kyle vio como Ethan se corría de una manera desconcertante. Hasta ese momento se percató de que en realidad, nunca lo había hecho desde que empezó su celo.  —¡Maldito bastar…!

¡PAS! ¡CRASH!

Debido a la falta de fuerza y su malestar, fue arrojado con facilidad, y todo lo que le rodeaba fue destrozado, solo hasta que estuvo en el suelo, se percató de que Hector no era alguien normal.

Claramente la fuerza que usó no fue mucha, pero sus costillas rotas decían otra cosa.

—Aun tienes mucho que aprender, por tu terquedad casi lo matas. —mientras Kyle rechinaba los dientes sin poderse levantar, Héctor acomodó el fleco de Ethan con delicadeza.

Su mirada estaba cargada de un afecto aterradoramente fuerte, esa suave sonrisa parecía la de un príncipe de cuento, pero al mismo tiempo esa aura que lo rodeaba, era tan atemorizante, que para el mismo Kyle que aún frente a la muerte varias veces se había parado con firmeza, le despertó cierta inseguridad.

—A partir de hoy, yo me haré cargo. —algo activo el instinto de Kyle haciendo que se levantara inmediatamente y lo mirara de manera amenazante.

A Hector no pareció importarle menos, con una mirada de burla, le dedicó una sonrisa de desprecio. —Si de verdad te preocupas por él, te darás cuenta de tu incompetencia. No habrá mejor lugar en el mundo que conmigo —nuevamente dirigió su mirada hacia Ethan y el aprecio inexplicable inundó su rostro en un instante.

—¡¿Cuando se metió contigo?! Escúchame bien, ¡Así haya sido la ramera más cotizada, ahora me pertenece! ¡No amará a nadie más que a mí!—grito Kyle furioso.

Sin palabras, Héctor apretó los dientes conteniendo la rabia e indignación que se dispararon en un instante. Desde que percibió las feromonas a lo lejos, no prestó atención a nada hasta que llegó a la habitación y despertó Kyle, los hombres en las entradas, el nivel de vigilancia y las rabietas de Armando todo ese tiempo, ahora tenían sentido.

—¡Nos vamos! —gritó Héctor de manera imponente, y, como si Armando hubiera estado esperando esas palabras durante mucho tiempo, en ese preciso instante, entró a la habitación con una expresión llena de alegría.

Sin embargo…

En un instante, la habitación se llenó de una sensación tan desagradable para todos, que algunos vomitaron y otros más desafortunados, se desmayaron directamente.

Los chicos que iban con Armando bajaron inmediatamente la cabeza en muestra directa de sumisión, y Armando palideció aclarándose la garganta e inyectandose algo él mismo.

—Lo siento señor, quería asegurarme de que estuviera bien para poder trasladarlo. —Héctor, no respondió, sin embargo, cubrió al dormido Ethan y lo envolvió con sus feromonas, los omegas que iban con Armando se sintieron tan irresistiblemente atraídos que estuvieron a nada de correr desesperadamente hacia él, afortunadamente sus sentidos eran bastante fuertes, por lo que el más débil únicamente se dejó caer al suelo y se resistió fervientemente, se inyectó el inhibidor y trató de calmarse.

Toda la interacción no escapó de los ojos de Kyle, por lo que comenzando a ver las cosas de una manera distinta, comenzó a sentir una impotencia tan grande e indescriptible, que se sintió como un chiquillo al que le habían robado su juguete más preciado.

—Si te atreves a llevártelo, no descansaré hasta matarte, así me cueste todo lo que tengo y mi vida. —se había equivocado, sabía que ellos serían los únicos que podrían ayudar a Ethan, pero en ese momento estaba tan arrepentido, que hubiera preferido verlo muerto que en los brazos del idiota de Hector.

Con una sonrisa desafiante, Hector envolvió con delicadeza el cuerpo exhausto de Ethan, no pasaría mucho tiempo para que volviera a despertar y necesitara de él nuevamente.

Kyle se percató de sus intenciones y se lanzó sobre él al ver que cargaba a Ethan con intenciones de llevárselo.

Lanzó un golpe directo hacia él, pero aterrizó directamente en el rostro de Armando quese interpuso rápidamente, Héctor no volvió siquiera a mirarlo, simplemente se dirigió directamente a la puerta ante la sorpresa, impotencia y miedo de todos.

Dante que vio en confusión toda la situación, no podía distinguir lo que sentía, al ver que Kyle estaba por seguirlo, y  rápidamente se acercó a detenerlo. —¡Suéltame! —Armando se dirigió a la puerta irritado debido al golpe, pero de igual manera no se sintió con derecho a enojarse debido a la situación; aún con una sensación de culpabilidad, suspiro profundamente y se detuvo un momento.

—Te prometo que él estará bien.

Kyle sintió que casi podía sentir su vista nublandose debido a la rabia y el dolor. —¡Un carajo! ¡Te juro que los mataré a todos! ¡Regresenlo en este instante! ¡Ethan! —Dante estaba dando todo de sí para detenerlo, sin importar los golpes y empujones de Kyle, no se movió.

Un tiempo después todo se quedó en completo silencio, al percatarse de que ya se habían alejadolo suficiente, Dante por fin lo soltó, pero lo único que recibió fue el puñetazo más fuerte que había sentido en su vida, tuvo una fuerza de voluntad impresionante al no perder la consciencia.

Miró a Kyle desde el suelo y se dió cuenta de que le dirigía la mirada más llena de odio que había visto en su vida.

Un pinchazo desagradable se instaló en su pecho sin darse cuenta. Se masajeó el rostro como si quisiera acomodar su mandíbula y suspiró profundamente.

—Si hacíamos otra estupidez nos habrían matado a todos en este lugar y aun así se lo hubieran llevado. —Kyle entrecerró los ojos y después de unas respiraciones más, se acercó a la ventana.

Todavía se podía ver el auto de Héctor a la distancia, y alrededor de la mansión, aún permanecían una cantidad considerable de hombres desconocidos.

Apretó los puños y los dientes y se  mostró tan abiertamente enojado, que la ventana se volvió a romper con otro de sus golpes.

Se recargó tambaleante en la pared y por fin se deslizó hasta el suelo después de no poder resistir más el dolor de su cuerpo.

Jamás había tenido miedo a la muerte, ¡¿Cómo y porqué había permitido que se lo llevaran tan fácil?!

Un instante después tosió sangre alarmando a todos.

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—Ese salvaje, ¿no vio como me golpeó? —dijo Armando haciendo un puchero y aún masajeando su rostro hinchado. Héctor no le prestó atención mientras seguía mirando a Ethan en sus brazos como si fuera una joya preciosa.

—Lo va a desgastar si lo sigue mirando así. —En Héctor floreció una gran y hermosa sonrisa que Armando no había visto en mucho tiempo, sinceramente se sintió feliz por él, esperaba que el chico fuera agradecido y lo valorara, sería desastroso si la historia se volviera a repetir. Además, de que estaba seguro que su jefe ya no lo resistiría. 

Un momento después, negó rápidamente y trató de alejar esos pensamientos de su mente.

Después de escuchar a Armando quejarse por el golpe como por décima vez, Hector frunció el ceño y lo miró con desprecio. —Te lo mereces. —Armando sin palabras se quedó mirándolo con la boca abierta  como si preguntara el por qué con su mirada.

—Si te atreves a mirarlo desnudo de nuevo, estás muerto.

—¡Pero si soy su doctor!

—Bueno, si quieres seguir siendo un doctor vivo, ten precaución. —Armando se quedó completamente mudo y lleno de agravio mejor decidió cerrar la boca.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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