Sus gritos y su rostro lleno de dolor estrujaron el corazón de quienes lo veían, algunos tragaron y otros simplemente comenzaron a moverse para regresar a su trabajo, mientras Kyle...
Como si le hubieran dado un fuerte golpe en la cabeza, lo miró directamente por unos segundos, con el rostro en blanco quiso tratar de limpiar sus lágrimas, pero Ethan inmediatamente alejó su rostro de sus manos.
—¡No me toques! Aléjate...
—¡¿Cómo te...?!
Estaba por tomarlo del brazo como siempre no obstante.
—¡Señor!
El jefe de seguridad lo detuvo, Kyle lo fulminó con la mirada pero el hombre únicamente le dirigió la mirada a Ethan.
Seguía siendo apoyado por los guardias, no se había puesto de pie por sí solo y pese a su golpe no se había movido.
La preocupación volvió, y al mirarlo más detenidamente, se percató de que una de sus piernas estaba sangrando.
—¡¿Qué demonios están esperando?! ¡Traigan al médico idiotas!
El médico que ya estaba de planta en el lugar, fue bruscamente sacado de su cómoda cama, para atender a los heridos.
Ethan en ningún momento se quejó, la adrenalina en ese momento había sido demasiada, la fractura expuesta le quitó la respiración al médico que inmediatamente pidió que lo llevaran al hospital, no obstante, Kyle dio la orden de adaptar una de las habitaciones y llevar todo lo necesario.
No estaba dispuesto a dejarlo salir por nada del mundo.
Pese a que se les dio carta libre para todo, la preparación llevó bastante. Para cuando se comenzó la atención, Ethan ya tenía fiebre y estaba comenzando a perder el conocimiento.
Pero en ningún momento dijo una sola palabra.
Las lágrimas seguían cayendo, pero solamente él y Kyle sabían la razón.
Por algún motivo se sentía en crisis, una voz muy en el fondo le gritaba dolorosamente que algo había quedado irreparablemente roto.
Mientras le quitaba el cabello de su frente sudorosa, Ethan no se negó ni discutió más.
Pese a ello, quería desesperadamente escuchar lo que siempre le decía, esas dos estúpidas palabras que le daban cierta sensación de confort, que solo él conocía.
Pero por primera vez, sentía miedo de su respuesta. Sabía que podía obligarlo a quedarse como siempre, usar a Iris, e incluso obligarlo directamente, pero una horrorosa voz le gritaba que eso ya no era posible.
Mientras tanto, Ethan sentía un terrible dolor en todo el cuerpo, tanto físico, como emocional. De alguna manera trato de canalizarlo como un castigo para sí mismo y que sirviera para no olvidar por nada del mundo esa noche por el resto de sus días.
Sin darse cuenta, comenzó a soñar con la primera vez que pasaron juntos, desde ése día, todo lo que tenía que ver con Kyle, de alguna manera conllevaba un dolor o culpabilidad terribles.
—Je, que idiota...
Su voz, que se escuchó bastante ronca, fue lo primero que se escuchó en la habitación la tarde del día siguiente.
Kyle se puso de pie inmediatamente y se acercó a él.
—¿Cómo te sientes?
Ethan no mostró más reacción que la de mirar al techo con una mueca de dolor.
—Como si hubiera saltado de un tercer piso.
Kyle rechinó los dientes y apretó los labios con fuerza. Estaba por reprenderlo, no obstante, sus siguientes palabras lo irritaron nuevamente.
—¿En dónde está Iris?
—No vuelvas a mencionarla.
La voz baja y peligrosa de Kyle, cortó cualquier tipo de conversación. Ethan no se molestó en seguir hablando y mucho menos en prestarle atención después de eso.
—Todo volverá a ser igual, nadie más que Dante puede hablar contigo, cualquier cosa que quieras hacer lo harás en la casa, no tienes permitido acercarte a ninguna ventana, no puedes acercarte a la cocina y tienes prohibido subir escaleras.
Kyle pensó que habría una discusión o recibiria la mirada amorosa de Ethan respondiendo con un "si", sin embargo, su mirada únicamente se dirija a la ventana. A Kyle le erizo la piel y se puso de pie frente a ella.
—Y ella no volverá...
Inmediatamente el iris de Ethan se encogió y por primera vez en su vida miró a Kyle lleno de rabia.
—¡¿Qué le hiciste?!
Por un segundo este último se quedó sin palabras, no obstante se recuperó rápidamente.
—Nada. Simplemente regreso a donde debe estar, conformate con saber que estará bien si sabes comportarte.
Con los labios apretados Ethan desvió la mirada y cerró los ojos para descansar.
El médico dió instrucciones de no moverse por lo menos durante un mes, por lo que debía soportar todo ése tiempo a Kyle y Dante.
Uno no se separaba de su lado y el otro por primera vez en su vida, lo vió como una abominación del infierno.
Era increíble como ambos podían trabajar de manera profesional y comportarse como si nada hubiera ocurrido de esa manera.
Por obviedad, nadie tenía permitido acercarse a él, Kyle se encargaba de él de una manera casi obsesiva. Pese al silencio y la indiferencia, su calor permanecía, su respiración y su presencia.
Había ocasiones en las que miraba su otra pierna de una manera un tanto inquietante. Cosa que la primera vez hizo que Ethan se estremeciera.
Sin embargo, con el paso del tiempo fue convirtiéndose en una rutina.
—De esa manera no se romperá, ¿Quieres un bate? ¿O se te complica mucho utilizar tus pies o manos?
Atónito, Kyle lo miró un segundo. Ethan que estaba por cambiarse su bata dejó su pálida piel al descubierto, haciendo que Kyle tragara al ver su bella piel ligeramente sonrojada debido al calor.
Ethan solo sintió sus labios en su cuello y sus manos deambulando sin un atisbo de vergüenza.
No obstante...
—No quiero.
Ethan cómo pudo se alejó de él y comenzó a ponerse la bata limpia.
Pese a que ya habían pasado cerca de quince días, Kyle fue muy permisivo con sus "caprichos", no se irritaba como de costumbre, ni se alteró.
Sin embargo en ese momento.
«Estoy comenzando a perder la paciencia...»
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Tu propuesta, la aceptaré.
RomanceEthan es un chico amable y muy inocente, él vive enamorado de un chico de su clase. Al inicio él no lo nota del todo, pero después de una loca fiesta hecha por Kyle, enmedio de las copas y alguna que otra sustancia. Termina enredandose con Ethan. A...