—Un... ¿Qué?
Kyle frunció el ceño algo irritado. Armando, que algo triste y decepcionado suspiró algo aún más abatido, de no ser por el anterior patriarca de los Barner, ya merecería un Nobel.
—En el laboratorio...
Kyle estaba por tomar su arma furioso cuando Armando entró en pánico. —No, no, no, ¡NO! ¡Nosotros no creamos esto! ¡Es una nueva especie! —
—¡Por favor! ¡¿Nueva especie?! ¡Mi pi...!
—¡Es verdad! —Armando estaba acercándose a la puerta para salir huyendo cuando Ethan comenzó a despertar. —La cabeza me está matando. ¿Por qué todo huele tan mal? ¡Callen a todos esos ruidosos!
Ethan se cubrió los odios y pareció estar en una crisis, Kyle rápidamente se acercó a él, desafortunadamente...
¡Pluagh!
Ethan no había comido mucho durante el día, ni mucho menos durante la noche, sin embargo la acción, dejó a Kyle en shock. Se indignó al instante y lo tomó del brazo con fuerza. —¡No sobrepases tu límite! —le gritó tratando de hacer que lo mirara a la fuerza.
—¡No va a hacerlo! —gritó Armando tratando de detenerlo.
—¡Claro que sí lo hará, no habrá nadie más que yo para él! — Armando terminó masajeando su frente y trató de pensar otra manera con respecto a él, parecía ser que ese omega era algo especial, tenía que llevarlo al laboratorio. Estaba pensando en las cosas que había que arreglar y como lo trataría con Barbara, debido a que ella no tenía conocimiento de ello, obviamente quién tendría que estar al tanto sería Héctor, pero debido a que el chico era gente de su madre, eso podría ser un problema.
Mientras miraba a Ethan, Kyle rechino los dientes casi leyendo su mente. Una basura como esa no sería difícil de entender. —Él no saldrá de este lugar. ¡Llevense a este viejo de aquí!
Armando se sintió tan indignado y furioso, que casi se atragantaba con sus palabras llenas de rabia, sin embargo, no podía renunciar a su idea, definitivamente tendría una nueva oportunidad. Kyle furioso no permitió que dijera o hiciera nada más, y Armando sorprendió a los chicos que no dejaron entrar afuera.
—Maestro... —
—¡Te aclaro que si necesitas ayuda más tarde no te la daré idiota! ¡Vas a necesitarme después! —sin más, Armando subió al auto que le indicaron y se fue furioso. Al llegar al laboratorio, llamó inmeditamente a Héctor.
La semana pasó, y los síntomas de Ethan seguían igual, se quejaba constantemente de los ruidos y el mal olor, desafortunadamente, y para su decepción, nada parecía mejorar.
—¡Llamen a ese viejo! —el guardaespaldas algo avergonzado y temeroso, se aclaró la garganta —El señor Armando dijo que no vendrá aun si lo traen a punta de pistola, el señor Héctor está al tanto de la situación, si no quieres llevarlo entonces no será su problema... —debido a la cara que cada vez se ponía más furiosa, continuó mientras entrecerraba los ojos con algo de temor.
—Además comentó que... este episodio volverá a repetirse... —
¡CRASH!
La ventana que daba al jardín se rompió en pedazos debido al golpe furioso de Kyle. —Repite lo que acabas de decir. —dijo en voz baja mientras lo miraba furioso.
—Di... Dijo, que esto se repetiría a partir del momento de su despertar. —Ethan que desde ese día ni siquiera quería mirar a Kyle; sinceramente no quería creer absolutamente ninguna de las ridículas palabras de Kyle, no obstante, nada de eso estaba de más, sus síntomas eran algo imposible de explicar, y las palabras de su padre y madre volvieron a taladrarle la cabeza.
Su padre que era uno de los mejores investigadores de Armando, únicamente le dijo que su constitución era algo difícil de explicar, la única que sabía sobre ello, era su madre y prácticamente lo desconoció desde ese día. Él no se había percatado de los problemas de sus padres hasta después de terminar la universidad.
Todo era un desastre.
—¡Jajajajaja! —la risa de Ethan que comenzó de la nada, y conforme pasaba el tiempo, se fue tornando algo triste y difícil de escuchar, se puso de pie y lentamente caminó hacia donde se encontraba la ventana rota.
Nadie se dio cuenta de en qué momento su rostro se llenó de lágrimas, y Kyle se dió cuenta de que Ethan sabía más de lo que demostraba, rápidamente lo abrazó con fuerza por detrás y sostuvo sus manos con fuerza.
—Soy un monstruo. —se repitió varias veces como si fuera un mantra, sorprendiendo a Kyle. —¡Suéltame!—gritó Ethan mientras se retorcía entre sus brazos.
Ethan estaba tan descepcionado, avergonzado y molesto, que ya no quiso escuchar nada su alrededor, no podía creer las palabras de su padre, ¿como podría un hombre embarazarse? ¡Era absolutamente ridiculo! ¡No podía ser! ¡Definitivamente no podía! ¡¿Cómo pordia ser posible que ni siquiera podría ser un hombre completo?!
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Tu propuesta, la aceptaré.
RomansaEthan es un chico amable y muy inocente, él vive enamorado de un chico de su clase. Al inicio él no lo nota del todo, pero después de una loca fiesta hecha por Kyle, enmedio de las copas y alguna que otra sustancia. Termina enredandose con Ethan. A...