Cuerpo, corazón y cerebro, no están en sincronía.

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Este simplemente se quedó viendo la retirada de Iris como si fuera un inalcanzable. Ella siempre había sido hermosa y amable en su memoria, pero ese día, parecía haber visto a una persona completamente diferente.

Ethan que en el último segundo lanzó un vistazo en su dirección, se sorprendió al ver ese rostro que para él siempre se mostraba indiferente o cordial y más recientemente molesto y disgustado. De una manera tan consternada y afectada, que sintió que le dolió el corazón.

Con la mirada baja y algo afligida siguió a Iris hasta que ella suspiró y lo soltó como si se estuviera liberando de una gran carga.

—¿Qué pasa?

Preguntó él algo confundido. Ella torció la boca y con una expresión algo incomoda dejó caer sus hombros haciendo un puchero.

—Es ese chico, es inquietante...

Ethan se sorprendió por un segundo, pero trato de mantenerse lo más neutral posible, sin embargo, no pudo evitar que su curiosidad tomara el control de su última neurona funcional.

—¿Por qué?

Ella volvió a suspirar y miro a sus alrededores como si no quisiera se atrapada por decir algo incorrecto.

—Dicen que él es un monstruo...

—¡¿Que?!

Grito Ethan inconscientemente. Iris inmediatamente le cubrió la boca y le dio un fuerte golpe en la cabeza, gritándole con los dientes apretados.

—¡¿Quieres callarte idiota?!

Él con los ojos vidriosos por el golpe, apretó los labios e hizo un puchero.

—Perdón, pero no se ve que sea algo así.

Ella con una mirada de querer chismear, lo jalo hacia ella y le hablo directamente al oído.

—Dicen que es un monstruo capaz de destrozarte en la cama. ¿Te imaginas lo aterrador que suena eso?

Ethan con los ojos completamente abiertos casi se atraganta con su propia saliva al recordar de golpe pequeños fragmentos de su "noche" con él.

Casi quería llorar, pero no tenía lágrimas.

No puede decirle que es exactamente eso, ¿Cierto? No solo te destrozaría, sino que sus lágrimas y llantos solo lo excitan más... (?)

Con una sonrisa incomoda y fingida se quedó en silencio.

—No prestes atención a esas cosas, mejor vayamos a casa, mama dijo que habría albóndigas cuando llegáramos, ¿Quieres?

En un segundo, la expresión de Iris se iluminó y asintió emocionada.

—¡Es genial! Extraño mucho la comida de tu mama, estoy harta de comer sopas y comida callejera.

—Si aprendieras, no solo comeríamos eso cuando te toca hacer la cena.

Ella con indignación fingida lo miro amenazante.

—¡¿Que te pasa?! Algún día no podrás vivir sin mi comida idiota.

—Ciertamente no ahora...

Respondió Ethan entre dientes.

—¿Dijiste algo?

—Nada.

************

Después de que ambos se alejaron, Kyle con los labios apretados en una delgada línea rechino los dientes.

—Así que no me preste atención ¿He?

***********

Al llegar a su pueblo, Ethan respiro profundamente el aire fresco y limpio. El lugar no estaba muy lejos de la ciudad, pero ciertamente sería una molestia tener que pasar cuatro horas diarias en el transporte para ir a la escuela. Desde pequeños él e Iris fueron inseparables, ella siempre era radical y explosiva, mientras él era el tranquilo y hasta cierto punto tonto.

Pasó los días de descanso de la universidad en casa de sus padres envuelto aun en una curiosa neblina llena de inseguridad y recuerdos. Sabía que todo había terminado "bien" aparentemente no había rencores ni situaciones mucho más incomodas.

Pero por algún motivo, sentía cierto grado de incomodidad. No entendía por qué, pero presentía que había algo a lo que debía poner atención. Aunque no sabía con exactitud a qué.

En medio de la noche, unas manos enormes, calientes y bruscas lo desnudaron sin inhibiciones ni decoro. Sentía dolor, pero al mismo tiempo un cosquilleo lleno de ansiedad.

Las manos lo posicionaron bruscamente en cuatro patas y tomando firmemente sus caderas, un objeto caliente y duro entro sin una sola preparación hasta el fondo de sus entrañas.

Sintió el ardor, dolor e incomodidad, pero por alguna razón se aferró al trozo de carne como si su vida dependiera de ello. Las horas pasaron y los gritos y gemidos llenaron la silenciosa colina.

—¡Ah!

Gritó Ethan en pánico y con su corazón latiendo locamente casi al punto de una arritmia hizo que jadeara por aire desesperadamente. El sudor en su frente daba la impresión de que se hubiera empapado la cara con agua y su palido rostro saba la impresion de haber visto also sorprendente o extraño. 

Se presiono el pecho con una mano y se puso de pie. Abrió la ventana de su habitación e incómodamente se sentó con cuidado en su cama. Su entrada palpitaba con ansiedad mientras su cuerpo se sentía tan necesitado que estaba por volverse loco.

Su miembro palpitaba visiblemente falto de atención y, al final, con los recuerdos bruscos y desalmados, comenzó a masturbarse mientras imaginaba el rostro de Kyle lleno de deseo y esa hambre casi agresiva que exudaba al embestir con fuerza.

Trato de usar sus dedos, sus manos y se tocó como imagino que Kyle lo haría. No supo cuantas veces lo hizo consigo mismo, pero al salir el sol, su cuerpo sudoroso y con las piernas temblorosas, pero al mismo tiempo aún con ganas no desfogadas, se levantó.

—¡Hijo! ¡Iris está aquí! ¡Baja ya!

—¿Por qué demonios en la escuela no se levanta igual de temprano?

Con un puchero y una triste frustración, entró rápidamente a bañarse sin importarle hacerla esperar y bajó con una expresión irritada.

—¿Qué sucede? ¿No dormiste?

Pregunto su madre, una mujer de mediana edad sonriente y amable. Excepto cuando estaba molesta, parecía una mujer bondadosa y cariñosa.

Ethan negó con la cabeza y beso a su madre en la mejilla.

—Lo siento mamá, quiero repasar un poco, por eso no dormí bien.

La mujer sonrió orgullosa por la dedicación de su hijo y lo insto a irse a distraerse. Ya en el tranquilo camino la voz de Iris se escuchó bastante fuerte.

—Estas frustrado ¿Verdad?

Ethan algo sorprendido la miro como preguntando como lo supo, pero ella solo se carcajeo hasta las lágrimas mientras se sostenía el estómago.

Ethan avergonzado y preocupado de que molestara a alguien, trato de decirle que parara, pero sus palabras lo dejaron helado.

—¿Quién es?

El abrió y cerro la boca como pez fuera del agua, pero no pudo decir nada o mentir, con más exactitud. Y desvió la mirada al recordar la expresión de Kyle ante el grosero desplante de Iris. Su mirada que en un momento se apagó, no pasó desapercibida para ella.

—Si él, no es capaz de hacer te feliz al recordarlo, entonces no vale la pena.

Dijo ella resueltamente. Él sintió algo parecido a un golpe en el pecho. Desde un inicio en ningún momento había pasado por su cabeza el poder tener algo más con él. Pero su cuerpo y corazón no pensaban igual que su cerebro realista.  

Tu propuesta, la aceptaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora