Ellos sabían que era incorrecto lo que hacían, que en cualquier momento podrían ser descubiertos. Pero todo tipo de remordimiento se esfumaba cuando la puerta de aquella habitación de hotel se cerraba, y solo se podían disfrutar él uno del otro.
Yo...
No importa que hagamos, siempre volvemos al lado del otro.
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Perspectiva Yoongi
Pasaron tres semanas desde mi último encuentro con Hoseok, el no había vuelto a llamar. Pero yo no pude evitar querer volver a verlo, le mandaba mensajes y los ignoraba, las llamadas tampoco las atendía.
Cuando le dije a Jimin lo que había sucedido, dijo que era lo mejor, en especial para mi.
Pero yo simplemente no quería aceptarlo, porque sabía que Hoseok volvería, porque siempre lo hacía.
Aunque volvería a verlo muy pronto, pues era viernes, y ese día se realizaría un evento por parte de la empresa, por lo que era seguro que Hoseok estuviera ahí.
-Deberías invitar a Taehyung, ambos se han vuelto amigos y lucen bien juntos.- Fueron las palabras de Jimin, mi amigo realmente estaba intentando que pusiera mi atención en otra persona que no fuera Hoseok.
Al final me decidí por invitarlo, como había dicho Jimin, ambos nos hicimos amigos, teníamos gustos en común y sería una buena compañía durante el evento.
Me fije en el reloj que descansaba en mi muñeca, percatandome que faltaba poco menos de la hora para ir al evento. Había quedado con Tae de que pasaría con él.
Me estaciono frente a la puerta del departamento de mi acompañante, bajando del carro para ir hacia la puerta. Por el comunicador le hago saber que he llegado.
La puerta se abre, dejándome shockeado cuando la figura de Tae se posa en mi camino. Luce increíble con ese traje rojo que se ajusta a su cuerpo. Taehyung es verdaderamente guapo.
-Hola hyung.
-Hola, Tae, luces espectacular. El rojo te queda muy bien.- Sus mejillas se tiñen de rojo, baja su cabeza un poco y puedo notar que sonríe.
-Gracias, también luces increíble.
Le doy las gracias, antes de ir al auto y emprender camino al lugar del evento.
Estoy nervioso, mi corazón late rápidamente, y quisiera decir que es por la compañía de Taehyung, pero me estaría mintiendo a mi mismo. Mientras más nos acercamos al lugar, más nervioso estoy, lo vería después de tres semanas.
Estaciono el auto, bajo y me dirijo a la puerta del copiloto para abrirle la puerta a Tae. Ambos emprendemos camino a la entrada del salón, atrayendo varias miradas de las personas.
Mi mano está alrededor de la cintura de Tae, guiandolo hasta donde debe estar nuestra mesa. Cuando llegamos a ella, todas las personas de esa mesa se giran hacía nosotros.
Hacemos los saludos debidos, presentando a Tae a cada uno de los socios, los cuales halagan lo hermoso que es. Al parecer en esa mesa nos sentaríamos todos los socios y nuestras parejas.
