III

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 ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Las horas habían pasado lo suficiente como par tener a ambas protagonistas en sus respectivas clases, Enid, a pesar de sus problemas sentimentales, intentaba tener la atención puesta en sus clases, aunque no le saliera totalmente bien,...

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Las horas habían pasado lo suficiente como par tener a ambas protagonistas en sus respectivas clases, Enid, a pesar de sus problemas sentimentales, intentaba tener la atención puesta en sus clases, aunque no le saliera totalmente bien, los suspiros pesados y cansados se escapaban de sus labios temblorosos. Se resistía a pensar en Wednesday, se resistía a sentarse a su lado, sabía que si la veía podría romperse en llanto preguntándole a gritos «¿Qué es lo que me falta para tener tu atención de nuevo?», tal parecía que Wednesday una vez que la tuvo segura, la olvidó por completo.

— ¿Qué le sucede a mi lobita feroz región cuatro? — Una conocida voz para Enid la hizo sobresaltarse en su asiento, Yoko le sonreía mostrando sus largos y distintivos colmillos. — ¿Qué? ¿Otra vez tú psicópata?

— Te he dicho que no la llames así.

— Bien, bien, lo siento. Pero no vas a negarme que si estás distraída por Addams.

— Claro que no, es solo que mi madre ha estado molestándome, me he sentido mal y creo que estoy recayendo nuevamente en mí pequeña “depresión”. — Respondió Enid formando las comillas con sus dedos índice y medio de ambas manos. Era claro que intentaba echarle la culpa a Wednesday de su estado. —

— A otro perro con ese hueso, Sinclair. ¿Crees que no me doy cuenta que curiosamente cuando te sientes mal y tienes recaídas es cuando misteriosamente evitas estar a lado de Addams? No soy tan tonta. — Levantó ceja haciéndole una mirada de obviedad a la licántropo, está solo desvío su vista. —

— Perdón, Yoko. Es que estoy demasiado triste, ayer fue nuestro aniversario y...

— Lo olvidó. — Interrumpió Yoko mientras su rostro se transformaba en uno serio.—

— Sí, estuvo todo el día fuera. Cuando regresó, en lugar de disculparse apropiadamente, simplemente me ofreció comprarme mis caprichos, ella y yo celebrabamos todos nuestros meses juntas, sin falta, pero de la noche a la mañana comenzó a olvidarlos.

La conversación estaba fluyendo de lo más normal con Enid desahogandose en silencio con su amiga, sin embargo, estaban en un salón de clases. Repentinamente, su profesora de clase golpeó el pupitre en el que ambas estaban y las miró con molestia.

— Problemas familiares y de noviecitos van afuera, señoritas.

De mala gana, ambas chicas se levantaron de los asientos compartidos para disculparse, la profesora señaló la puerta, obviamente las estaba echando de la clase, Enid pensó que no podría estar peor, eso creía.

— Pues le salió mal porque es noviecita. — Dijo Yoko una vez que estuvo en el marco de la puerta, su tono burlón hizo que la profesora se diera vuelta. —

— No las quiero ver esta semana en mi clase, espero que el estudio autodidacta les siente bien.

Y con eso, ambas chicas se encontraban fuera del salón, Enid en todo momento sintió la mirada de Ajax sobre ella con preocupación, él era otro amigo que merecía saber que pasaba con Wednesday, después de todo, cuándo terminaron, él aún con dolor lo aceptó sabiendo que el corazón de la rubia le perteneció a Wednesday desde que llegó.

" 𝖸𝗈𝗎 𝗱𝗶𝗱𝗻'𝘁 𝗄𝗇𝗈𝗐 " | WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora