La vida de Max era perfecta, casi, con el mínimo detalle de que su hermana se casaría en pocos días, ¿el problema?, recordó que haber dicho algo cuando era una niña, algo que la meterá en la mayor desesperación que haya vivido
Pero, claro una app si...
Sentí un beso en mi cara, me sobresalte, pero al abrir mis ojos noto a Checo a mi lado, al igual que mi desayuno.
- Creo que es hora del desayuno y no te preocupes por Yuki, él ya comió.
- Tontito ¿crees que me preocupa Yuki antes de tí? - ¿Qué le hacía pensar que preguntaría por mi bello gatito traumado?
- Si
- Acércate - lo llamé.
-Tonto ¿Ya desayunaste? - le pegué un manotazo en la frente mientras negaba riendo.
- Desayunaré contigo - dijo levantando la bandeja y poniéndose a mi lado.
Las tostadas se veían bien, además del jugo de naranja y los huevos revueltos.
- ¿Cuántos tutoriales viste? - pregunté entrecerrando mis ojos.
- ¿Tutoriales? Por favor se cocinar ¿acaso lo dudas? – Lo miré de manera amenazante.
- Solo fueron tres, uno para cada uno. - dijo señalando cada cosa.
-Bobo - Dije para después empezar a comer.
- Hoy saldré. - aviso Checo.
Mientras yo me encontraba ya haciendo ropa para Yuki, se me había ocurrido esa idea.
- Recuerda que ya no necesito citas, ¿Por qué saldrías? – pregunté acusadoramente.
En realidad, no era celoso, es más, no lo estaba, solo era un poco de curiosidad, solo un poco.
- Porque ya no tengo que buscártelas. - respondió como si nada, cogiendo la tela que estaba cortando.
En realidad, los dos estábamos haciendo ropita para Yuki.
- Y eso que tiene que ver con tu salida. - pregunté pasando la tijera por la tela cortada.
- En que dejaré de ser tu cupido.
- Eso significa... aún no entendía su punto ¡porque era tan difícil hacerlo!
- Que renunciaré a ser cupido. Eres un poquito lento Verstappen.
- ¿Por qué? - pregunté inocente, haciéndome el desentendido.
-Desde ahora seré exclusivamente para ti.
- ¿Cómo un cupido personalizado? - lo mire de manera interrogativa.
-No, como tu novio, claro si tú lo deseas. - Respondió mientras yo colapsaba internamente.
- ¿Quién te dijo que yo quería serlo?, es más nunca me lo pediste. - dije fingiendo no darle importancia.
- Señorito Max Emilian Verstappen ¿serias el novio del cupido desempleado que seré? - Se arrodilló frente a mí, teniendo a Yuki en sus brazos, como si ofreciera un anillo.
Finjo pensarlo, porque en realidad ya estaba claro.
- Está bien, esto a nada.
-Hey - Lo abracé nuevamente, me besó, ambos estábamos iniciando una relación eso significaba que tenía a mi persona con la cual iría al matrimonio de mi hermana.
- Vuelvo en una hora, sabes como es, tengo que presentar mi renuncia, aceptar la cláusula y pagar algo de multa porque mi contrato estaba firmado por más tiempo parecía nervioso al decirlo, pero no le di importancia.
Seguro no era fácil salir de ese trabajo y una parte de mi lo comprendía, suspiré viéndolo salir y viendo lo lindo que había quedado mi gato con su ropita.
Hasta que tocaron la puerta
- ¿Qué olvidaste esta vez? - pregunté sin ver quien estaba delante de mí.
Pero no era Checo cuando alcé la mirada y lo miré de manera confundida, era un chico, bajito con lentes y dos maletas.
- ¿Tú eres?
- Oh, hola Max soy tu cupido, el cual elegiste por la aplicación y estoy a tu disposición desde ahora, solo deja que me instale y empezaremos la búsqueda de tu persona indicada. - ¡MI CUPIDO!
Creí no escuchar bien, la persona que estaba frente a mi decía que era mi cupido, pero se suponía que la que se acaba de ir lo era.
¡QUE ESTABA PASANDO ACÁ!
-Disculpe, pero mi cupido llegó hace quince días, quizá te confundiste. - traté de hacerme pensar a mi mismo que esa era la explicación más razonable.
- No, eso no es posible, su cupido venía hoy y ese soy yo. - Me mostró un papel el cual tenía todos mis datos.
¡¿Quién era Checo!?, me sentía engañado, ¿tenía a un completo desconocido conmigo?
- Y... ¿Puedo pasar? - Me sentía mareado.
- No, deseo cancelar el pedido, ya no quiero un cupido. - dije algo afligido.
Tenía conciencia de que mis lágrimas caerían en cualquier momento y no quería hacerlo frente a él.
- No hay reembolso. - dijo a modo amenazante.
- Eso ya no importa. - Dio la vuelta y se fue, al cerrar mi puerta, lloré, y lloré, no sabía que hice mal ¿Por qué él me engañaría?
Tuve conciencia cuando sonaron las llaves en la puerta y era de noche.
- Cariño ya llegué. - ¿CARIÑO?
- ¡QUIERO QUE TE LARGUES DE MI CASA DE INMEDIATO!
- ¿Qué tienes Max? - preguntó acercándose - ¿Por qué lloraste? - preguntó cuando notó mis lágrimas. - quiso tocarme, pero se lo impedí, él no volvería a tocarme.
- Ni se te ocurra ponerme un dedo encima. - lo empujé - mentiroso, eso es lo que eres.
- ¿Emi qué pasa? - preguntó confundido.
- ¿Que qué me pasa? ¡Cuando me dirías que me estabas engañando? ¡Que tu no eras ese cupido que pedí! ¿¡Cuando?! – grité. Ya estaba llorando, pero no le daría el gusto de que vea de esa manera.
- Max yo...
- Solo lárgate - le tiré las maletas, las cuales le había estado haciendo. - No quiero verte nunca más mentiroso. – Grité.
- Solo déjame explicártelo...
- No quiero escuchar ninguna mentira más, solo lárgate. - Él dio la vuelta, sabía que lo haría. Se fue, se fue tal y como se lo pedí.
Hoy es el día quince y descubrí que no todo es felicidad, que la vida te da sorpresas que solo debes esperar el momento para que te arruinen con una y que mi cupido, en realidad no lo era, pero aún así no podía odiarlo, porque fue culpa mía el dejarlo entrar a mi casa y mi corazón.
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Holap a todos
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Hoy fue una súper carrera Max demostrando que es el mejor de todos. A la mierda la FIA y sus penalizaciones.
