꧁20 días con cupido. Chestappen꧂

Capítulo 10.- Recuerda que tu felicidad va antes que la mía.

¡Ya estas despierto Sergio! - Grité entrando a su cuarto con una sartén la cual estoy haciendo que suene con un cucharón. Seguía molesta, aún lo estaba.

- ¡Podrías callarte quiero dormir! -gritó de inmediato, tapándose nuevamente.

¡No cuando yo quería venganza!

Mi cita había acabado muy tarde, demasiado, llegué con mucho sueño y me tiré a mi cama.

¡No tuve tiempo de decirle nada, a la persona que hizo un perfil falso mío en Tinder!

¿Tienen idea de cuantas personas mañosas pueden existir en esa app? ¿No? ¡Pues yo tampoco lo sabía!

- ¡O te levantas ahora o te tiro una jarra de agua que acabó de sacar del refrigerador! Tú decides que tortura quieres Sergio Pérez Verstappen. - Amenace agregándole mi apellido para que sonara más intimidante.

No, no era una amenaza, ¡definitivamente lo iba a hacer!

Regué la jarra encima de la colcha, no me importaba nada en ese momento

- ¿¡Qué verga te pasa Emilian!?¿Cuál es tu pedo cabrón? -se exaltó parándose de inmediato.

Me sorprendí, él nunca me había gritado de esa manera, tampoco tenía derecho.

- ¡Por qué tuviste que crear un perfil falso mío en Tinder! -reclamé. Me miró desconcertado

-No eres tú el que desea una cita, novio y al amor de su vida. - Dijo todo de manera sarcástica.

Ya no tenía el mismo tono, pero parecía que el hacer su trabajo de cupido no le gustaba.

-Eso estoy haciendo Max, por eso lo creí conveniente.

-Pero te había dicho que no quería hablar con nadie, no quería una cita ese día

- ¿Por eso ni siquiera me quisiste hablar a mí wey?

-Solo no quería hablar con nadie. - Dije obvio. Mi día estaba al límite ayer, me hacía sentir mal la idea de no poder ir con alguien el día más especial para mi hermana.

-Tengo que salir hoy. - Dijo de repente.

-A dónde vas aun no termino de hablar contigo. - Dije mientras lo seguía a la sala viendo como el agarraba sus llaves a punto de salir.

-Pero yo no quiero escucharte. -Dijo cerrando la puerta tras él.

¡Yo tenía la culpa! Y si no era así, él idiota me hizo sentir eso.

-Ve cobarde. - Susurré sentándome.

¿No se supone que él debería estar a mis servicios?

Había pasado toda la tarde despejando mi mente en hacer actividades como: dibujar, leer, pintar mangas, hacer ejercicio, jugar F1.

Y el idiota de Checo no venía

En realidad, ya me estaba preocupando, él se había ido muy temprano y ya eran las nueve de la noche.

¿Qué había hecho toda la tarde? ¿y si le pasó algo? ¿Si renunció? ¿Habría comido?

Los insistentes toques a mi puerta me sacaron de los pensamientos. ¿Será Sergio?, la sola idea hizo que mi corazón se calmara.

Me levanté y fui directamente a la puerta

- ¡Maxi! - Exclamó alegre al verme

¡Él estaba borracho!

No quería salir del bar y ya estábamos cerrando. - Dijo un señor cuyo nombre no sabía y tampoco pretendía saberlo. Sergio se tiró hacia mí.

-Gracias. - Le dije.

-De nada usted es... ¿su novio? -me preguntó.

-No, nada de eso. - Negué y por alguna razón sentí que comenzaba a sonrojarme.

¡En qué cabeza cabe la posibilidad de vernos como una pareja!

-No me niegues Maxito eso no me gusta. - Habló el pendejo borracho que estaba sobre mí.

-Tu cállate. - Le hablé - Bueno gracias por traerlo, lo... llevaré a dormir, adiós. - Cerré la puerta sin darle la posibilidad de que él se despida

Pase con él hasta el sillón, la verdad es que era muy pesado.

-Pensé que solo mis ex tenían cara de borrachos mírate a ti. - Me burlé

- ¿Me estás comparando con esos idiotas? - Preguntó señalando mi florero. - Hay tú me estas comparando. - Fruncia el ceño y eso me causaba gracia.

-Solo vamos al cuarto. - Reí negando mientras me acercaba y estaba dispuesto a levantarlo o a hacer el intento.

Él se paró y ya estábamos en el cuarto, lo tiré a la cama y estaba a punto de salir.

- ¿A dónde vas Verstappen? -preguntó de manera graciosa.

-A mi cuarto. - Dije de manera obvia

-Duerme conmigo. -¿Escuche bien?

- ¿Qué? -pregunté pensando no haber escuchado bien.

-Duerme conmigo. - Repitió nuevamente con voz de niño

-No, ni lo sueñes

-Por favor. - Rogó - Mañana prometo buscar al amor de tu vida sin descanso. - Propuso

Esa no parecía una mala idea

Me acerque a él, ¿estaba dispuesto a hacerlo?

-Ven - Me jaló de la muñeca y caí a su lado.

Iba a reclamar, hasta que sentí sus brazos rodearme.

-Gracias, por todo Maxito, solo espero poder estar ayudando, aunque eso vaya contra mis sentimientos, recuerda que tu felicidad va antes que la mía. - Besó mi frente, mientras sentía que estaba ¿llorando?

- ¿A qué te refieres con todo esto Sergio? -pregunté levantando mi mirada, haciendo que notara que ya había cerrado sus ojos.

Él se había dormido, y me estaba abrazando de una manera tierna, bueno eso si omitimos que estaba borracho y delirando.

Hoy se cumplen diez días y aún no tenía a alguien para que me acompañe al matrimonio de mi hermana y solo tenía a un cupido borracho abrazándome como si su vida dependiese de eso.

¿Algo estaba bien?, no, nada lo estaba.