MERMAID TALE! ( Monster High )

(7)

|DULCE CARITA|

Ayer la conocí y hoy siento que la quiero,

Me enamoró su boca, sus ojos, su pelo.

Y me le quedé mirando, ella se dio cuenta y me miró

Con eso estuve toda la noche soñando...

-Dalmata, Zion & Lennox

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Narra Jackson

Hace aproximadamente seis meses conocí a la mujer más perfecta y que de alguna u otra forma a Holt también le pareció perfecta: Merliah Summers.
Una surfista que es en su momento era nueva y que conocí gracias al "empujoncito" de Abby.

Aún lo recuerdo, cómo cayó encima mío ¿O yo sobre ella? Eso no lo recuerdo muy bien... pero sus ojos ¡Esos ojos! Del color cielo más hermoso, de esos que no me dejan dormir y su cabello tan hermoso con sus mechones rosas que le quedan tan bien. El caso fue... bueno, quedé prendado a ella como si no hubiese nadie más en esta escuela.

Fue una sorpresa total para mí cuando me enteré que Holt le habia pedido hacer el proyecto juntos y me sorprendí aún más al ver lo increiblemente inteligente y creativa que era.

Allí fue cuando definitivamente me enamoré.

Por otra parte Holt... bueno, supongo que él piensa lo mismo pero a su manera...

Narra Holt

¿Merliah? Liah es la mostruo más bella y perfecta es como agua en medio del desierto, es graciosa, linda, inteligente. Y sobre todo, la amo desde el segundo en que la conocí.

Además, es tan... sexy definitivamente no entiendo qué nos vió. En fin... volviendo al presente.

...

-¡Por Calissa!- Sus ojos se abrieron por enésima vez al ver un peluche gigante en forma de medusa.- Que hermoso es.- Me bastó ver las estrellas reflejadas en sus ojos para saber que le daría otro de esos muñecos de felpa que tanto le gustaban.

-Voy a ganarlo, linda.- En ningún momento dejó de sostener mi brazo, puesto que ya llevaba un carrito lleno de esos peluches que había ganado especialmente para ella.

-Este muñeco de felpa solo si derriba la nave del marcianito.- Habló el señor.

-Pff... esto es pan tostado.- La ví y ella tenía esa sonrisa hermosa y expectante por mi hazaña. Tomé el arma que soltaba esferas que al darle al marcianito simplemente no lo derribaban.

-¡Eso no es justo!- Alegó ella cuando por segunda vez le dí a la cosa esa.- Le dió ¡Dos veces!- Señaló enojada.

-Qué lastima, supongo que no pudo ganárselo.- Respondió irónico a MI mujer, cosa que me hizo enojar.

-Tranquila, cariño- Le dije y sonreí.- Lo intentaré otra vez.- Pagué otros dos dólares pero ahora me alejé unos cuatro pasos del lugar y ella retrocedió al verme apuntar con mi mano a la figurita de cartón; una esfera de fuego llegó hasta el marcianito quemándolo y de paso gran parte del puesto de aquél estafador.