Los chicos del bar estaban llevándose las pertenencias que les restaban, aunque de alguna manera se negaban a abandonar el sitio con la esperanza de que Mitzi cambiara de opinión. Zib tomó aire fuera del bar, en la cochera, le pareció muy diferente la habitación ya que fueron contadas las veces que puso un pie ahí. Generalmente ese lugar lo frecuentaban los asesinos de Atlas y el propio Atlas; la banda ni tenía porqué andar husmeando ahí.
Encendió un cigarrillo y miró el auto que les quedaba, estaba en tan pésimas condiciones al igual que la cochera que parecía un basurero. Con nostalgia se sentó sobre el cofre y miró a la nada. Tan sumergido estaba en sus pensamientos que el ruido de una rata lo hizo dar un respingo. Prefirió volver al bar, después de todo, ya no serían tan fácil volver a verlos.
Al llegar, notó que Mitzi y Wick también iban llegando, Zib alzó una ceja con mirada de intriga. El rostro del hombre no sabía dónde guardar tanta felciidad y eso solo suponía una cosa.-¡Queridos, amigos. Apreciados miembros del clan Lackadaisy! -llamaba la atención de los presentes quienes se acercaban con curiosidad-. Quizá les cause cierta contrariedad el saber porqué sonrío y brinco de alegría en lugar de estár triste y decepcionado, pero hay un motivo muy grande y es que volveremos a ver a Rocky con nosotros -todos lo miraban un poco confundidos.
-Señor Sable...
-¡Nada de interrupciones, jovecita Ivy! Me complace saber que salvo a esta enorme baja que sufrió la señora Mitzi, hay detrás un gentil y muy valiente acto de bondad: recuperar a Rocky. Eso amerita una celebración pero preferiría aguardar hasta su llegada.
-¿Como una despedida? -comentó un tanto entristecida la joven.
-Pues -sus ánimos y felicidad cesaron de repente al caer en cuenta-, sí. Sería una despedida, pero debemos hacer que sea una agradable despedida, jovecita Ivy -suspiró-. Traía tanta alegría que había olvidado que después de esto ya no habrá más citas en el bar.
-Ni baile -Ivy hizo un puchero de tristeza.
-Ni alegre música jazz haciendo compañía para ambientar -agregó J.J.
-Ni licor -susurró Wick.
Mitzi sentía mucha vergüenza al escucharlos hablar así y tuvo que tragarse todo eso para no romper de nuevo en llanto frente a todos.
-Wick, querido, no nos entristezcamos. Como dijiste, debemos estar alegres de que Rocky está con bien y además celebraremos su regreso -le dio unas palmaditas en la espalda-. Será la más hermosa e inolvidable de las despedidas y la celebraremos al mero estilo del Lackadaisy.
♧♧♧
Por la tarde, el día era nublado y algo frío en la ciudad de Sto. Louis, durante los días pasados hubo una tranquilidad inusual para Marigold pues no habían recibido llamada alguna del trato con Mitzi. Así mismo, su rutina había sido menos activa que en meses anteriores, casi como si el verdadero problema fuese la persistencia de Lackadaisy por mantenerse oscilando en el mercado.
En cuanto a Mordecai, él llevaba sus asuntos adelantados para aprovechar la mayor parte del tiempo al lado del chico que tenía bajo su vigilancia; tan melosa y llena de fanstasía eran sus encuentros al cerrar la puerta de su departamento, en ese escondido lugar ellos podían amarse y demostrárselo cuantas veces quisieran, o más o menos, puesto que tenían que evadir los ojos curiosos de Serafine que cada día parecían más capaces de lanzar fuego a través de ellos.
Esa tarde, Mordecai planeaba sorprender a Rocky con algunos pasos de baile que torpemente intentaba aprender, se había apoderado de su mente la imagen de ellos dos bailando al son de un jazz suavd o algo alegre. Cualquiera que fuese la elección de su chico era perfecta. Mientras daba la hora de la cita, Mordecai escribía algunas cosas en su bitácora y fue ahí donde se le ocurrió dar una hojeada a su libreta.
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Rehén
RandomLuego de que Lackadaisy haya logrado recuperar un antiguo proveedor, la "cacería de brujas" va a ser mucho más intensa para Marigold; especialmente para Mordecai Heller, pues tendrá que enfrentar sus fastasmas del pasado para cumplir con su compromi...