Victor's Bloods

Capítulo 3

—Querida, qué maravilla verte — dijo Effie moviendo sus elegantes manos para después abrazarla. — Ahí está, nuestro triunfo.

Effie la abrazó y Katniss le correspondió el abrazo.

Su equipo de preparación empezó a lanzarle cumplidos.

—Que lindura de casita, muy pintoresca — comentó Effie.

—Gracias, obra mía — sonrió su abuela apoyada a su bastón

Venia, Flavius y Octavia se movieron un poco en el recibidor viendo las fotografías colgadas, muchas de ellas de la infancia de Katniss, Prim y su padre.

—¿Ya te enteraste lo de Cinna? — preguntó Effie.

—¿Qué le pasó a Cinna? —se preocupó Katniss.

—Oh querida, es toda una estrella — contestó Effie y el equipo la secundó —Todos en el Capitolio usan sus diseños. Todos.

—Bueno, no todos.

Katniss sonrió al ver a Cinna entrar por la puerta, y lo abrazó aliviada.

Prim la llamó, captando la atención de Flavius y Octavia que fueron hacia donde ella que no paraban de decir que Prim era muy hermosa y que era de esperarse de las nietas de Lucy Gray Baird.

—¿Estás bien?

—Si.

—¿Y estas lista?

—Si.

—Excelente — Cinna sacó de su abrigo una carta — Tu padre la envía, dice que lamenta no poder estar contigo en el Tour, pero te estará esperando en el Capitolio.

—Gracias, Cinna

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Icarus Denim miró el proyector a Caesar Flickerman, con el cabello lila en esta ocasión.

El host de los Juegos estaba recapitulando parte de los Juegos y a los Amantes Trágicos del Distrito Doce.

Tía Tigris tenía un martini en sus manos también observando la proyección.

Katniss Silver apareció en pantalla, vistiendo de color neutros y su cabello perfectamente cepillado. Y Peeta con el cabello peinado y de tonos similares a Katniss Silver.

Su hija besó la mejilla del chico con una suave sonrisa.

—¿Y cómo ha estado todo? — preguntó Caesar.

—Bien — contestó Peeta.

—¿Es todo lo que dirán? ¿Bien? — se mostró indignado Caesar.

—Aun sigo castigada por mantener en secreto a Peeta — bromeó Katniss Silver con una sonrisa encantadora — Mi padre nos ha puesto un chaperón en todo momento.

Icarus Denim le dio crédito a su hija. Si bien Katniss Silver no tenía tendencias a ser muy sociable o hacer bromas con facilidad lejos del círculo familiar, cuando se esmeraba lo lograba a la perfección, ya que se pudo escuchar la risa de Caesar.

Caesar dio inicio al Tour de la Victoria.

Icarus Denim se lamentaba no poder estar con su hija, el Tour siempre fue complicado para los Vencedores, tantas pesadillas rondando en sus mentes, pero tenía la seguridad que su madre y Haymitch están ahí para ella.

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Estaban montados en el tren camino al Once, Katniss estaba callada, con la mirada baja jugando con su pulsera de serpiente mientras Effie no paraba de parlotear en el vagón comedor donde estaban ellos, sus mentores, Effie y sus estilistas.