Era una mañana cálida de primavera. El sol entraba en forma de pequeños rayos por la ventana de aquella habitación, donde se encontraba en un profundo sueño una chica de unos 17 años. Su cabello marrón cubría gran parte de su rostro evitando que la luz del día le de directamente, el cantar de las aves no se hizo esperar y con este la alarma en el celular de la joven retumbó por la habitación marcando en la pantalla las 07:00 am.
Una mano se estiró bruscamente para apagar aquel ruido que pasado unos minutos se repetía en un bucle que parecía infinito, después de unos torpes intentos de hallar la fuente de aquella molesta melodía la joven logra silenciarlo dejando la habitación en una paz inimaginable, la cual vuelve a ser interrumpida cuando alguien llama a la puerta.
- Lany hija, levántate que vas a llegar tarde...-, habló la señora ojos marrones y piel blanca como la luna.
- mmhhm...-, gruñó Lany, un cansancio y pesadez la invadía, era un trabajo forzado para ella poder levantarse a tiempo y poder desayunar algo antes de irse a estudiar.
- Recuerda que hoy llevaremos a tu abuela al cementerio. ¿Quieres ir con nosotros después de la escuela?-, pero la madre no obtuvo mas que silencio por parte de su hija.
Después de unos minutos se escuchó la puerta de entrada seguido de un motor de un auto que indicaba la partida de sus padres hacia sus respectivos trabajos. Lany es una chica bastante sencilla, no tarda en arreglarse ya que para ella es innecesario si la situación no lo amerita, por otra parte, su madre y su padre tardan horas antes de salir a un lugar, son ese tipo de personas que se levanta a las 05:00 am para arreglarse. La joven a veces piensa que es adoptada o la trajo la cigüeña.
La tarde en la escuela para señoritas de Tokyo transcurrió con normalidad, mas que chismes entre sus amigas, hablar sobre muchachos, boybands y de como los exámenes están a la vuelta de la esquina pero ninguna de ellas había tocado ningún libro. Un llamado constante de alguien sacó a Lany de sus pensamientos.
- Señorita Amemura.., señorita..- vuelve a repetir la profesora llamando la atención de la chica que estaba mirando por la ventana esperando con ansias ver a su abuela, ir a su casa, practicar tarot y las demás cosas que la señora de edad avanzada le enseña. Un tercer llamado logra hacer que Lany voltee a ver avergonzada y diga, - Disculpe profesora, ¿Qué necesita?- Contestó mientras se levantaba de su asiento.
- Señorita Amemura, me informa la directora que alguien llamó preguntando por usted-, con esto dicho Lany entendió y procedió a dirigirse hacia la oficina de la directora, ella pensaba que dicha llamada se trataba de sus padres avisando que irán a recogerla antes así van con la abuela al cementerio.
- ¿Quién habla?...- preguntó la menor con un poco de duda, su cara cambio por completo al escuchar una voz masculina muy grave detrás de la otra línea.
- Hola señorita Amemura, lamento molestarla e interrumpir sus horas de estudio pero lamento informarle que encontramos el auto de sus padres muy destrozado a un costado de la carretera-, un silencio inundó la línea por parte de Lany.
No podía creer nada de lo que estaba pasando, sus padres y su abuela, su única familia. ¿Quién se haría cargo de ella ahora? pensó. Después unos minutos hablando con el hombre en el teléfono y no parar de llorar cortó la llamada para después desplomarse en el suelo.
Una patrulla escoltó a Lany a la escena del crimen para que confirmara si de verdad ese es el auto de sus padres. Cuando llegó lo único que vio fue un vehículo quemado, todo destrozado y ni un rastro de su familia, como si la tierra se los hubiera tragado. Pasó las siguientes horas dando testimonios a la policía y algún indicio que pueda indicar donde pueden estar pero todo era inútil, mientras Lany hablaba con un policía, un hombre alto, de lentes obscuros se presenta con el nombre de Masamichi Yaga.
Yaga habla con la chica por unos minutos mientras le comenta que él tenía una amistad muy grande con su abuela y que siente de verdad su pérdida. Lany se enoja un poco ya que todos ya dan por muerta a su familia, sus cuerpos no están pero tal vez ellos escaparon y su auto se destruyó después de eso para robarlo o algo así, pensó. Ya llevaba un rato hablando con el hombre cuando el mismo le propone estudiar en su escuela y vivir allí.
- Se que es mitad de año y que tienes a tus amigas pero no tienes a dónde ir, a diferencia de tus conocidos se sobre las cosas que te enseñaba tu abuela, yo te puedo ayudar a mejorar eso y que puedas defenderte de cualquier cosa.- Dijo Yaga seguro de sus palabras, ya que él veía un potencial enorme en Lany y también podría cuidar de ella como un favor a su abuela, la mejor amiga que el pudo llegar a tener en su juventud en la escuela de hechicería de Tokyo.
La chica después de pensarlo por unos minutos y viendo las circunstancias aceptó sin más, ya no tenía nada que perder, las únicas personas importantes en su vida ya no estaban así que se preguntó a si misma ¿Qué mas da?. Terminaron de hablar y ambos se dirigieron para la casa de Lany a buscar sus cosas ya que ese mismo día se instalaría porque como dijo el señor Yaga "no hay tiempo que perder". Una vez agarró sus maletas y salió por la puerta principal dio un ultimo vistazo a lo que era su hogar, sus recuerdos vinieron de inmediato inundándola de una nostalgia y tristeza que solo ella estaba experimentando en ese momento, nació, creció y vivió ahí. Ahora se iba a lo desconocido con un desconocido que su abuela mencionaba muchas veces y le enseñaba fotos, pero el hombre que estaba con ella ahora no es para nada parecido al joven apuesto que mostraba su amada abuela.
Con la última maleta puesta en el maletero de aquel auto obscuro el cual era conducido por un hombre serio que llevaba un traje negro y lentes, dicho hombre se acercó para luego abrir la puerta en la que Lany se iba a subir, ella por dicho acto se sorprendió y le comentó que eso no era necesario, a lo que el hombre silencioso no hizo caso y espero que la joven suba al vehículo para después cerrar la puerta y emprender viaje hacia la escuela en la que Yaga era profesor.
En todo el camino Lany iba callada mirando por la ventana recordando que no tuvo oportunidad de despedirse de sus padres, mientras estos pensamientos llegaban a ella una fuerte ira comenzó a llenarla y de repente el auto comenzó a temblar, cuando se da cuenta de dicho sismo la joven se sorprende y aterroriza a la vez sacándola totalmente de aquel trance de malos pensamientos, cuando esto ocurrió el temblor se detuvo. Ella pensó que fue pura casualidad, alguna falla del motor o un bache así que decidió pensar en la cantidad de amigas que hará cuando ya este instalada. Lany pensaba que esta escuela era una privada muy prestigiosa de pocos estudiantes, sin imaginar con lo que se iba a encontrar su primer día de clases y los conflictos que se le aproximaban.
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Besos al Aire. (Suguru Geto x Oc)
Hayran KurguLany es una chica que hace poco descubrió que su vida iba a cambiar para siempre. Después de la muerte repentina de sus padres y su abuela ella tiene que mudarse a lo que será su nueva escuela de hechicería, dónde aprenderá a desarrollar su energía...