၄၃ - sept

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Bueno, no es tan complicado.

Lo complicado es no pensar en tu sabor cuando pruebo las mezclas antes de echarlas en un molde para horno directo a cocción.

De verdad, mi lengua está a gusto.

Quedó bien, el betún es delicioso. Me recuerda a lo tierno y brillante de tu piel, qué, en serio, la clase de repostería es algo tranquila, pero es un exausto ejercicio para mí, que solo hablo con mi propia mente.

Puedo hacerlo, siempre puedo.

La señora Min es amable, como tú. Dijo que lo hice perfecto, y a mi novia le encantará.

Pero no tengo novia, ¿sabes?.

De todos modos, traje pastel.

Y llevo varios minutos frente a tu puerta decidiendo si es buen momento de interrumpir en tu vida. Tocar la puerta es fácil, lo complicado, es elegir un juego de palabras de todas las cartas en mano que puedo escojer para no sonar como un loco desesperado por entrar a tu hogar.

Cuando estoy sólo, soy un desastre.

Cuando estoy contigo, soy paz.

Minutos siguen corriendo como agua de río que escapan de mis dedos, y estos sudan como tal; soy valiente, yo sé, pero los nervios no me apaciguan el cuerpo, sólo parezco un animal indefenso.

Y tú, mi cazador.

Pero justo en ese momento abriste la puerta, y recitas un saludo que me calentó el alma.

Me saludas, te miro, y te saludo igual.

"¿Gustas pasar?"

Hacia ti, no hay rechazos por parte de este Choi.

Solo rezos y plegarias al nombre de su personaje favorito en la serie de romance que dicta su vida.

Paso, me disculpo, y me ofreces asiento.

Es como entrar al cielo.

Tu lugar de descanso es limpio, es atrayente, es como descubrir tu ser interno sin entrar en ti, en el buen sentido. Desprende olor a gloria, al igual que tu ropa, es todo tan estéticamente tuyo.

Se nota, ¿Lo notas?

Hasta luego de minutos, puedo sentir que tomaste mi regalo entre mis manos, y aún puedo oír tu perfecta voz diciéndome tantos cumplidos adorables saliendo de tus labios rosas.

Ríes, tan hermosamente.

Pero soy un bendito manojo de nervios, sin pudor penetras tu carisma con estacas en mi pecho, cada accion taladra mi mente bendita, afilias tus ojos en los míos.

Siento conexión, sincera.

Pero no sé como dejamos de hablar de las buenas técnicas de postres, hasta que desplomas tu cuerpo sobre el sofá. Tan cerca, sin retrasos, y miras la película sin poner atención en mí.

No me interesa, sólo quiero verte a ti.

Tal como ahora.

"Me caes muy bien, Hoho", dijiste.

¿Hoho?

Es lindo, suena lindo.

Eres lindo.

Mis dedos se incrustan en la tela del protector de sofá, las yemas de mis dedos colocan un blancor en ellas, ejerciendo presión en mi torso. Puedo sentir como el calor de mi cuerpo sube hasta mis mejillas, siendo capaces de visibilizarse tan solo una pizca.

Pero mi vista sigue en tu rostro, tan hermosamente espléndido.

"Tú a mi igual, Sangie", menciono, y te volteas a mirarme con ese rostro poco iluminado por la luz de la televisión, aún así, el grosor de las pupilas se dilatan, tan expansivas, y sonríes como un loco enamorado.

Oh, me describo a mi mismo.

"Me gustaría que vinieras de nuevo".

Con esto, empiezo a creer que gané un pase libre a tu conquista en la mañana.

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con amor,
၄၃ - woocelin

Amarte - ၄၃ - jongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora