Amarte - ၄၃ - jongsang

၄၃ - dix

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No pienso que pude parar allí, en realidad, ya sabía que aquella "amiga" de la que me hablaste te hizo sentir como un pollito debajo de un labrador, lo sé, pero aún así, condenaste a usar una espada de rechazo al incrustarla en su estúpido pecho prominente.

Soy mejor que ella, sí.

Yo sé amarte de mil maneras diferentes, he hecho por ti lo que nadie jamás me hizo lograr, y sabiendo que he cambiado positivamente por el motivo que ya conoces, aún no puedo decirte todo lo que escondo.

Detrás de una fachada de hombre prominente, conozco la travesía de lavar los platos usados y servir licor de arroz en vasos pequeños.

También tenía en cuenta que adoras el pollo frito, por lo que, el invitarme a tomar algo más para conversar como los actuales amigos que somos, me hizo saber que quizá esto tendía algún final poco convencional para mí.

Mucho más cuando dejamos migajas de masa dulce sobre los platos de porcelana, y ambas botellas de reflejos celestes están vacías, esperando la apertura de una tercera concursante partícipe en el ring.

Acabo de darme cuenta de que no estoy en mis cinco sentidos, no siento mareos, al contrario, la ligereza se aproxima más a sentir como tus ojos no se despegan de mí en ningún punto de nuestra conversación, a pesar de estar un poco cerca, no estoy hecho un manojo de nervios en este momento.

¿Estoy sedado, o encantado?

Siento por dentro un festival de tambores, enloquecidos por sonar retumbantes hasta romperme los tímpanos, sin embargo, estoy sereno, tan tranquilo como las olas en la orilla cada mañana.

Mis ojos no despegan los tuyos, es un hecho, y ahora agradezco a todos los dioses que no soy un idiota lanzado a pesar de que quiero ser presa de tus besos más salvajes durante esta noche. Pero, al igual que mis duchas, eso será ignorado hasta estar seguro de tu firma en el documento de mi corazón.

ㅡ El color de tus ojos es precioso, ¿sabes?

Posión de amor, es la palabra para describir tu risa en este momento, no es fuerte, suena un poco... tímida, y muy, muy dulce.

ㅡ Ah... gracias. ㅡ dices, sin dejar de observarme con esas preciosas estrellitas oculares. ㅡ Los tuyos también, Hoho, pero... m-me gusta más tu piel.

No dejas de sorprenderme, cariño.

No cuando te acercas tan peligrosamente a mi espacio por separado, no cuando tu cálido dedo índice deja huella en mi mejilla, ni cuando despejo mi vista para enfocarlo en algo mucho más apetecible que también proviene de ti.

No te apartas cuando mi posición en el extenso sofá acorta la distancia, respirando cruelmente cerca de tu rostro, comienzas a merodear en mi cabellera con la yema de tus dedos, y con los míos, ruedo a lo largo de tus mejillas de algodón, hasta la comisura de tus labios, que no se mueven y se dejan querer por lo que quiero ofrecer a continuación.

¿El alcohol me prohíbe gritar en una situación como ésta?

Sueltas una sonrisita.

ㅡ ¿Uhm?

ㅡ Jongho...

Oh, Dios.

Sonó hermosísimo.

Te escuchas tan perfecto, cerca, fuerte y claro. Mozart tiene piezas suaves que ahora suenan en mi cabeza, tratando de calmar las lindas flores que siento crecer en mis adentros.

Dejo de admirar tus belfos por un momento, y mis pestañas se alzan para mirar los destellos que brillan debajo de las tuyas, con fervor.

A juzgar por tu reacción, estás esperando algo, sin embargo, estoy borracho, al igual que tú.

No es momento de aprovechar mi estado y hacer lo que se me plazca, yo quiero disfrutarlo sobrio, aunque, la idea del consentimiento indirecto desde el mover de tu mano por mi nuca, y el sentir de tu respirar un poco más cerca me dejan entre la espada y la pared.

Relamo mis labios, mirando los tuyos. Me imitas.

ㅡ Jongho...

Hazlo.

¿Qué imaginas que haré?

Tentarme hasta más no poder está hecho, aunque sentí un pedazo del cielo cuando pude por fin aparecer entre el placer del deseo.

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con amor,
၄၃ - woocelin