18 SUSAN

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Un segundo estoy cruzando la puerta de la cabaña en los brazos de mi ahora esposo y al siguiente mis pulmones exhalan todo el aire contenido cuando miro y entiendo lo que es la palabra luna mielera.

Esto es un sueño hecho realidad y ni siquiera  sabia que lo necesitaba hasta que mis ojos lo vieron materializado.
Lo que mis ojos miran en esta habitación es hermoso, pero está muy lejos de ser inocente, tierno o romántico.

No digo que no me guste porque en realidad estoy intentando frotar mis piernas entre sí. Solo de ver.

Mis pies tocan el suelo, pero antes de que pueda darme la vuelta para ver el rostro de mi esposo, Aarón me rodea la cintura con fuerza y todo su frente está clavado en mi espalda. Y cuando digo todo, realmente es todo. Su respiración se acelera en mi nuca y cuando inhala en mi cabello sus brazos se aprietan más a mi alrededor, siento que está en todas partes y me encanta.

—nunca había intentado algo como esto... hasta ahora. Hasta ti. Tienes una oportunidad para decirme que no te gusta el rumbo de nuestra noche de bodas, y me aseguraré de hacerte el amor lentamente. De igual manera gritarás mi nombre cuando te llene con mi semilla... pero si lo que miras aquí, te gusta asiente con la cabeza y deja que me haga cargo de ti.

"Mierda"

Recuerdo vívidamente cuando tuve un vistazo del otro Aarón, no del sonriente y educado. No del simpático y encantador. Claro, no deja de ser todo eso, pero también es fuego. Un fuego del tipo que consume todos tus deseos.

Mi cabeza sube y baja lentamente y es todo lo que Aarón necesita para girar mi cuerpo y golpear su boca con la mía. Mis ojos se ponen en blanco antes de que se cierren y mi cuerpo se derrite en los brazos de mi esposo. Una corriente eléctrica me recorre desde la nuca hasta los dedos de los pies, su toque en mí, es posesivo. Es fuerte y rudo, es increíble y llega a todas mis terminaciones nerviosas.

Cuando entramos a la cabaña y mis ojos vieron los instrumentos de cuero expuestos en la pared... esas cuerdas, látigos, esposas y mierda, mi centro palpitó ante la idea de hacer lo que solo me atreví a imaginar o leer. Con ninguna de mis citas me aventuré a ir más allá del sexo convencional, y muchas veces me sentí estar mal de la cabeza por querer más. Pero no con Aarón. Nunca podría sentirme mal con él. Y estoy segura de que puedo confiarle mi cuerpo.

Le confío todo de mí. Y es hermoso y aterrador al mismo tiempo. Porque no quiero llegar al final de este viaje a darme cuenta de que se puede terminar.

Su lengua se arremolina dentro de mi boca mientras su puño se aprieta en el cabello de mi nuca. La fuerza que utiliza no es suficiente para lastimarme, pero sí es lo suficientemente fuerte para que sienta ese tirón en todo mi sexo.

Cuando gimo la mano libre de Aarón está en mi culo, masajeando mi mejilla derecha. Lo escucho gruñir y antes de que pueda reírme de eso, suelta mi boca para dejarme muda con sus sucias palabras.

—no puedo esperar a dejarte la piel en carne viva. —lo dice cuando aún aprieta mi trasero, así que solo puede estar hablado de usar esos instrumentos en mi cuerpo.

—y yo puedo esperar a sentirlo. —jadeo y sus ojos se oscurecen. su sonrisa vacila hasta transformarse en hambre. Un hambre feroz y toda es por mí. —Aarón —gimo.

—no. Así no. —me ordena con voz ronca. Cuando entiendo lo que quiere decir mi estómago se contrae.

—esposo. —jadeo y antes de que pueda parpadear mi espalda se golpea en el colchón de la cama. Su boca regresa a la mía mordiendo mi labio superior y sorprendiéndome por lo mucho que me gusta ese dolor.

Todo su cuerpo, grande y duro, está sobre el mío. Siento su peso en cada parte de mí y la falta de aire empieza a darme otro tipo de placer e ideas que no sé si seré capaz de decir.

Dulce NO tan Dulce (borrador terminado) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora