Capítulo 3: hablando con Emmett.

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Alice había decidido partir el día siguiente, estaba muy ansioso, al punto de que si fuera humano estaría comiendo chocolate, pero como no lo soy, salí a cazar; encontré un par de venados cerca del río eran grandes, pero de un momento a otro me llegó un efluvio de un puma, preferí el puma, siempre han sido mis favoritos, después de beber toda su sangre, como no estaba satisfecho busqué a los venados, estaban un poco más lejos de donde los había encontrado, pero esta vez estaban con una cría, me dio nostalgia y luego me dio risa, genial me había convertido en bipolar, pero era solo un recuerdo de cuando Bella veía Bambie, y me gritó que era un asesino, me asuste de que creyera que era verdad y se alejara de mi, resulta que fue un error, estaba en sus días y las hormonas la hacían estar muy emocional, no había entendido porque me había llamado asesino, claro luego lo entendí, me acusaba de matar a la madre de Bambie, lloró por unos minutos y luego apagó el reproductor de DVD.
Preferí no atacar a esos venados, corrí hacía el río y me senté en una roca mirando a la nada, mi mente comenzó a pensar en la idea de ser padre, nunca me había imaginado siendo un padre para alguien, cuando era humano mientras mi madre Elizabeth trataba de que mirar chicas para que pudiera asentarme y poder tener familia, mi padre Edward, esperaba que fuera a la universidad y estudiara leyes, en cambio yo lo único que ansiaba cumplir dieciocho para poder irme a la guerra y convertirme en un héroe, aunque muriera en el intento; cuando me convertí en vampiro ya esa posibilidad no existía.
Pero ahora esa posibilidad realmente casi estaba al alcance de mi mano, aunque me costara conseguiría el perdón de Bella, tendría una familia, algo que jamás pensé en tener, no me refería a mi familia adoptiva, me refería al hecho de tener a la mujer de mi existencia a mi lado además de un hijo que vería nacer y crecer, hasta donde pudiera.
Me imagine como sería el embarazo de Bella, durante las
prácticas en los hospitales veía todos los meses a mujeres embarazadas y veía como crecía su vientre cada vez más, escuchaba los latidos del corazón de esa criatura que venía en camino hasta los gritos cuando nacían, nunca entraba a los partos, siempre me había dado miedo descontrolarme de un momento a otro, pero si Bella me dejaba entrar nuevamente a su vida, podría participar en cada etapa del embarazo ver su vientre plano crecer hasta convertirse en una panza grande en la que se encontraría un niño o niña al que ya amaba sin importar nada, solamente por ser una parte de mi oveja. Podría ver las ecografías y admirar como de a poco se forma una vida, escucharía sus latidos más rápidos que los de cualquier humano, podría sentir a través del estómago de su madre y sentiría sus pataditas en mis manos, cumpliría los antojos de su madre de día y de noche, soportaría sus cambios de humor sin quejarme, todo se veía como un futuro tan cercano, pero a la vez tan lejano, no debía olvidar que todo dependía de Bella, no de mi- estaba tan metido en mis pensamientos que no sentí a Emmett, solo sentí la roca que impacto en mi cabeza sacándome de mis cavilaciones.
- Ey Eddie ¿En qué piensas?
- En todo.
- ¿A qué te refieres con todo?
- En cómo sería el embarazo de Bella, mi vida si me perdona, eso básicamente.
- Ah, sabes estoy muy ansioso de ver a mi hermanita, la hermana que tú me quitaste.
- Emmett no estoy para tus reclamos- le contesté molesto.
- Lo siento, quiero hablar contigo sobre esto.
- Dime.
- Se que estas dispuesto a todo porque ella te perdone y vuelva a ser la pareja que antes eran, pero tienes que pensar que ahora ella no viene sola, te lo advierto desde ahora, no quiero volver a ver a Bella sufrir por ti, porque esta vez no saldrás librado tan bien librado como la última vez, no voy a permitir que Bella vuelva a sufrir, menos mi sobrino, el no va a pagar las consecuencias de tus decisiones.
- No tienes que amenazarme Emmett, ya sé que me he equivocado, me lo repito todos los días y a cada hora, no voy a cometer el mismo error dos veces, esta vez lo voy a hacer bien y no la voy a dejar escapar jamás.
- Por fin reaccionas hombre, pensé que serías un idiota por siempre- soltó una carcajada- realmente pensé que te habías convertido en un emo, te faltaba poco para cortarte las venas- sonreí realmente era un idiota, de pronto dejó de reír- ahora que lo pienso ese imbécil, le dio algo que tu nunca le podrías dar- en ese momento me odie como nunca me había odiado si fuera humano, las cosas no habrían sido así, en estos momentos ya sería mi esposa, estudiaríamos en la misma universidad y este sería nuestro primer hijo, claro si hubiera nacido en esta época de no ser así estaría bajo una lápida, muerto por la peste o por la guerra.
- En eso tienes razón, al menos algo bueno de todo el problema que formé.
- Hermano te pasaste con la sobre-protección, está bien que no quisieras arrebatarle su alma a Bella, pero esa era su decisión y ella ya la había tomado, quería ser vampiresa, eres muy tonto, realmente te amaba, ella habría dejado todo por ti y tú lo hechas perder, jamás creí que el perfecto Edward se equivocara.
- ¿Quieres dejar de recriminarme mis errores? Ya sé que me equivoqué, perdón por querer que ella tuviera una vida humana, que fuera normal y como cualquier otra persona normal, perdón por querer que su alma se salvara y conociera algo que ninguno de nosotros podría ver- le respondí con sarcasmo.
- Si, si, lo que digas- me respondió- ¿has pensado en que pasaría si no te perdona?
- Ya te dije voy a conseguir su perdón a como dé lugar- si claro como si nunca lo fuera a perdonar, está loca por él- pensó Emmett.
- No es tan fácil, ahora Bella no ve solo por ella.
- Si tienes razón, Rose se sentiría muy mal sino pudiéramos recuperar su confianza, Bella es lo más cercano a la maternidad, ya sabes cómo no puede vivir esa experiencia, ve en Bells la posibilidad de estar en el proceso y todo eso- A la mente de Emmett llegó una imagen de Rose con un niño.
- No lo había visto de ese modo, ni siquiera he visto en sus mentes.
- Me lo imaginaba, a lo que más Rose le teme es que dañemos al bebe por nuestra repentina llegada, ya sabes primero enterarse de que está embarazada, después decírselo a su novio y que la deje, luego que la golpee y que por su culpa casi pierda a su bebe y súmale nuestra repentina aparición, ya casi aborta.
- Tendremos que vigilarla desde las sombras, para que no les pase nada, me refiero a que es torpe y sabes que es un imán para los problemas.
- Uy yo quiere vestirme de terno- se imaginó con un terno y con pistolas disparando, luego aparecía Rose con un vestido rojo muy ajustado.
- Basta Emmett no quiero imágenes mentales.
- Será una próxima fantasía- subió y bajó las cejas.
- Por favor Emmett.
- Uy Eddie sigue siendo virgen, al parecer Tanya no hace bien su trabajo- se me había pasado ese detalle con todo lo que había pasado no me había acordado de Tanya, tenía que solucionar ese problema, porque últimamente era eso, me tenía cansado estaba siendo muy irritante.

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Espero que les guste, prometo publicar el próximo capítulo pronto


Me equivoquéWhere stories live. Discover now