Capítulo 7: un reencuentro no tan reencuentro.

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El viaje se me hizo muy lento, desde que Carlisle me había dicho que nos íbamos estaba desesperado por llegar, pero no podíamos ir más allá del límite de velocidad, no porque no quisiéramos, en realidad quisiera, sino que porque uno: no estaba manejando yo y dos que es casi imposible porque tenemos muy buenos reflejos podríamos causar un accidente, según Carlisle.
-¿Sabes? hoy vi a Bella- lo miré aterrorizado- no pienses mal, la vi dormida realmente esa bestia la golpeo muy fuerte, está sedada a algunas horas, según su expediente últimamente está sufriendo de insomnio, tiene pesadillas, por lo que leí tienen que sedarla, es por eso que en la noche no despertará en la noche, vas a tener que ir muy rápido hasta su habitación, nadie puede estar con ella, aún está shockeada por todo lo que pasó, no permite que nadie la vea, ni Reneé, ni Charlie saben de esta situación, ella desde un principio no quiso que se enterarán, no ha querido recibir a la chica que la encontró, a su habitación solo puede entrar la enfermera y es para revisarla o sedarla para que el doctor la revise, Edward te va a impactar verla lo que hizo esa bestia fue horrible, está muy golpeada- estaba muy sorprendido no es esa la Bella que yo recuerdo, la chica fuerte que se adaptada a las cosas más inexplicables, esa chica que cuando intentaron violarla en Port Angeles no entró en shock, sino que me explicaba que en las situaciones de mucho estrés ella prefería olvidarlas, era lo mejor.
-Todo esto es tan sorpresiva, casi no la reconozco, necesitará terapia, ¿has consultado con un psicólogo?
-Si, el doctor Stuart, me dijo que lo mejor sería que su terapeuta sea mujer me ha recomendado algunas que son de su absoluta confianza.
-Lo dejo todo en tus manos, quiero que elijas a la mejor y hagas una entrevista con ella, necesito saber que tan eficiente es en su trabajo.
-Está bien- miré hacia el frente y vi la entrada del hospital, después de tanto tiempo al fin podría verla.
-Sal rápido, su habitación es la 278 en el tercer piso, entra rápido Edward la iré a revisar en unas horas.
-Bueno, adiós nos vemos en un rato-corrí por el hospital hasta que llegué a su habitación, entré y cerré la puerta muy rápidamente, al verla tuve ganas de llorar, esa Bella estaba llena de moretones en su cara, podía decir que la piel donde no habían moretones estaba más blanca, casi tanto como yo, nunca pensé que la vería así, sentía tanta impotencia porque me dolía en todo mi ser no poder protegerla, ni a ella ni al bebe, me acerqué con mucho cuidado y besé su frente, estaba más fría de lo que nunca la sentí, a pesar de todo se veía hermosa, aunque se le notaba demacrada, tenía grandes ojeras y moretones en muchos lugares de su rostro, además estaba hinchada, bajé la mirada por su cuerpo, en sus brazos se podían apreciar unos dedos marcados en su blanca piel, apreté mi mano en un puño y cerré fuerte mente la mandíbula, en ese momento sentí algo de lo que no me había percatado era un corazón que latía muy rápido, mi mirada viajó rápidamente hacia su estómago, se notaba una pequeña pancita, la toqué me sentía feliz era la primera de muchas veces que la tocaría, la besé con todo el amor que sentía por esa pequeña personita que crecía en su interior, nuevamente me maravillé con el poder de la mujer para dar vida, su organismo era mucho más complejo en muchos sentidos, besé su estómago, pronto se convertiría en una gran pansa en donde habitaría un niño que luego nacería y haría completamente feliz, al igual que su madre, esa pronto sería mi familia, a quienes protegería con mi vida, no dejaría que nadie la lastimara.
Tomé su mano y la acaricié, no podía escuchar los pensamientos de Bella, era algo totalmente de ella, me encantaría saber que está soñando, en realidad nunca supe que soñaba con exactitud, solo que soñaba conmigo y era maravilloso escuchar mi nombre salir de sus labios- sonreí al recordar la primera vez que me dijo te quiero- fue inconsciente, ese día habíamos ido a nuestro prado, la había besado por primera vez, ambos fuimos nuestro primer beso; y le había confesado que la espiaba en su cuarto mientras dormía además de le había dicho que hablaba en sueños, su cara había cambiado de color rápidamente- reí al recordar eso.
- Edward- luego sentí como apretó mi mano, tenía que ser producto de mi imaginación- Edward- no lo estaba imaginando- me levanté rápidamente no quería que me viera, pero no despertó, estaba muy tranquila, estaba soñando  conmigo, sonreí porque significaba que sentía mi presencia, tome su mano nuevamente y la besé.
- Hola mi amor, volví, para estar contigo y el bebe- quería que sintiera mi presencia, aunque no recordara que estuve con ella- sé que hice las cosas mal, pero necesito que me perdones, estos años sin ti, han sido un verdadero infierno, te amo, siempre lo he hecho, pero me equivoqué al decidir, al pensar que te cuidaría, que me olvidarías y seguirás tu vida como si yo no hubiera existido, todo esto lo decidí sin pregunatarte si era lo que querías, y eso solo te hizo daño, nos hizo daño, yo también sufrí por tu ausencia, por no estar presente en tu vida, pero ahora no voy a volver a irme, me quedaré para siempre a tu lado- le dije todo lo que quería salir salir de mi boca, pero no podía expresar a otra persona que no fuera ella.
- ¿Edward puedo pasar?- debe estar con alguien.
- pasa- me levanté y me escondí en el baño, la puerta se abrió por ella entró una enfermera.
- Espero que el doctor Cullen esté completamente soltero, pero escuché que está casado, sería un desperdicio, aunque aún puedo ir a su oficina y...- me concentre en Bella, es mejor no decirle a Esme lo que esa chica piensa de Carlisle.
- Carlisle haz algo rápido, la enfermera me está traumando- le dije muy bajo, para que solo el escuchara.
- Enfermera revise los signos vitales- ella empezó a ver los signos vitales, la enfermera dejó de pensar en mi padre desnudo y se preocupó de ver como estaba Bella.
- Está bien por ahora, te dejo- con eso se fue cerrando la puerta, me acerqué a la cama y acaricie su cabello rojizo, acaricie su mano y estuve así mirando y acariciando cualquier parte que podía tocar, principalmente su estómago.
- Hola bebe, yo quiero ser tu papá, esperoq Sue tu hermosa madre me perdone todas las estupideces que cometí, prometo no separarme de ti, ya te amo y aún ni siquiera te conozco, ya eres una parte de mi- besé su estómago y apoye mi cabeza en el estuve así hasta que amaneció, cuando Carlisle entró me encontró en la misma posición.
- Vamos pronto va a despertar y no te puede ver ya sabes, no es bueno para su salud, voy a entregar el turno- me levanté bese su frente y luego su pancita.
- Te amo- con esto último salí y corrí hasta el auto de Carlisle y lo abrí con las llaves de repuesto y me senté a esperar que mi padre llegara.

Me equivoquéWhere stories live. Discover now