Me equivoqué

Capítulo 5: el viaje y Londres

Al entrar a la casa, inmediatamente me dirigí a mi habitación a hacer la maleta, estuve ordenando todo, las miles de prendas que nunca había usado, Alice jamás me permitiría usar la misma ropa dos veces, al terminar no tenía nada que hacer, así que fui a tocar el piano, hace mucho que no lo hacía, toqué la nana de Esme.
- Gracias Edward, hace tiempo que no tocabas, mi niño no dejes de hacerlo- sentí como sus manos acariciaban mi cabello- me relaja que toques.
- a mi me relaja tocar el piano madre, pero no he sentido la inspiración.
- Cariño se que piensas que tú vida es vacía, pero ¿realmente lo es? ¿o solo te empeñas en que sea así? Yo creo que solo te empeñas en que sea así, sabes que a Carlisle le encantaría que volvieras a trabajar con él, no puedes estar todo el día deprimido, no quiero volver a escuchar temas triste recuerda que pronto tendremos una alegría para todos- Sus pensamientos retrocedieron en el tiempo, no eran nuevos, era ella, pero como humana, estaba recordando los momentos con su bebe, cuando le dijeron que estaba embarazada, la felicidad que la embargó y a su misma vez el miedo y las inseguridades, el crecimiento de su estómago, sus primeros movimientos, la primera patada que sintió, los antojos extraños que el ama de llaves y la cocinera le cumplían, las noches en vela en las que iba al cuarto del niño y se sentaba en la mecedora y le cantaba, cuando rompió la fuente y el miedo que la embargaba no poder traer a su bebé al mundo, la primera vez que lo sostuvo en sus brazos y sus ojos se conectaron con los de su niño, unos ojitos azules, la primera vez que lo amamantó, su primera sonrisa, las noches que lo veía dormir, cuando enfermó, cuando lo internaron, como todas las noches se quedó con él cuidándolo, cuando le dijeron que había muerto, su grito y su llanto desgarrador, la vi correr por los pasillos hacia la habitación de su niño, lo tomó en sus brazos llorando, acariciaba las mejillas y las besaba mientras sus lágrimas caían, en sus pensamientos pude ver el dolor de su perdida, la vi vistiéndolo de blanco con un traje de época luego lo tomó y se sentó en una mecedora que estaba cerca de la ventana en la habitación del bebé, lo meció en sus brazos y le cantó su última canción de cuna, lloró sobre su cuerpo muerto, parecía que dormía, sería la última vez que haría eso con él, su grito y pensamientos con dolor, el odio que sintió ese momento hacia Dios, por arrebatarle su luz, todos esos recuerdos eran muy nítidos Esme se había aferrado a ellos, para nunca olvidar a esa cosita, ese ser que tanto había amado y que siempre iba a amar- escuché un sollozo, salí de su mente y la miré, la abracé, nunca me había concentrado tanto en su mente, siempre pensé que ese era su dolor y yo no debía meterme en eso, pero no lo pude resistir, la abracé consolándola por lo que había tenido en sus brazos solo por unos días.
- Lo siento Esme, nunca pensé todo el dolor que sentiste cuando perdiste a tu bebe.
- Aún lo siento, es algo que jamás se olvida, pero con el tiempo aprendes a sobrellevarlo, pero nunca se va te acompaña siempre, en donde quiera que vas, en su momento no comprendí porque Dios me lo había dado, para luego arrebatármelo tan cruelmente, Carlisle me hizo entender que su tiempo se había acabado, que él tenía que llegar para luego irse, tal vez su misión era hacerme inmensamente feliz por unos días, al menos tengo el consuelo de que es un ángel que me cuida, y mi consuelo son ustedes que los amo como si fueran mis hijos, tal vez no tuve la posibilidad de ser su madre por mucho tiempo- me sonrió- lo que si hijo tienes que apresurarte en reconquistar a Bella me muero de ganas de tener de nuevo a un bebe en mis brazos y cantarle- Sonreí y bese su frente- ahora me voy, aún tengo que hacer las maletas de Carlisle y las mías.
- Quédate un rato más y acaricia mi cabello.
- bueno, pero solo un momento, tengo que terminar las maletas si queremos llegar al aeropuerto a las 9:00 de la mañana para abordar el avión- sonrió amo ir a Londres hace mucho tiempo que no vamos, suspiró y sus ojos brillaron con añoranza.
- ¿Vamos a Londres?- que tonto ni siquiera sabía dónde estaba Bella, ni siquiera había visto la visión de Alice.
- Niño por dios estas tan concentrado en tus pensamientos que ni siquiera te informas.
- Lo siento mamá, voy a buscar a Alice para que me informe- aún no había terminado de hablar cuando Alice ya estaba a mi lado.
- creo que no tendrás que buscarla- pensó Esme.
- ¿qué necesita mi muy amado hermano?- pensó burlona.
- Ya Alice sabes lo que quiero ver.
- Te lo advierto te va a doler en el alma.
- Lo podré soportar- no lo creo.
- Alice- de pronto apareció Bella, sentada en un sillón en un departamento en colores cafés, rojos y blancos, se mordía el labio y retorcía sus manos en su regazo, estaba muy nerviosa; había un chico a su lado cabello negro y ojos celeste, pero estos eran fríos como el hielo.
- amor tengo algo que decirte- le dijo Bella, lo miró a los ojos.
- ¿Qué pasa Isabella?
- Yo... bueno no sé... no sé como pasó... yo... estoy... estoy- su voz temblaba, sus ojos tenían lágrimas que no quería que se derramaran.
- Tú que Isa- "Isa" jamás le gustó ese apodo.
- Estoyembarazada- le dijo muy rápido, el chico no lo entendió, ella se dio cuenta y suspiró- mi vida, nuestro amor a dado frutos, estoy embarazada- toco su estómago y sonrió, sus ojos brillaron con emoción.
-¡¿QUÉ?! ¡SERÁS ESTÚPIDA ISABELLA!- la levantó de el brazo, con fuerza- ¡NO QUIERO ESA COSA, TE DESASES DE ELLA, EN ESTE MISMO INSTANTE!- ella sacó fuerza y se zafó.
- ¡NO LO VOY A HACER, TE PESE O NO, ES NUESTRO HIJO Y NO LO VOY A MATAR!- fue firme al decirlo.
- ¡TE VOY A ENSEÑAR A RESPETARME!- le gritó, para luego cerrar la mano en un puño y golpearla, ella cayó al suelo, esa bestia se lanzó sobre ella- ¡SI TÚ NO QUIERES DESASERTE DE ÉL LO HARÉ YO!- la siguió golpeando mientras ella se tapaba su estómago con sus manos, John se levantó y comenzó a patearla, ella calló inconsciente y él la golpeo hasta que se cansó, el cuerpo de Bella estaba llenó de sangre, su cabeza también sangraba, el imbécil dejó la puerta abierta, por donde entró una chica muy alegre.
- Oye Isa- se quedó en shock al ver la escena- ¡Isabella! Despierta por favor- comenzó a llorar y a buscar su teléfono, llamó a emergencias.
Es ahí donde termina la visión, tenía mucha impotencia, no había podido hacer nada por ella- ¿estas bien?- negué con la cabeza- tranquilo en unas horas la podrás ver, dormida, pero la veras- eso me consoló un poco, de ahora en adelante vigilaré todos sus pasos y decisiones.
Las horas pasaron y nosotros ya estábamos sentados en los asientos de primera clase, Emmett y Rosalie se estaban enrollando en el baño, mientras yo intentaba leer pero mis pensamientos estaban dirigidos a otra persona, una persona que estaba en un hospital internada, suspire e intente concentrarme en el libro que estaba leyendo, las horas pasaron lentamente hasta que por fin aterrizamos en Londres, el clima era frío como siempre, rentamos unos autos mientras los nuestros llegaban y fuimos a nuestra casa a deshacer las maletas, quería ir inmediatamente a ver a Bella, pero Carlisle me detuvo - se nota que estas desesperado- asentí enérgicamente- espera hasta mañana.
- Pero no podré verla de día.
- se que estas ansioso, pero tienes que esperar, mañana voy a pedir un puesto en el hospital que está internada, para tenerla en observación.
- está bien, me mantendré alejado por hoy.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Espero que les guste el capítulo, siento mucho la demora