El tiempo pasó, y con él, la vida de Yoongi y Jimin se fue llenando de momentos sencillos pero profundos, construidos sobre la base de su amor y la fuerza que encontraron en cada uno. "Refugio", la cafetería de Jimin, prosperó más de lo que ambos imaginaron. Se convirtió en un lugar conocido, donde los clientes habituales encontraban consuelo, una sonrisa amable y, para los más observadores, el eco de una historia de amor en cada rincón.
Yoongi, por su parte, continuó con su carrera de abogado, respetado y admirado en su campo, aunque ahora con una perspectiva diferente. Siempre había buscado la justicia, pero desde que Jimin estaba en su vida, su trabajo tenía un propósito aún más profundo. Quería proteger lo que tenían, su pequeño universo en el que ambos podían ser simplemente ellos mismos.
En una mañana soleada, Jimin observaba la calle desde la ventana de su cafetería, viendo a los clientes entrar y salir. Sus pensamientos se perdían en recuerdos y en cómo su vida había dado un giro completo. De pronto, sintió unos brazos rodeándolo desde atrás y la calidez de un beso en su mejilla. Yoongi había llegado en uno de sus breves descansos, sin avisar, como le gustaba hacer.
-¿En qué piensas? -susurró Yoongi, notando la expresión de Jimin.
-En nosotros. En cómo la vida puede cambiar tanto... en cómo al final de todo, aquí estamos, como si siempre hubiéramos estado destinados a esto. -Jimin le tomó la mano y entrelazó sus dedos, como si fuera la primera vez.
-Es porque así es, Jimin. Aquí, contigo, es donde siempre he querido estar -respondió Yoongi, mirándolo con una calidez que Jimin sentía que nunca se extinguiría.
Se quedaron en silencio, disfrutando del momento, del ajetreo de la cafetería a su alrededor y del sol que iluminaba el lugar. Era su pequeño mundo, uno que ambos habían creado con paciencia, esfuerzo y amor. Jimin sabía que no cambiaría nada de su pasado, porque ese camino lo había llevado hasta donde estaba ahora, hasta los brazos de Yoongi.
Al final del día, cuando bajaron las cortinas de "Refugio" y el sol empezaba a ocultarse, caminaron juntos de regreso a casa, como lo hacían cada noche. Yoongi le tomó la mano, y en el silencio de las calles, ambos sintieron la paz de estar exactamente donde querían estar.
La vida les había dado una segunda oportunidad, y estaban decididos a vivirla al máximo, recordando siempre de dónde venían, pero mirando con esperanza hacia el futuro. Sabían que, pasara lo que pasara, mientras estuvieran juntos, todo estaría bien. Porque en ese pequeño refugio que era su hogar, habían encontrado lo único que realmente importaba: un amor para siempre.
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Y así terminamos está pequeña historia.
La verdad disfrute todo el proceso, estoy feliz con lo que hice, espero haya sido de su grado.
Y para la persona que dió la idea de esta historia, si estás leyendo esto, espero que te haya gustado y haya superado tus expectativas.
En mi cuenta pueden encontrar dos obras más por si quieren leer más del Yoonmin.
💋
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La Luz en la Oscuridad
Short StoryYoongi hará hasta lo imposible para demostrar que su dulce vecino es inocente.