Dungeon del limbo

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Antes que nada, muchas gracias por todo el apoyo que le están dando a la serie, se las agradezco demasiado. 🐱

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Días habían pasado, Aquino estaba en la granja de esqueletos que tenía su equipo, necesitaba reparar sus herramientas y de paso podría subir unos niveles.

Ya tenía puesta la nueva armadura con todos sus encantamientos, había conseguido varios tótems y deditas por completar algunas misiones secundarias.

Todo estaba tranquilo hasta que Aquino escuchó la voz de soaring que le decía algo.

—Aquino, Aquino, Aquino.

—¿Eh? ¿Que pasa soaring?

—Tienes que volver a la base.

—¿Por qué, que paso?

—Eeeh, tienes que verlo por ti mismo.

Dijo mientras reía de forma nerviosa.

A los pocos segundos Aquino fue de camino a la base preguntándose que podía haber pasado.

Después de unos pocos minutos Aquino llegaría y entonces lo vería, había un gran hueco en una pared de la base, causado por la explosión de una bomba voladora.

—¿Quéeeeee? ¿Qué pasó?

—Las bombas, fueron las bombas.

Dijo locochon que también se encontraba en la base.

El agua que tenían las hojas ahora caía en forma de cascada hasta el suelo, eso sería un problema ya que las nereidas o guardianes de rabanagua podían aparecer ahí.

—¿Las bombas ahora pueden destruir las hojas con agua?

Preguntó Estailus que habían llegado también a la base.

—Si, eso parece. Ahora tendremos que hacer la base de obsidiana.

Dijo Aquino quien seguía mirando el hueco.

—Sera mejor que cada quien cubra su base con obsidiana para estar mucho más seguros.

Volvió a decir Aquino para después subir las escaleras e ir rumbo a su casa a revisar que no hubiera sido explotada por una bomba.

Por suerte su base estaba intacta, aunque no se podía decir lo mismo del puente que conectaba su casa con la base, ese si había sido destruido.

Sin perder más tiempo comenzó a buscar obsidiana en sus cofres y comenzó a cubrir su casa de hojas con obsidiana.

Tenían que tener mucho cuidado, cada vez que veía una bomba acercarse a él, corría para no causar daños a su construcción.

Y así, después de algunas horas pudo completarlo, ahora le faltaba quitar las hojas para que quedara la pura obsidiana y volver a organizar sus cosas.

—¿Qué haces?

Diría nutria 23 quien aparecería y escribía en el cartel.

Aquino, el ayudante de reevilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora