—¿Una fiesta? —pregunta de inmediato.
—Sí, nada fuera de lo ordinario, mamá. No te preocupes —respondo, ajustando la camiseta que pienso llevar mientras mantengo el móvil pegado a la oreja.
—¿Vas solo?
—Obvio no. Johnny y Gabo van conmigo.
Un silencio ligero se instala en la línea. Lo conozco demasiado bien: no va a soltarme tan fácil.
—¿Solo van los tres, entonces?
—Bueno... —Me rasco la nuca, anticipando lo que viene—. También van dos amigas.
—¿Amigas?
—A ver... —respondo rápido, esperando cerrar el tema antes de que empiece—. Carolina y Alison. Dos chicas buena onda, nada más.
—¿Y cómo son? —Su tono se vuelve más curioso, casi como si acabara de detectar algo importante.
—Mamá... —respondo, intentando zafarme rápido—. Carolina es... extrovertida, siempre hace reír a todos. Alison es más reservada, pero súper tranquila. Ya está.
—¿Eso es todo lo que puedes decir? —insiste con una paciencia demasiado familiar. Sé que no va a soltar el tema tan fácilmente.
—Es suficiente, ¿no?
—No para mí. ¿Extrovertida cómo? ¿Reservada de qué forma? No puedes dejarme a medias con eso.
Ruedo los ojos y me dejo caer sobre la cama, mirando el techo mientras intento recordar más detalles.
—Está bien, está bien... Carolina es como Johnny, siempre en modo fiesta. Sociable, un poco intensa, pero divertida. Ella y Johnny están bastante cerca.—¿Y Alison? —pregunta de nuevo, y esta vez noto que su voz adquiere un matiz más curioso.
Dudo un segundo, pero sé que no puedo evitarlo más.
—Alison es... diferente. No es tan ruidosa como Carolina. Es más del tipo que habla solo cuando tiene algo interesante que decir.—¿Más tranquila, entonces?
—Sí... pero no aburrida —aclaro rápido—. Es más directa, ¿sabes? Como que puedes hablar de cualquier cosa con ella y siempre va al grano.
—Ajá... —Hace una pausa que me pone un poco nervioso—. ¿Y qué más?
—Es... no sé. —Intento sonar indiferente, pero el recuerdo de nuestras conversaciones se cuela en mi voz—. Tiene un humor sutil. Entiende mis bromas sin que tenga que explicarlas.
—Mmm. Interesante... —dice esto como si acabara de confirmar algo que ya sospechaba—. ¿Solo una amiga, entonces?
—Sí, mamá. Solo una amiga. —Lo digo tajante, esperando que mi firmeza la deje conforme.
—¿Estás seguro? Porque, por cómo hablas de ella... no suena como que sea solo eso.
—Es solo una amiga, mamá —repito, esta vez más serio. El calor sube a mis mejillas, pero me niego a dar más detalles.
—Bueno... —La noto casi divertida al otro lado de la línea—. Solo digo, no vaya a ser que luego termine conociendo a mi futura nuera y yo aquí, sin saber nada...
—Mamá, por favor —resoplo, llevándome una mano a la cara.
Ella se ríe suavemente.
—Está bien, está bien. No te preocupes, no voy a interrogarte más... por ahora.
Ruedo los ojos y me giro sobre la cama, dejando que mi cabeza se hunda en la almohada. La luz del atardecer se cuela por la ventana, iluminando la habitación de manera cálida.
—No es para tanto, mamá. Apenas las estamos conociendo.
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Sombras del orgullo
Teen FictionSiempre pensé que la universidad sería solo un paso más en mi vida, una estación de tránsito hacia algo más grande. No esperaba encontrarme atrapado en un laberinto de pasillos, donde el orgullo y el pasado se entrelazan en cada esquina. Si hay algo...