Entra en un bar y pide no más que un cortado descafeinado corto de café. Al vaciar medio vaso, saca un cigarrillo de su bolso y empieza a fumar. Tiene 18 años y ya no hay nada que se lo impida. Cuando va a dejarlo en el cenicero medio acabado el camarero no deja de mirarla fijamente.
- Disculpe señor, ¿Hay algo que le moleste?
- Oh no señorita... ¿Acaso la he puesto en un momento violento?
- Emily, Emily Watson. Y no, solo curiosidad...- dice vajando la cabeza tímidamente.
Antes de salir mira por última vez a ese misterioso personaje y sigue su camino como tenía intención de hacerlo. Al llegar a casa, se tumba en el sofá marrón oacuro del salón y de la mesita auxiliar, coge un libro. Atónita por la magia transmitida por aquel emocionante libro apenas recuerda que había quedado con Giselle en su casa. Con media hora de retraso se calza los zapatos y anda mediocorriendo hacia el autobús.
- ¿Qué?¿ Cuál es la excusa de hoy?- pregunta Giselle un tanto mosqueada.
- Me he distraído mientras leía...- cobtesta Emily avergonzada por su falta de respecto hacia ella.
- Tranqui.
Una vez las dos en paz hablando algo o alguien despierta el miedo a Em.
-Giselle, hay alguien aqui...
-¡No seas ridícula, mis padres se han ido!
-Te lo juro lo he visto...
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La nada.
RastgeleEmily, Emily Wattson. "¿Y si todo lo que hay a tu alrededor se desmorona sin pedir permiso alguno o explicación? Nadie lo quiere, nadie lo quiere básicamente porque no se lo plantean que algo asi puea ocurrir. Cada día, cada amanecer algo desaparece...